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Socialistas franceses celebran primarias abiertas con la mira en 2012


2011-10-06

Por Gabriela Calotti, AFP

PARÍS - Los socialistas franceses celebrarán el próximo domingo la primera vuelta de unas inéditas primarias abiertas de las que surgirá el candidato o candidata del PS que batallará para derrotar en las presidenciales de 2012 al actual presidente conservador Nicolas Sarkozy.

Seis candidatos socialistas, entre éstos tres dirigentes de la vieja guardia formados en las grandes escuelas francesas, dos de las nuevas generaciones y un radical de izquierda aspiran a encarnar el regreso del PS al Elíseo, más de 30 años después de la llegada de Francois Mitterrand a la presidencia.

Con el 42% de las intenciones de voto, Francois Hollande, presidente regional, diputado y ex primer secretario del PS hasta 2008 sigue siendo el "gran favorito" a la investidura socialista.

Hollande ocupó rápidamente el vacío que dejó el ex director del FMI, Dominique Strauss-Kahn, favorito socialista, tras ser acusado en mayo pasado de intento de violación por la mucama de un hotel neoyorquino.

Martine Aubry, alcaldesa de Lille, ex jefa del partido y ex ministra, y Ségol�ne Royal, desafortunada candidata a la presidencia en 2007 frente a Sarkozy, presidenta regional, ex pareja de Hollande, diputada y ex ministra, son las dos mujeres que compiten por la investidura, aunque la segunda no ha vuelto a los niveles de popularidad de años atrás.

Representantes de una nueva generación dirigente, Arnaud Montebourg y Manuel Valls, diputados que se ubican a la izquierda y a la derecha del tablero socialista respectivamente, están lejos en las encuestas.

El presidente del Partido Radical de Izquierda, Jean Michel Baylet, es el último de la lista de candidatos en estas primarias socialistas que se desarrollarán el 9 y 16 de octubre, poniendo en marcha un sistema inédito pues podrán participar todos los electores pagando un euro y firmando su adhesión a los valores de izquierda.

Las votaciones se llevarán a cabo en más de 10,000 colegios electorales de 09H00 a 19H00 locales (07H00 a 17H00 GMT). Los resultados se conocerán cerca de la medianoche del domingo.

Conscientes de que si llegan a la presidencia recibirán un país en dificultades, los dirigentes socialistas ya no temen hablar de rigor.

"La crisis económica y financiera que vivimos creó candidatos responsables. Esto también transformó a la izquierda", opinaba días atrás el analista Vincent Giret del diario Liberation.

Con un déficit público del 5,7% del Producto Interno Bruto (PIB), una deuda de 1,7 billones de euros (85,5% del PIB) y un desempleo que afecta al 10% de la población activa, los aspirantes a la investidura socialista centraron su campaña, sobre todo los tres debates televisivos vistos por millones de franceses, en cómo piensan sacar a Francia adelante.

Reducción del déficit, reforma fiscal y creación de 300,000 empleos para los jóvenes son sus prioridades.

"Todos proponemos poner las finanzas al servicio de la economía y de los franceses", resumía Aubry, rival principal de Hollande.

Royal y Montebourg son acérrimos defensores de una reforma bancaria para que "los bancos obedezcan en lugar de dirigir". Montebourg, que se ve en la segunda vuelta, va más lejos y propone medidas proteccionistas frente a las potencias emergentes como China y Brasil. Valls defiende una "estrategia industrial" para respaldar la competitividad y más presupuesto para la formación de las nuevas generaciones.

"En este país hay un potencial extraordinario", afirma Valls, alcalde desde 2008 y único candidato naturalizado francés, pues nació en Barcelona.

La participación será uno de los elementos claves en las primarias socialistas que esperan, con prudencia, un millón de votantes, aunque algunas encuestas predicen hasta cinco millones de participantes.

El triunfo de la izquierda en el Senado francés hace 15 días, por primera vez desde 1958, dio un fuerte empujón al PS frente a la derecha gobernante de Sarkozy desgastado por escándalos de corrupción, y que eligió reunirse el domingo con la alemana Angela Merkel para acelerar el plan de ayuda al euro.

Más allá de las picas lanzadas en campaña, los candidatos socialistas "jugaron la carta de la credibilidad", afirmaba un editorialista del diario francés Le Monde. Y agregaba: "Dieron la impresión de que podrán gobernar juntos si la izquierda gana su primera presidencial" desde el histórico triunfo de 1981.



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