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Flynn confiesa, Trump más vulnerable
Pero lo que más preocupa a la Casa Blanca es que el ex consejero para la Seguridad Nacional se habría manifestado dispuesto a declarar en contra del presidente. Y, según dejaron trascender algunas fuentes, ya le habría explicado a los investigadores que la orden de contratar al diplomático ruso la recibió directamente de algunos responsables del equipo de Trump durante el período de transición de la presidencia de Barack Obama a la del republicano. De repente, el ex general Flynn -quien podría ser condenado a cinco años de cárcel pero prometió su máxima colaboración con los investigadores- pasó de ser uno de los hombres más fieles de Trump a su peor pesadilla. Es la cuarta persona en ser acusada por el caso del Rusiagate, pero la primera que tuvo un rol de máxima importancia en la Casa Blanca. Y detrás de su cabeza podrían caer otras del círculo íntimo de Trump: la primera, la de su yerno, Jared Kushner, investigado desde hace tiempo. También, la de Donald Junior. Tanto el esposo de Ivanka como el hijo mayor del presidente están también involucrados en las reuniones que mantuvo Flynn con el embajador Kislyak. Son dos los episodios sobre los que Flynn admitió haber mentido al FBI en enero pasado. En el primer encuentro con el diplomático ruso, el ex consejero para la Seguridad Nacional habría presionado para que Moscú ayudase a Estados Unidos e Israel a "asesinar" en el Consejo de Seguridad de la ONU una resolución que condenaba los asentamientos israelíes en territorio palestino. Habría sido el premier israelí, Benyamin Netanyahu, quien le habría pedido a Trump que hiciera lobby en el Kremlin. En la segunda conversación, que terminó en la mira del fiscal especial Robert Mueller, Flynn habría discutido con Kislyak las sanciones estadounidenses a Moscú. En especial, habría solicitado evitar una escalada en las relaciones con Washington tras las medidas anunciadas por el gobierno de Obama, destinadas a castigar a Rusia por sus interferencias en las elecciones presidenciales estadounidenses. La Casa Blanca parece tirar agua al fuego: "el caso Flynn involucra solo a él y a ninguna otra persona", aseguró un portavoz. Solamente el anuncio de que la reforma de impuestos estaría por llegar provocó algo de confianza en los inversores. Pero lo que debía ser una fiesta para Trump se transformó, de hecho, en una de las jornadas más negras de su mandato. regina |
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