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Las vacaciones más aburridas de Obama
SILVIA AYUSO, El País Barack Obama lleva disfrutada una semana de los 15 días de vacaciones de verano que se ha permitido este año, pero el tedio de los poolers, el grupo reducido de periodistas que sigue a todas partes al presidente de Estados Unidos para relatar sus actividades oficiales y las no oficiales, ya es notable. Y es que la receta del mandatario para este descanso estival es tan sencilla como repetitiva: golf, golf y más golf �es capaz de pasarse horas en el campo local junto a un puñado de amigos� y alguna que otra salida en familia para ir a cenar o para dar un paseo, como mucho. Las pocas imágenes que han trascendido de su descanso son sobre el césped. El lunes sus compañeros de golf fueron el presidente del Banco Mundial, Jim Yong Kim, y el financiero Glenn Hutchins; y el miércoles se le sumaron el jugador retirado de la NBA Cyrus Walker y el agente de estrellas de la liga de baloncesto estadounidense Ray Allen. Una rutina que el presidente ha mantenido, por el momento, de forma estricta. Por no variar, Obama ni siquiera ha cambiado este año su destino vacacional: una lujosa residencia bien resguardada de curiosos en Marthas Vineyard, la no menos exclusiva isla en la costa este norteamericana donde ha pasado la mayor parte de los recesos estivales de sus dos mandatos presidenciales. Muestra de que Obama va en serio en lo que se refiere a desconectar �todo lo que puede un presidente, y más uno de la que se precia de ser la potencia mundial� es que se ha dejado algunos de sus asesores en casa. Es el caso de Ben Rhodes, uno de sus hombres clave en materia de seguridad, a quien estos días se ha visto paseando tranquilamente por Washington aunque alejado también, eso sí, de la Casa Blanca. Prueba de que Obama no se puede permitir bajar la guardia, y que no va a desconectar tanto como parece, es el hecho de que aparte de su esposa Michelle y sus hijas Sasha y Malia �esta última llegó más tarde a la isla� el presidente comparte vacaciones con dos de sus asesoras más próximas: Susan Rice y Valerie Jarrett. Aunque también son amigas personales del demócrata. Es muy probable, además, que Obama se tope en algún momento en Marthas Vineyard con una de las principales aspirantes a sucederle en la Casa Blanca, la demócrata Hillary Clinton. La exsecretaria de Estado es otra asidua a la lujosa isla, en una muestra de que, al fin y al cabo, esta no es tan aburrida como quizás hubiera deseado el mandatario. ROW |
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