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Experto de ONU acusa Estados pretender censurar informe de prisiones secretas


2010-03-08

Ginebra, (EFE).- El relator de la ONU sobre la Tortura, Manfred Novak, acusó hoy a algunos gobiernos de intentar "censurar" un informe sobre los centros secretos de detención en el contexto del combate contra el terrorismo, que revela la utilización de esta práctica en 66 países desde 2001.

Los países de la Organización de la Conferencia Islámica y del Grupo Africano formaron un bloque antes del inicio de la actual sesión del Consejo de Derechos Humanos (CDH) -que se encuentra en la segunda de tres semanas de reuniones- para pedir que el debate de ese informe fuese pospuesto.

Ante la presión, la presidencia del Consejo decidió la semana pasada aplazar la presentación del estudio hasta su próxima sesión de junio.

El contenido del informe, que Novak elaboró con otros expertos de la ONU en distintas áreas de los derechos humanos, fue divulgado a la prensa a finales del pasado enero, pero aún no ha sido elevado y abordado oficialmente por los Estados.

En esa investigación se afirma que tras los atentados de 2001 en Estados Unidos se puso en marcha un verdadero sistema de detención secreta de sospechosos de terrorismo, que no sólo involucró a este país, sino a "otros Estados en casi todas las regiones del mundo".

Asimismo, sostiene que la existencia de esas instalaciones secretas se pueden equiparar al delito de "desaparición forzada" y reclama que se reconozca a las víctimas el derecho a percibir una indemnización.

En una intervención hoy ante el CDH, Novak dijo que este órgano "parece más preocupado por el control y la censura de sus propios expertos" que por aplicar sus recomendaciones.

Criticó duramente a los gobiernos que sostienen que el asunto de las detenciones secretas no compete, por ejemplo, al relator de la ONU sobre la Lucha contra el Terrorismo, quien también participó en la investigación.

"Podemos entender que algunos gobiernos no estén contentos ni de acuerdo con nuestras conclusiones, pero acusarnos de violar el código de conducta es ir demasiado lejos", reclamó.

En ese sentido, dijo que los Estados más allá de planear un código de conducta para las organizaciones no gubernamentales (asunto actualmente en estudio), necesitarían un código de ese mismo tipo, pero para ellos mismos.

Recalcó, asimismo, que sin las ONG y los expertos independientes de la ONU, el CDH perdería toda credibilidad.



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