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Se renta departamento con ventanas amplias y vecinos incómodos, los Trump


2017-03-09

Eli Rosenberg, The New York Times

NUEVA YORK – El anuncio sobre el departamento enaltecía sus grandes ventanales, una elegante cocina y amplias vistas de Manhattan. Presumía de una ubicación privilegiada muy cercana a Central Park y prometía toda la emoción de un departamento de lujo en medio de la ciudad de Nueva York.

Además, estaba disponible por un precio alto, pero no descabellado, de 300 a 450 dólares la noche en la página de internet para la renta de casas, Airbnb. Los inquilinos solo necesitaban pasar por una exhaustiva revisión por parte del Servicio Secreto antes de subir.

El departamento estaba en la Torre Trump.

El anuncio fue eliminado la última semana de febrero, pocas horas después de que The New York Times contactara a Airbnb. Sin embargo, el departamento estuvo disponible para renta por lo menos desde septiembre de 2016, mucho después de que el edificio se volviera el centro de operaciones para la campaña de Donald Trump.

El departamento mantuvo su disponibilidad y su popularidad en los listados de Airbnb por más de un mes y medio después de la toma de posesión del presidente de Estados Unidos. Más de 500 personas habían visto el anuncio durante la semana previa a que se eliminara y el departamento estaba reservado durante casi todo marzo, abril y mayo.

El anuncio significaba un suceso extraordinario en la historia estadounidense, creado tanto por la tecnología moderna como por un presidente con una extensa lista de propiedades: a tan solo un clic de distancia los turistas tenían la posibilidad de reservar una habitación en el edificio donde vivía la familia presidencial, uno de los edificios más seguros de Nueva York y quizá del mundo.

El anuncio no dice explícitamente que el departamento está en la Trump Tower y Airbnb no muestra la dirección antes de que se confirme la reservación.

“Me enviaron la dirección y llamé y dije: ‘No puedo encontrarlo, solo veo la Trump Tower'”, relató Nico Voigtländer, profesor asociado de la Universidad de California en Los Ángeles, quien se hospedó en el departamento justo antes de la elección de noviembre. “Me respondieron: ‘es en la Trump Tower'”.

“Para ser honestos, fue algo extraño”, dijo Mike Lamb, ingeniero de software británico que se hospedó ahí con su esposa en diciembre. “Sin duda fue una experiencia interesante”. Lamb dijo que un día alcanzó a ver a Mike Pence, entonces vicepresidente electo, cuando entraba a la Torre Trump desde su vehículo.

Tres clientes que utilizaron el departamento lo describieron como un lugar para hospedarse agradable y fuera de lo común. Uno de ellos, quien lo visitó antes de la elección, recuerda haber tenido dificultades para entrar cuando coincidió con la llegada de una caravana de vehículos que seguramente transportaban a Trump. Dos visitantes hablaron de la presencia de manifestantes afuera del edificio.

“Podías escucharlos desde un piso elevado del edificio”, dijo Lamb. “Recuerdo estar sentado en la cama pensando ‘Yo los puedo escuchar, me pregunto si él los puede escuchar también’”.

La publicación en Airbnb

El departamento estaba disponible mediante la función de “reserva instantánea”, que le permite a cualquiera con una cuenta en Airbnb poder reservar su estancia sin más requisitos que el envío de un mensaje al anfitrión. Un reportero de The New York Times lo reservó así el mes pasado para hospedarse durante un fin de semana de abril.

“¡Bienvenido! ¡Espero verte pronto!”, respondió la anfitriona Lena Yelagina.

Dijo que se encontraría con el visitante en la planta baja y le mostraría el edificio. “¿Podrías evitar decirle al personal del edificio que rentaste a través de Airbnb, y en lugar de eso decir que me vienes a visitar?”, escribió. “¡Te lo agradecería mucho!”.

Sin embargo, dos días después, Yelagina escribió de nuevo para decir que había descubierto que el invitado era un periodista y que no quería que su departamento se usara para investigar nada sobre Trump o que se utilizara para escribir un artículo. “Me disculpo por la petición, pero me tengo que asegurar de que tenemos un acuerdo claro y de que no tendremos ningún problema”, escribió.

Después de que el reportero le informó que planeaba escribir un artículo, ella canceló la reservación y no contestó ninguna pregunta.

¿Cómo fue posible que el anuncio pasara inadvertido en un edificio tan prominente? Aún es un misterio. Tampoco está claro si el Servicio Secreto sabía acerca del anuncio. “No hacemos comentarios sobre nuestras operaciones de protección”, dijo la vocera de la agencia, Catherine Milhoan.



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