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Prevén fuga millonaria por reforma fiscal de Trump

2017-12-07

(ANSA) - CIUDAD DE MEXICO, 7 DIC - La reforma fiscal aprobada en el Senado de Estados Unidos y promovida por el presidente Donald Trump infligirá un golpe espectacular a México y los expertos estiman que la fuga de capitales oscilaría entre 9,000 y 11,000 millones de dólares.

Economistas y expertos en impuestos calculan que el mayor revés, sin embargo, sería en la expectativa de recepción de capitales, es decir, no el dinero que se vaya sino el que probablemente "nunca llegará".

Los especialistas descartan la "ley del Talión" sobre la forma en que México podría reaccionar a esa enmienda, que permitirá reducir de 35 a 20% el impuesto sobre la renta de las grandes compañías y que, según la oposición demócrata, beneficiará a los millonarios y golpeará a la clase media.

La directora de análisis económico y financiero de Banco Base, Gabriela Siller, dijo que "a México no le convendría responder con una reforma espejo porque pone en riesgo las finanzas públicas y la calificación crediticia".

Siller estimó que una de las alternativas puede ser "reaccionar con una reforma transversal en la que no sólo disminuyan los impuestos, sino que vaya acompañada de un recorte al gasto público hacia 2020".

La reforma, que va a ser analizada ahora por la Cámara de Representantes, contiene tres impuestos pero la repatriación de capitales es descrito por los especialistas mexicanos como "el más agresivo", pues prevé impuesto cero a quienes regresen inversiones a Estados Unidos.

Los legisladores de la Cámara Baja pretenden un impuesto de 5 a 10% y si fuera el caso de esto último, la salida de capitales sería de alrededor de 9,000 millones de dólares.

"Esto tiene que ver con la reinversión de utilidades, porque en México hay compañías estadounidenses que van reinvirtiendo sus ganancias y si se lleva la repatriación de capitales a 10% a Estados Unidos, sacarían sus recursos en lugar de reinvertirlos en el país", afirmó Siller al diario El Universal.

El vicepresidente del Colegio de Contadores Públicos, Gerardo Alfaro, también está de acuerdo con que la consecuencia más poderosa de la reforma fiscal a México sería en la esperanza de recibir capitales.

Un gravamen corporativo de 20% es muy seductor pues este país cobra un impuesto sobre la renta del 30% a las corporaciones por lo que se volvería "menos competitivo para captar o retener las inversiones en el país".

No obstante, hay expertos que opinan que México sigue siendo un destino atractivo por su mano de obra, por la calidad de su fuerza de trabajo y por las ventajas que ofrece para la instalación de nuevas empresas.

Herbert Bettinger, director de Bettinger Asesores, propone como respuesta ante el impacto negativo de la reforma fiscal de Estados Unidos un "mecanismo de autodefensa" que podría ser grabar la salida de capitales.

La desventaja es que también podría ser aplicado por el país vecino en una actitud de revancha y las cosas se podrían poder más feas. El analista Leo Zuckermann recomendó que México adopte una legislación análoga a la de Estados Unidos si "quiere seguir siendo competitivo" y "bajar su tasa a un nivel similar" a la de su vecino.

"El problema es que esto generaría una presión sobre las finanzas públicas que apenas se están recuperando del mal manejo de este gobierno durante sus primeros cuatro años. Al reducir la tasa del ISR se caerían los ingresos tributarios", afirmó. Zuckerman consideró que esto "podría compensarse" con un aumento en la tasa del impuesto al consumo o su generalización, pues actualmente los medicamentos y algunos productos básicos están exentos, pero estimó que "no existen condiciones políticas" para ello.

El tema podría convertirse en una "papa caliente" para el gobierno en particular en una coyuntura muy delicada pues en unos meses, en julio próximo, habrá elecciones presidenciales.

Así, de la forma en que el gobierno maneje el tema dependerá que los votantes premien o castiguen en las urnas al oficialista Partido Revolucionario Institucional (PRI, centro) y a su inminente candidato, el tecnócrata José Antonio Meade.