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"¡Ábrete!".


2011-02-11

"Todo lo ha hecho bien"

Evangelio, Marcos 7,31-37

En aquel tiempo, Jesús se marchó de la región de Tiro y vino de nuevo, por Sidón, al mar de Galilea, atravesando la Decápolis. Le presentan un sordo que, además, hablaba con dificultad, y le ruegan imponga la mano sobre él. Él, apartándole de la gente, a solas, le metió sus dedos en los oídos y con su saliva le tocó la lengua. Y, levantando los ojos al cielo, dio un gemido, y le dijo: �Effatá�, que quiere decir: "¡Ábrete!".

Se abrieron sus oídos y, al instante, se soltó la atadura de su lengua y hablaba correctamente. Jesús les mandó que a nadie se lo contaran. Pero cuanto más se lo prohibía, tanto más ellos lo publicaban. Y se maravillaban sobremanera y decían: �Todo lo ha hecho bien; hace oír a los sordos y hablar a los mudos�.

Reflexión

Rev. D. Joan Marqués i Suriñach

Hoy, el Evangelio nos presenta un milagro de Jesús: hizo volver la escucha y destrabó la lengua a un sordo. La gente se quedó admirada y decía: �Todo lo ha hecho bien�.

Ésta es la biografía de Jesús hecha por sus contemporáneos. Una biografía corta y completa. ¿Quién es Jesús? Es aquel que todo lo ha hecho bien. En el doble sentido de la palabra: en el qué y en el cómo, en la sustancia y en la manera. Es aquel que sólo ha hecho obras buenas, y el que ha realizado bien las obras buenas, de una manera perfecta, acabada. Jesús es una persona que todo lo hace bien, porque sólo hace acciones buenas, y aquello que hace, lo deja acabado. No entrega nada a medias; y no espera a acabarlo después.

�Procura también tú dejar las cosas totalmente listas ahora: la oración; el trato con los familiares y las otras personas; el trabajo; el apostolado; la diligencia para formarte espiritual y profesionalmente; etc. Sé exigente contigo mismo, y sé también exigente, suavemente, con quienes dependen de ti. No toleres chapuzas. No gustan a Dios y molestan al prójimo. No tomes esta actitud simplemente para quedar bien, ni porque este procedimiento es el que más rinde, incluso humanamente; sino porque a Dios no le agradan las obras malas ni las obras "buenas" mal hechas. La Sagrada Escritura afirma: �Las obras de Dios son perfectas� (Dt 32,4). Y el Señor, a través de Moisés, manifiesta al Pueblo de Israel: �No ofrezcáis nada defectuoso, pues no os sería aceptado� (Lev 22,20). Pide la ayuda maternal de la Virgen María. Ella, como Jesús, también lo hizo todo bien.

San Josemaría nos ofrece el secreto para conseguirlo: �Haz lo que debas y está en lo que haces�. ¿Es ésta tu manera de actuar?



JMRS


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