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La realidad virtual puede ayudar a superar los traumas reales 


2017-08-02

Cade Metz, The New York Times

SAN FRANCISCO — Hace poco, Dawn Jewell trató a un paciente traumatizado por un accidente automovilístico. La persona desarrolló una ansiedad severa hacia la intersección de las calles donde había sucedido el accidente y no podía completar esa ruta porque le traía muchos recuerdos dolorosos.

Así que Jewell, una psicóloga que vive en Colorado, trató al paciente con una técnica llamada “terapia de exposición” con la cual pudo guiarlo emocionalmente mientras volvían a pasar juntos por el lugar del incidente.

Sin embargo, no fueron al lugar de forma física: lo hicieron por medio de realidad virtual.

Jewell forma parte de un puñado de psicólogos que realizan pruebas con un nuevo servicio que creó una empresa emergente de Silicon Valley llamada Limbix, la cual ofrece terapia de exposición por medio de las Daydream View, las gafas de Google que funcionan en sincronía con un teléfono inteligente.

“Las gafas le proporcionan a los pacientes una exposición con la que se sienten seguros”, explicó Jewell. “Podemos ir juntos a un lugar y el paciente me puede decir qué está sintiendo y pensando”.

El servicio recrea los paisajes exteriores con la ayuda de Street View, otro producto de Google que es una enorme base de datos de fotos que muestra escenarios panorámicos de caminos y otros lugares de todo el mundo. Con estos escenarios virtuales de las calles, Jewell trató a otro paciente que comenzó a padecer ansiedad después de que alguien lo lastimó frente a un edificio de la zona.

El servicio también está diseñado para proporcionar tratamiento de otras formas, como llevar a los pacientes al último piso de un rascacielos virtual para que puedan enfrentar el miedo a las alturas o a un bar virtual para que puedan resolver la adicción al alcohol.

Limbix tiene menos de un año de haberse fundado y tiene el apoyo de la firma de capital de riesgo Sequoia Capital. Los creadores de este nuevo servicio, entre ellos el director ejecutivo y cofundador de la empresa, Benjamin Lewis, trabajaron en los proyectos seminales de realidad virtual en Google y Facebook.

El hardware y software que utilizan siguen siendo muy nuevos, pero Limbix se basa en más de dos décadas de investigación y pruebas clínicas sobre realidad virtual y terapia de exposición. En una época en la que gafas como las Daydream View y las muy publicitadas Oculus de Facebook siguen buscando un público amplio en el mundo de los videojuegos —por no hablar de otros mercados—, los expertos en tecnología y medicina creen que la psicología es un área en la que esta tecnología puede ser benéfica.

Desde mediados de la década de 1990, las pruebas clínicas demostraron que este tipo de tecnología podía ayudar a tratar fobias y otros padecimientos, como el trastorno por estrés postraumático.

Tradicionalmente, los psicólogos han tratado este tipo de trastornos ayudando a los pacientes a imaginar que enfrentan un miedo, y así recrean mentalmente una situación en la que puedan abordar sus ansiedades. La realidad virtual lleva más allá este método.

“Tenemos mucha confianza en que la terapia de exposición con realidad virtual puede complementar lo que es capaz de lograr un paciente solo con la imaginación”, señaló Skip Rizzo, un psicólogo clínico de la Universidad del Sur de California que ha explorado este tipo de tecnología durante los últimos 20 años.

Barbara Rothbaum fue pionera de ese método en la Escuela de Medicina de la Universidad Emory de Atlanta, su trabajo creó una empresa llamada Virtually Better, la cual lleva tiempo ofreciéndole herramientas para la terapia de exposición con realidad virtual a algunos doctores y hospitales por medio de gafas de una generación más antigua. En una prueba clínica que Rothbaum ayudó a diseñar, la realidad virtual fue tan efectiva como los viajes a los aeropuertos para tratar el miedo a volar, y el 90 por ciento de los pacientes logró vencer su ansiedad.

Esta tecnología también ha sido efectiva para tratar el trastorno por estrés postraumático entre los veteranos de guerra. A diferencia del tratamiento que se basa únicamente en la imaginación, la realidad virtual puede obligar a los pacientes a enfrentar sus traumas pasados, dijo la especialista.

“El estrés postraumático es un trastorno de evasión. La gente no quiere pensar en eso”, afirmó Rothbaum. “Debemos hacer que se comprometan de forma emocional y les cuesta más evadirlo con la realidad virtual”.

En la actualidad, este tipo de terapia podría ser accesible para un público más amplio por medio de gafas como las Daydream View de Google que funcionan con los teléfonos inteligentes, y las Oculus de Facebook, gafas autónomas con un valor de 400 dólares que desataron la reaparición de las tecnologías de realidad virtual.

Virtually Better creó esa tecnología para un hardware de realidad virtual que costaba varios miles de dólares. Actualmente, Limbix y otras empresas, entre ellas una compañía emergente española llamada Psious, pueden ofrecer servicios que son mucho más baratos. Limbix ya ha comenzado a ofrecerle sus herramientas a psicólogos y otros terapeutas aparte de su prueba inicial. Por el momento, el servicio será gratuito, pero la empresa planea vender herramientas más avanzadas en el futuro.

Después de probar la oferta de Limbix, Jewell dijo que permitió que los pacientes enfrentaran sus ansiedades de forma más controlada. Al mismo tiempo, la herramienta le da a los pacientes la sensación de ser transportados a lugares diferentes, al menos en algunos casos.

Estar en la parte más alta de un rascacielos virtual, por ejemplo, puede provocar ansiedad incluso en personas que se sienten relativamente cómodas con las alturas. Los expertos advierten que un servicio como el que ofrece Limbix requerirá de la guía de psicólogos capacitados mientras continúe en desarrollo.

Limbix combina conocimientos especializados, tanto técnicos como médicos. Un empleado clave, Scott Satkin, es un investigador de inteligencia artificial y robótica que trabajó en el proyecto de las Daydream View de Google. Limbix también trabaja con su propio psicólogo, Sean Sullivan, quien todavía mantiene un consultorio en San Francisco donde da terapia.

Sullivan está usando el nuevo servicio para tratar pacientes, entre ellos un hombre joven que hace poco desarrolló el miedo a volar, algo que le produce ansiedad con el solo hecho de hablar del tema. El joven, quien solicitó que no se divulgara su nombre por motivos de privacidad, pasó muchas sesiones en las que visitaba un aeropuerto virtual y, finalmente, voló en un avión virtual.

De algún modo, el servicio todavía no es perfecto, aseguró el paciente. Como sucede con los escenarios de Street View que Jewell utiliza en sus tratamientos, parte de esa realidad virtual es estática pues está basada en fotografías. Sin embargo, como el resto del mercado de la realidad virtual, estas herramientas continúan evolucionando hacia escenarios más parecidos a la realidad.

Incluso en su estado actual, el servicio puede ser convincente. Hace poco tiempo, el joven tomó un vuelo para cruzar Estados Unidos en la vida real.



yoselin


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