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Huracanes contra Estados Unidos, devastación de Harvey y amenaza de Irma


2017-09-06

Por Diony Sanabia / Prensa Latina


Centenares de miles de personas desplazadas de sus hogares, 34 mil en refugios y al menos 60 muertas fueron consecuencias del azote del huracán Harvey en el estado norteamericano de Texas, donde la recuperación durará meses.

Ese fenómeno llegó al territorio el 25 de agosto último con categoría cuatro de un máximo de cinco en la escala Saffir-Simpson, pero después se degradó a tormenta y depresión tropical.

Más allá de la disminución de la intensidad, el meteoro afectó también los estados de Luisiana, Tennessee y Kentucky, y provocó inundaciones calificadas recurrentemente por diversas voces como catastróficas, desconocidas y nunca vistas.

Su mayor impacto se produjo en la ciudad texana de Houston, la cuarta más poblada de Estados Unidos, y zonas aledañas, donde el Departamento de Bomberos local hizo un esfuerzo cuadra por cuadra para rescatar sobrevivientes y recuperar cuerpos.

La infraestructura sanitaria de la urbe padeció daños debido a la penetración del agua en hospitales, y ambulancias y helicópteros de evacuación médica estuvieron imposibilitados de realizar operaciones. Centros de salud vulnerables y hogares de ancianos optaron por sacar a sus pacientes fuera del territorio en las horas previas al evento, pero otros no actuaron de esa manera, pues desestimaron el nivel de peligro y caos que vendría después.

Según fuentes meteorológicas, Harvey vertió 374 mil millones de galones de agua dentro de los límites de Houston, con lo cual se excedió la capacidad de ríos, lagos y embalses, un resultado predecible para los expertos.

La tormenta no tuvo precedentes, pero la ciudad se ha estado engañando durante décadas sobre su vulnerabilidad a las inundaciones, consideró Robert Bea, miembro de la Academia Nacional de Ingeniería y estudioso de los riesgos de huracanes en la costa del Golfo de México.

El sistema de control de inundaciones de la urbe debería proteger al público de un evento que supuestamente ocurre cada un siglo, pero Bea lo califica como 'mentira de 100 años' pues se basa en cálculos de un total de lluvias de 330 milímetros en 24 horas.

Tales niveles se han registrado más de ocho veces en los últimos 27 años y, para el experto, el sistema está mal en dos aspectos: no es exacto sobre los riesgos pasados y no refleja lo que sucederá en la próxima centuria.

A juicio de los especialistas, las represas a lo largo de los ríos fueron construidas principalmente para el almacenamiento de agua, no para el control de inundaciones.

Como Texas es tan plano, las presas no pueden contener mucho líquido, a diferencia de las infraestructuras de su tipo en el oeste del país que se construyen en profundas gargantas.

ACCIONES DEL GOBIERNO

Para la administración del presidente estadounidense, Donald Trump, constantemente en el escrutinio público, Harvey constituyó la primera gran prueba de enfrentamiento a situaciones de emergencia.

Desde antes de la llegada del meteoro, el mandatario recibió llamados a responder de forma diferente al expresidente George W. Bush, cuyo Gobierno falló en la reacción ante el huracán Katrina, que dejó más de mil 800 muertos en Luisiana en 2005.

A diferencia de la actuación del otro gobernante republicano, Trump firmó una declaración federal de desastre para el territorio previo al impacto de Harvey en aras de liberar recursos y enfrentar los problemas, y visitó lugares afectados dos días separados.

Diversas voces criticaron al ocupante de la Casa Blanca por jactarse de esas acciones, vistas como una manera de hacer política a su peculiar modo, y advirtieron sobre la posible demora que puede tener la liberación de los fondos asignados, un paso que se decide en el Congreso.

Trump conversó el 2 de septiembre pasado con víctimas de Harvey en Texas y Luisiana durante un recorrido para examinar los daños causados por uno de los huracanes más costosos en la historia del país.

'Acabo de regresar a la Casa Blanca de los grandes estados de Texas y Luisiana, donde las cosas van bien. ÂíGran cooperación y coordinación!', escribió el mandatario en su cuenta personal de la red social Twitter cerca de la medianoche de ese sábado.

Durante la visita al estadio NGR, en Houston, convertido en un importante refugio, se refirió a la firma de varios documentos para obtener los 7,85 mil millones de dólares solicitados al Congreso como fondos de emergencia.

En dicha instalación, acompañado por su esposa, Melania, el gobernante estrechó las manos de afectados y voluntarios que participaron en las labores de rescate, ayudó a repartir cajas con alimentos, y posó para fotografiarse con evacuados.

Realmente, creo que la gente aprecia lo que se ha hecho muy eficientemente, muy bien, y eso es lo que queremos. Estamos muy contentos con la forma en que todo marcha, hay mucho amor, expresó ante reporteros presentes en el lugar.

Luego, se trasladó a Lake Charles, Luisiana, donde se reunió con trabajadores médicos de emergencia y miembros de la voluntaria Marina Cajun, que ayudó a rescatar a los residentes en los barrios devastados por las inundaciones.

DAÑOS MATERIALES

Aunque aún no se ha informado de manera oficial el costo exacto de Harvey, tres entidades independientes estimaron que provocó pérdidas de 70 mil a 108 mil millones de dólares.

Sin embargo, la empresa de meteorología AccuWeather calculó los perjuicios en casi 160 mil millones de dólares, lo cual, expuso en un comunicado, es similar al 'efecto combinado' de los huracanes Katrina y Sandy, este último en 2012.

A criterio de Joel Myers, su fundador y presidente, Harvey será el peor desastre natural para Estados Unidos, y la destrucción total supondrá el 0,8 por ciento del Producto Interno Bruto norteamericano. Los líderes empresariales, la Reserva Federal, los grandes bancos, y las compañías aseguradoras deberían empezar a gestionar el impacto negativo de esta catástrofe en los negocios, los ingresos corporativos y el empleo, sostuvo.

Myers advirtió que muchas partes de Houston serán inhabitables durante semanas y posiblemente varios meses debido al daño causado por las inundaciones.

OTRO HURACÁN

Cuando aún están demasiados frescos los estragos de Harvey, otro huracán, nombrado Irma y con la máxima categoría en la escala Saffir-Simpson, amenaza tras su paso por el Caribe al estado de Florida, cuyo gobernador ya decretó al territorio en emergencia.

También activó a un centenar de miembros de la Guardia Nacional, y ordeñó a otros siete mil a reportarse el 8 de septiembre, dos días antes del esperado impacto del evento climatológico.

No sabemos el camino exacto de este fenómeno, puede cambiar en cualquier instante, y mientras esperamos por lo mejor, debemos prepararnos para lo peor, manifestó Scott.

De acuerdo con el gobernador, resulta necesario hacer todo lo posible para preparar a las familias y las comunidades ante cualquier embate del cuarto huracán de la presente temporada ciclónica del Atlántico, que va del 1 de junio al 30 de noviembre.

El Centro Nacional de Huracanes aseveró que Irma constituye la tormenta más poderosa de la historia en el Atlántico registrada fuera del Mar Caribe y el Golfo de México.



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