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Miles de británicos, contra el "monstruo" del Brexit 


2017-10-02

CARLOS FRESNEDA / El Mundo

El "monstruo" del Brexit marcó el camino. La criatura amorfa y fallera, con las cabezas de Theresa May, Boris Johnson, Michae Gove y David Davis, abrió la multitudinaria manifestación pro-europea de Manchester. Un río de banderas azules recorrió las calles de la ciudad industrial hasta las puertas del Hotel Midland, para cantar serenata a la premier en el arranque de la conferencia del Partido Conservador.

Por tercera vez en un mes, más de 50,000 británicos hicieron causa común y acudieron al reclamo anti-Brexit, que vuelve a sonar con fuerzas renovadas en medio del fiasco de la negociaciones y entre las divisiones que no cesan en el gabinete May. En un mensaje dirigido a los conspiradores de su propio partido, May declaró que piensa continuar en su puesto, culminar la salida de la UE y crear "un país que funcione para todos".

La caricatura gigante de May, en una lucha imposible con los miembros de su gabinete para ponerle el calcetín de la Union Jack al "monstruo" del Brexit, fue sin embargo la imagen que marcó la primera jornada del cónclave de los 'tories' en Manchester, inundada de banderas, silbatos y consignas pro-europeas en cada esquina y en alguna que otra ventana.

"La única salida al caos creado de antemano por el Brexit es una segunda votación, para decidir cuál será realmente nuestro papel en Europa", declaró el líder liberal-demócrata Vince Cable, que se puso al frente de la comitiva y pidió al líder laborista Jeremy Corbyn que se sume a la petición de un nuevo referéndum.

Con peluca azul europea, Yvonne Harlech se sumó a los manifestantes desde Chester, donde presume de tener vecinos españoles. "Uno de ellos acaba de tener un niño, y te puedes ihmaginar el dilema que tiene sobre su futuro y el de su ijo", advirtió Yvonne. "Yo también tengo una casa cerca de Granada, y acaricio la idea de retirarme allí algún día, y espero sinceramente que el Brexit no se interponga".

Yvonne es votante laborista, pero reconoce su distancia insalvable con su líder en el tema del Brexit: "Si Jeremy Corbyn se hubiera mojado en esta asunto, y hubiera defendido los intereses de la mayoría de los militantes, no estaríamos ahora mismo en esta situación".

De Stratford-on-Avon, la cuna de Shakespeare, llegó hasta Manchester un autobús pro-europeo. Pertrechado con una pancarta del bardo, circundado por estrellas, Jonathan Baker defendía así el europeísmo del autor de Hamlet: "Shakespeare habría sido claramente un "remainer" (partidario de la permanencia). Casi todas sus grandes tragedias ocurren en países europeos... Aunque el Brexit tiene más bien tintes tragicómicos, digamos que es un obra inconfundiblemente inglesa".

La sindicalista Paula Baker, de Unison, arengó a los manifestantes congregados en el Parque de Todos los Santos y pidió a los laboristas que salgan del "armario europeo" y proclamen sin rodeos su sentimiento anti-Brexit: "La salida de la UE no va a beneficiar a los trabajadores. Ya lo estamos notando en los bolsillos y ahora nos van a arrebatar nuestros derechos. Los "tories" quieren aprovechar la situación para perpetuar su yugo sobre los menos favorecidos".

Sarah Barking, profesora de instituto, se vino desde Londres a Manchester con su unicornio rosa anti-Brexit, marcando con el cuerno el camino: "Todo es tan fácil como quedarnos como estamos. Ahora que han salido a luz las mentiras, ahora que estamos pagando el doble coste del Brexit y de la austeridad, la gente debería tener otra oportunidad para votar y decidir si nos vamos o si seguimos".

Desde Milton Keynes, la pequeña Leslie Sullivan, de siete años, llegó a Manchester con un regalo especial para Theresa May: una escoba. "En casa le llamamos la bruja, y nada nos gustaría más que se fuera volando", explicaba su madre, Nancy. "Trabajo para una multinacional y tenemos a más de trescientos europeos en nómina. Muchos de ellos tienen ahora la triste sensación también de estar volando en una escoba".

Nicola Ferraci, estudiante italiano en la Universidad de Manchester y trabajador con un contrato de "cero horas" en un café local, encabezó la comitiva de ciudadanos europeos "con un pie fuera del Reino Unido". "Nos lo están poniendo cada vez más difícil para estudiar, para alquilar o para vivir siquiera", denunció en el arranque de la marcha. "Dan ganas de marcharse y dejarles solos y en su isla".

'En el limbo', narró a micrófono a abierto el "drama humano" que el Brexit está suponiendo para los más de tres millones de ciudadanos europeos: "Desde la holandesa viuda de británico que pierde repentinamente todos sus derechos, a los europeos que reciben cartas de deportación o las familias "mixtas" que pueden quedar totalmente divididas".

"¡No nos llaméis expatriados, llamadnos inmigrantes!", proclamó por su parte Sue Wilson, del grupo Bremain in Spain. "Somos más de medio millón de británicos que vivimos en España y estamos en una situación de incertidumbre total. El Gobierno dijo que íbamos a ser su prioridad y ni siquiera han querido escucharnos. No somos "monedas de cambio" en una negociación sin fin. Somos ciudadanos europeos y queremos seguir siéndolo".



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