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El Gobierno de la Ciudad de México pone en marcha el plan de reconstrucción 


2017-09-27

Luis Pablo Beauregard, El País

Miguel Ángel Mancera, el jefe de Gobierno de la Ciudad de México, ha puesto en marcha este martes un plan para reconstruir la capital tras el terremoto del 19 de septiembre, que ha dejado hasta el momento 194 personas fallecidas. El alcalde, que ha tenido que aplazar sus aspiraciones presidenciales por la emergencia, anunció una serie de ayudas económicas para los habitantes afectados por el sismo de magnitud 7.1 de la semana pasada. El plan se ha lanzado en medio de críticas que han hecho los capitalinos a su Administración por la inacción ante la crisis.

El Gobierno de Mancera, del PRD, ha montado 18 carpas en diferentes puntos de la ciudad. En cada una de ellas hay representantes de 20 secretarías de la Administración local. Tan solo este martes acudieron a estos centros de atención 4,500 ciudadanos con diversas inquietudes. Los funcionarios recibieron 1,200 solicitudes para revisar las estructuras de varios inmuebles en la ciudad. Otras 1,100 personas pidieron apoyos monetarios para pagar la renta.

Por la mañana, Mancera afirmó que su Gobierno dará 3,000 pesos a 10,000 familias para cubrir parte de los alquileres. “Es una ayuda temporal porque confiamos en nuestros procesos de recuperación de los inmuebles”, afirmó el jefe de Gobierno esta mañana en el Palacio del Ayuntamiento.

El Instituto de Vivienda de la Ciudad de México también tiene una bolsa de 50 millones de pesos (2.7 millones de dólares) para destinar a un universo de casi 12,000 edificaciones. Los peticionarios que lo deseen podrán solicitar hasta 8,000 pesos (445 dólares) para reparar vidrios, fisuras y para reponer recubrimientos sobre los muros. Estas ayudas estarán disponibles una vez que se solicite una cédula de atención y una brigada del Gobierno acuda al domicilio para estudiar los desperfectos.

Los habitantes de los 1,300 inmuebles que han sido marcados con el color amarillo, que tienen daños significativos pero no estructurales, podrán recibir consejo de asociaciones de desarrolladores inmobiliarios y recibir créditos preferenciales para realizar las obras.

Las víctimas con residencia en inmuebles catalogados con color rojo, los más afectados pues tienen daños estructurales, recibirán dinero del Fondo de contingencias de la Ciudad de México y de la Sociedad Hipotecaria Federal con créditos preferentes. A estos recursos podrán sumarse otros como los que envía el Gobierno Federal a las 16 delegaciones (municipios) a través del Fondo de Desastres Naturales, compuesto por 9,000 millones de pesos (501 millones de pesos).

La carrera por la presidencia

La noche del lunes, familiares de las personas atrapadas en el derrumbe de Álvaro Obregón 286 se quejaban del abandono de las autoridades. “Aquí el Gobierno no ha hecho nada, quienes nos ayudan es el pueblo”, dijo Marisela Castillo, que halló el cuerpo de su sobrina en el Servicio Médico Forense a pesar de que le habían dicho que no la habían hallado aún. Otro familiar dirigía su ira a Miguel Ángel Mancera. “No sé por qué no has puesto un pie aquí si todos estamos esperando a que hagas algo”, increpó Adolfo Rogel a una televisora.

La crisis generada por el terremoto ha aparcado momentáneamente las aspiraciones presidenciales de Mancera, quien formaba parte de una lista de contendientes que aspiran a la candidatura del Frente ciudadano, la alianza que el PRD y el PAN (derechas) han formado rumbo a las elecciones de 2018.

El domingo 17 de septiembre, dos días antes de la tragedia, Mancera rindió su quinto informe de gestión. El jefe de Gobierno hizo, en un largo discurso, un resumen de su Gobierno y perfiló su salida del cargo, que se iba a dar en octubre. Sus planes, sin embargo, fueron víctimas del terremoto que ocurrió 48 horas después. El sismo provocó que Mancera se acuartelara en el C-5 para seguir de cerca los trabajos de los funcionarios de la capital. Desde entonces su actividad política se ha diluido.

Mancera tiene frente a él la prueba más dura de su Gobierno. La gestión de esta crisis será la que determine en buena medida si tiene posibilidades reales o no de convertirse en candidato a la presidencia de México. La ley exige que todo funcionario que aspire a ese cargo deberá dejar su cargo para el 31 de diciembre. Para Mancera el camino será más largo que nunca. 



yoselin


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