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Niños afectados por el sismo bajo intenso estrés 


2017-09-12

Por Marcos Romero


(ANSA) - CIUDAD DE MEXICO, 12 SET - Los niños residentes en la zona del devastador terremoto del jueves pasado en el sureste de México, se encuentran sumidos en un fuerte estrés, temerosos de que se repita el movimiento de tierra o de perder a sus padres u otros familiares. Ante ello, una brigada de siete especialistas del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) trabaja desde hace tres días en Juchitán, en el Istmo de Tehuantepec, Oaxaca, la zona más castigada por el fenómeno, para atender las necesidades de los niños que sufren de estrés postraumático.

Entre otros síntomas, los infantes afectados "tienen pesadillas, se asustan al primer ruido, mojan la cama, pelean en la escuela, no se despegan de la madre, se atemorizan mucho en la noche y se niegan a regresar a sus casas", explicaron los especialistas.

Pressia Arin, representante adjunto de la organización, señaló que el objetivo por ahora es hacer un diagnóstico de la situación de los niños, los más desatendidos cuando ocurre una emergencia de esta naturaleza.

"Todos se enfocan en resolver las necesidades básicas como la comida, el resguardo, pero se olvidan de los niños que tienen necesidades diferentes, atención psicosocial, y eso es lo que andamos verificando para hacer recomendaciones al Estado y que se apliquen", señaló.

Según los expertos, el estrés psicológico al que se ven sometidos los pequeños puede durar hasta dos años, aunque hay quienes suelen "interiorizarlo" y lo manifiestan hasta seis meses de haberse sometido a una experiencia impactante como ésta.

Los expertos de la UNICEF han recomendado a las autoridades reabrir lo más pronto posible las escuelas para que los niños puedan exteriorizar sus miedos y aquello que les inquieta.

Para los casos en que las escuelas se desplomaron, se sugirió echar a andar las llamadas "aulas móviles".

Los niños y también algunos adultos de Juchitán, están recibiendo atención "psicoemocional" en los albergues donde fueron reubicados e inclusive le brindan algunos espectáculos de "payasos" para intentar "aliviar un poco su sufrimiento y tensión".

Algunos niños muy pequeños no entienden aparentemente lo que sucede, aunque de pronto notan que la rutina cambió y que sus padres los han tenido que llevar a vivir a otro lugar, como los refugios.

La UNICEF ha estado muy activa realizando labores de apoyo a familias afectadas por el terremoto, en particular a los niños de las familias más pobres, sobre todo en Juchitán, donde una de cada tres viviendas, aún aquellas construidas con materiales resistentes, colapsó.

Christian Skoog, representante de UNICEF en México, señaló que realiza un "mapeo" de albergues y un censo de familias afectadas, tareas que considera "fundamentales" para que "la distribución de ayuda humanitaria por parte de las autoridades responda a las necesidades específicas de la niñez".

Skoog expuso que "generalmente" los más pequeños son "la población más vulnerable en este tipo de situaciones". Los brigadistas del organismo hicieron notar que los refugios en Juchitán suelen permanecer "parcialmente vacíos" durante el día, "con pocos adultos al cuidado de los niños ya que muchos trabajan o tienen que proteger sus hogares de posibles robos". "En la noche, la población en los albergues aumenta considerablemente pero muchos de los afectados, particularmente los niños, se sienten más seguros durmiendo a la intemperie debido a las constantes réplicas, algunas bastante fuertes", expuso.

"A medida que se conoce la dimensión de esta emergencia, se hace evidente que aún queda mucho por hacer para cubrir las necesidades más urgentes de niñas, niños y adolescentes", según Skoog. 


 



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