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Los alcaldes de las ciudades santuario desafían la orden sobre inmigración de Trump


2017-01-29

Liz Robbins, The New York Times

Los alcaldes de varias ciudades estadounidenses reaccionaron con ira, el miércoles, cuando el presidente Trump firmó una orden ejecutiva que sostiene que se frenarán los fondos a los municipios que no cooperen con los oficiales federales de inmigración.

Los funcionarios de Nueva York, Los Ángeles, Chicago y ciudades más pequeñas como New Haven, Siracusa y Austin, dijeron que están preparados para librar una larga batalla.

“Vamos a defender a nuestra gente sin importar de dónde hayan venido, sin importar su estatus migratorio”, dijo el alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, en una conferencia de prensa que ofreció con otros funcionarios de la ciudad.

En Chicago, el alcalde Rahm Emanuel declaró: “Quiero ser claro: seguiremos siendo una ciudad santuario. No hay extraños entre nosotros. Si eres de Polonia o Pakistán, si eres de Irlanda, India o Israel, y si eres de México o Moldavia, de donde vino mi abuelo, eres bienvenido en Chicago para perseguir el sueño americano”.

La orden de Trump se enfoca en lo que se conoce como condados y ciudades santuario que, por lo general, no cumplen con las solicitudes federales de detener a los indocumentados a los que se ha arrestado por cargos no relacionados con su estatus migratorio y entregarlos a las autoridades federales para su posible deportación.

La orden de Trump señala que las jurisdicciones que se nieguen a cumplir “no son elegibles para recibir subsidios federales, excepto que se considere necesario para propósitos de hacer cumplir la ley”.

Sin embargo, aunque la postura de Trump es amplia y mordaz, es poco claro qué tan grandes pueden ser los recortes de fondos. En este año fiscal, la ciudad de Nueva York espera recibir 8,8 mil millones de dólares de fondos federales para distintos programas como los de educación y transporte, y así completar su presupuesto anual de 84,8 mil millones de dólares.

La capacidad del gobierno para detener los fondos federales es limitada, dijeron los consejeros legales del alcalde De Blasio.

Según el Centro de Recursos Legales para Inmigrantes, al menos 39 ciudades y 364 condados del país se consideran jurisdicciones santuario pero hay variaciones sobre cuánto restringen su cooperación con las leyes migratorias.

Manifestantes en Washington Square Park, en Manhattan, el miércoles Christopher Lee para The New York Times

San Francisco protagonizó el debate sobre las políticas de las ciudades santuario después del asesinato de Kathryn Steinle, una residente de la ciudad, ocurrido en julio de 2015.

Steinle tenía 32 años cuando Juan Francisco López Sánchez, un inmigrante mexicano que no tenía papeles para residir en Estados Unidos de manera legal, le disparó y la mató. López tenía antecedentes criminales así como una historia de abuso de heroína, y se le había deportado a México por lo menos cinco veces.

Durante la campaña, Trump se aferró a la muerte de Steinle como “solo un ejemplo más de por qué debemos asegurar nuestra frontera de inmediato”.

Una demanda interpuesta por la familia Steinle ante la corte federal en mayo culpa a Ross Mirkarimi, quien en ese entonces era sheriff del condado de San Francisco, por emitir un memorando que le ordenaba a su equipo cortar toda comunicación con las autoridades federales migratorias, según los documentos de la corte.

Los abogados argumentan que ese memorando contradecía la ley federal y “sobrepasaba su autoridad”. Después de que Trump firmó la orden, el alcalde de San Francisco, Ed Lee emitió una declaración coordinada con Liccardo y la alcaldesa de Oakland, Libby Schaaf.

“No cederemos ante amenazas ni teatralidad política”, dijo Lee. “Unida, el área de la bahía permanecerá fiel a nuestros valores de inclusión, compasión, igualdad, y estaremos juntos contra todos y cada uno de los esfuerzos por dividir a nuestros habitantes, nuestras ciudades y nuestro país”.



JMRS


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