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Se apagan esperanzas de sobrevivientes de sismo en México al llegar a sexto día


2017-09-24

Por Alexandra Alper y Lizbeth Diaz

CIUDAD DE MÉXICO (Reuters) - Rescatistas seguían el domingo en la búsqueda de supervivientes en un número cada vez menor de edificios destrozados después del terremoto más mortal de México en 32 años, mientras el presidente Enrique Peña Nieto instaba a la población a volver su atención a las labores de reconstrucción.

Contra todo pronóstico, la búsqueda continuó en un edificio de oficinas en ruinas en el barrio Roma de la Ciudad de México y en un apartamento de cinco pisos en el histórico Tlalpan, después de que el terremoto magnitud 7.1 del martes derribó decenas de construcciones y dejó al menos 318 personas muertas.

“No podemos garantizar que hay vida, lo que sí podemos garantizar es que removeremos la última piedra”, dijo Roberto Hernández, un voluntario de la brigada de rescatistas Topos que trabajaba en uno de los edificios colapsados.

En la Basílica de Guadalupe, la Iglesia Católica ofreció el domingo una misa por las víctimas del sismo, el peor desde el terremoto de 1985 que causó miles de muertos.

El desastre de esta semana habría dejado unos 30,000 hogares gravemente dañados en los estados adyacentes de Morelos y Puebla, y pérdidas económicas de entre 4,000 millones y 8,000 millones de dólares.

Las autoridades suspendieron los esfuerzos en la zona de clase media alta de Lindavista, tras retirar 10 cuerpos de los escombros; mientras que en un edificio de apartamentos de Tlalpan las labores de rescate fueron detenidas brevemente el sábado debido a un terremoto de magnitud 6.2 que sacudió el sur de México y que volvió a expandir el miedo en la capital.

Pero dentro del caos también algunas personas trataban de retomar sus vidas.

“Tenemos miedo, pero la vida tiene que continuar. Mañana llevaré a mis hijos a la escuela y que sea lo que Dios quiera”, dijo Claudia Avila, que desayunaba con su familia en un restaurante que abrió sus puertas en uno de los barrios más afectados.

CUESTIONAMIENTOS A POLÍTICOS

La respuesta del Gobierno al desastre está bajo estrecho escrutinio, previo a las elecciones presidenciales del próximo año.

La frustración ha crecido entre los miles de personas que quedaron sin hogar, con críticas acerca de que la reacción del Gobierno palidece en comparación con el flujo de apoyo voluntario tanto en los trabajos de rescate como en las donaciones de alimentos.

Cuando el terremoto del martes golpeó a México, el país ya comenzaba a recuperarse del sismo del 7 de septiembre, por el que fallecieron 98 personas.

Las réplicas del sábado esparcieron el temor entre la población traumatizada, en tanto que algunas cenizas que acompañaron breves explosiones del volcán Popocatepetl fue otro recordatorio de la volátil geografía de México.

El presidente mexicano trató de rechazar las críticas destacando la ayuda gubernamental a los sobrevivientes en una gira el sábado en Jiquipilas, en el empobrecido estado sureño de Chiapas, que fue golpeado por el sismo anterior.

“Tengan la seguridad de que el gobierno federal está aquí, el Estado y los gobiernos locales, apoyándolos, mano a mano, para reconstruir”, afirmó.

Pero muchos mexicanos desconfían de los políticos que utilizan el terremoto para anotar puntos antes de las elecciones de 2018, que se ven como un referéndum sobre el balance del Partido Revolucionario Institucional (PRI) desde que regresó al poder en 2012.

El agricultor Francisco Honoraro, un campesino de 46 años de edad en la fértil delegación de Xochimilco en la Ciudad de México, vive en la calle mientras espera a que las autoridades evalúen el daño a su casa, actualmente sostenida por vigas de madera.

“Esto va a convertirse en un asunto político, de campaña y una fuente de ganancias: Si me apoyas y votas por mí, te ayudaremos”, dijo.



JMRS


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