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Al final, Ford ensamblará su autos eléctricos en México 


2017-12-11

Neal E. Boudette, The New York Times


Hace casi un año, después de fuertes críticas por parte del entonces presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, Ford Motor Company canceló sus planes de construir una planta automotriz con un costo de 1600 millones de dólares en México y anunció que en vez de eso equiparía una fábrica en Michigan para construir modelos eléctricos e híbridos.

Ahora el fabricante de autos cambia de nuevo sus planes e intentará ensamblar nuevos autos eléctricos en México, no en Michigan. Pero el lugar en Michigan recibirá una inversión aún más grande de lo planeado con anterioridad y se enfocará en realizar vehículos autónomos.

El cambio ocurre cuando el gobierno de Trump ha impulsado la renegociación el Tratado de Libre Comercio de América del Norte con Canadá y México. Pocas industrias han resultado más afectadas por el acuerdo que el sector automotor, el cual se apresuró a construir plantas en México en el pasado reciente para aprovechar los salarios más bajos y los numerosos acuerdos comerciales del país.

A finales del mes pasado, el vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, se reunió con altos ejecutivos de Ford, General Motors y Fiat Chrysler para conversar sobre comercio y los esfuerzos de renegociación. Los fabricantes de autos han estado preocupados de que los cambios al acuerdo comercial, como las regulaciones que requieran del uso de más autopartes hechas en Estados Unidos, podrían elevar el costo de los vehículos producidos en las plantas mexicanas y dañar el valor de las plantas que han construido.

Sherif Marakby, el vicepresidente de vehículos autónomos y electrificación de Ford, dijo el jueves que la compañía había modificado sus planes para la planta en Michigan —en la ciudad de Flat Rock, a 40 kilómetros al suroeste de Detroit— porque ahora espera que el mercado de vehículos autónomos para taxis y flotillas de entregas crezca rápidamente después de que salga de la fábrica su primer modelo en 2021.

“Queremos asegurarnos de que tenemos la capacidad en Flat Rock cuando comencemos”, dijo en una entrevista. “Estamos muy optimistas de que creceremos en volumen en el negocio de los vehículos autónomos”.

Ford ahora planea invertir 900 millones en sus instalaciones de Flat Rock, un aumento de los 700 millones antes previstos. La compañía dijo que el cambio a vehículos autónomos generaría 850 trabajos ahí, 150 más de los que se esperaban antes.

Producir autos eléctricos en México le permitirá a Ford aprovechar los bajos costos de los empleados y mejorar la “condición” de ese negocio, dijo Marakby.

El cambio de planes de Ford fue reportado por The Wall Street Journal y posteriormente confirmado por el fabricante de autos.

Los vehículos eléctricos tienden a ser caros de producir y generan márgenes de ganancias escasos o incluso causan pérdidas de dinero porque las baterías siguen siendo costosas y el volumen de ventas permanece bajo. Los salarios en las plantas automotrices en México en pocas ocasiones superan los 10 dólares la hora, en comparación con los 29 dólares la hora en Estados Unidos.

“Si estás preocupado por tus márgenes en tu vehículo eléctrico, mudar la producción a México no es una mala idea”, dijo Mike Ramsey, un analista de la industria automotriz en Garner.

Ford planea comenzar a ensamblar un pequeño vehículo utilitario eléctrico en una planta en Cuautitlán, en el Estado de México (al norte de Ciudad de México), en 2020. El vehículo supuestamente podría recorrer casi 500 kilómetros antes de recargar su batería, al darle una autonomía de viaje más grande que la de cualquier auto eléctrico en el mercado actual.

Ford planea seguir ese modelo de negocio con al menos doce vehículos eléctricos como parte de una estrategia global más amplia. Ford y otros fabricantes esperan que las ventas de autos eléctricos aumenten en los próximos años conforme China, los países de la Unión Europea y otros presionan a las compañías de autos a reducir las emisiones.

El cambio de Ford no causó ningún comentario público inmediato de parte del presidente estadounidense. Mientras realizaba su campaña el año pasado, Trump criticó en repetidas ocasiones a la empresa por su plan de construir una pequeña planta automotriz en México; también criticó a General Motors por importar vehículos Chevrolet de una planta mexicana.

En enero, en los días previos a la toma de posesión de Trump, Ford anunció que cancelaba la nueva planta y que invertiría ese dinero en Flat Rock. Eso provocó elogios provenientes del entonces presidente electo.

Sin embargo, en mayo, Ford destituyó a su director ejecutivo, Mark Fields, y lo remplazó coh Jim Hackett. Bajo la gestión de Hackett, Ford parece haber tomado un nuevo rumbo. En una de sus primeras decisiones, puso en marcha un plan para importar vehículos compactos Focus a Estados Unidos desde una planta en China.



yoselin


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