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Rusia, la superpotencia emergente en el abastecimiento alimentario global


2017-09-05

 

(RT).- Rusia tiene perspectivas de convertirse en el mayor exportador de trigo y en una superpotencia cerealista, en gran parte debido a los efectos del cambio climático, informa Bloomberg.

El último año comercial -entre julio de 2016 y junio de 2017- Rusia exportó 27,8 millones de toneladas de trigo, más que la Unión Europea, arrebatándole el liderazgo mundial por primera vez desde que la producción de la UE había comenzara a contabilizarse como una unidad.

Este años, Rusia va a elevar sus exportaciones de trigo a 31,5 millones de toneladas, según el Departamento de Agricultura de Estados Unidos.

El país ruso es ya uno de los exportadores líderes de maíz, cebada y avena. Junto con Ucrania y Kazajistán, forma parte de una fuerza que cada vez más marca la pauta en el mercado global de cereales.

Factores de creciemiento 

El ministro de Agricultura ruso, Alexandr Tkachov, ha afirmado reiteradamente que los granos acabarán imponiéndose al petróleo como la mayor fuente de ganancias de exportaciones del país.

Aunque el Kremlin preferiría que esto se consiguiera por un desarrollo tecnológico, "la profecía de Takachov podría ser más realista por una serie de razones", señala Leonid Bershidsky, columnista de Bloomberg.

Las dos primeras se encuentran fuera de la incumbencia rusa: el crecimiento de la población mundial y el cambio climático. El consumo global de granos creció anualmente un 2,8% de promedio entre 2011 y 2016 y va a mantener un aumento anual del 1,4% hasta 2021, según los pronósticos del Consejo Internacional de Cereales.

Al mismo tiempo, las temperaturas en las zonas de cultivo de granos van a elevarse en hasta 1,8 grados para la década de 2020 y en hasta 3,9 para la de 2050, en comparación con finales de la década de 1980. El mayor aumento se registrará en invierno, algo que significará una prolongada temporada de cultivo y mejores cosechas.

El factor climático ya podría estar ayudando a Rusia a conquistar nuevos mercados en Asia, mientras que sus rivales comerciales- EU, Canadá y Australia- están sufriendo una serie de sequías.

Tierras nuevas y abandonadas  

Asimismo, el cambio climático significa que los agricultores rusos podrían expandirse hacia el norte, a unas tierras nunca utilizadas para cultivar cereales. Pero lo aún más importante es que Rusia, y en menor medida Ucrania y Kazajistán, podrían volver a cultivar con ayuda de los avances tecnológicos unas tierras que cayeron en desuso tras la desintegración de la Unión Soviética y que se extienden en unos 570,000 kilómetros cuadrados.

"El cambio climático, el crecimiento poblacional, la brecha restante entre al agricultura occidental y postsoviética y la oportunidad de ajustar las ineficiencias de regulación crean un potencial de crecimiento enorme en Rusia, Ucrania y Kazajistán", concluye el columnista.

A la diversificación y las mayores ganancias del sector, añade Bershidsky, se suma el embargo sobre productos agrícolas occidentales que Rusia impuso en respuesta a las sanciones internacionales tras la reincorporación de Crimea a su territorio.

FTRTMX



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