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Gaza: o reconciliación palestina o conflicto


2017-12-17

Laura Fernández Palomo

Gaza, 17 dic (EFE).- Pocos en la Franja de Gaza entienden en qué fase está una reconciliación palestina que no perciben, ni saben hacia dónde se dirige, pero de lo que están seguros es que, de fracasar, generará otro conflicto.

El estudiante Ahmed Luba lamenta haber perdido el entusiasmo de los primeros días de conocerse el pacto, en octubre, con el que pensó que a sus 19 años podría por fin viajar al extranjero, esperanzado por que la reconciliación política entre el movimiento islamista Hamás y el nacionalista Al Fatah tuviera como primer síntoma el alivio de una década de bloqueo impuesto sobre la Franja.

El paso fronterizo con Egipto sigue cerrado, salvo aperturas puntuales, y la electricidad solo llega a casa de Luba cuatro horas al día, así que tanto él como sus compañeros de la Universidad Islámica de Gaza comienzan a sentirse inquietos, reconocen a Efe frente al campus en el que estudian.

De la euforia a la decepción, de nuevo. Para el gazatí Mohamed Abuhashem es el aspecto que más le preocupa de esta reconciliación que se ha vuelto a estancar, más que el que todavía no sepa si será posible su reincorporación como funcionario público.

Este exprocurador militar de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), retirado de su puesto hace una década cuando Hamás tomó el control en Gaza tras expulsar por la fuerza a las milicias leales a Fatah y comenzó la división, tampoco es optimista y alerta del sentimiento de frustración que puede generar entre la población, sobre todo entre los jóvenes.

"Creo que si la reconciliación no avanza, las cosas irán a peor por la presión de las facciones palestinas, que pueden volver a la lucha contra el asedio, a disparar contra ciudades israelíes, lo que podría llevar a Israel a iniciar otra agresión. Y eso Gaza ya no se lo puede permitir", declara a Efe Abuhashem.

Se expresa en la línea que lo hizo Naciones Unidas consciente de la dificultad de estos procesos que han fallado una y otra vez.

"No debe permitirse que el proceso fracase. Si ocurre, lo más probable es que tenga como resultado otro devastador conflicto. Bien desencadenado por el colapso de la ley y el orden en Gaza, bien por la imprudente acción de extremistas o por elección estratégica", advirtió en noviembre el enviado de la ONU para Oriente Medio, Nikolai Mladenov.

Algunos pasos se han dado: La ANP ha tomado el control de parte de los ministerios y de los pasos fronterizos, donde agentes de Hamás todavía vigilan las puertas exteriores y mantienen una presencia testimonial, señal de que la transferencia total de la seguridad interna no se ha completado, uno de los escollos de las negociaciones.

Las fotos del presidente palestino, Mahmud Abás, y la del histórico líder Yaser Arafat (fallecido en 2004 en París), presiden la sala de espera de los cruces y algunas instituciones gubernamentales, mientras ondean en las farolas banderas de Egipto, promotor del acuerdo, como resto de las ceremonias que se han celebrado para escenificar la reconciliación.

Pero en la calle la población no percibe cambios, la ANP mantiene las sanciones financieras con las que presionó a Hamás antes del acuerdo y la gente asiste decepcionada a los aplazamientos de las fechas límites que anuncian para que la ANP tome el control total del enclave, la del día 1 de diciembre y la del 10, retrasadas sin explicaciones y sin fijarse nueva fecha.

Los entresijos del acuerdo son un misterio entre expertos y ciudadanos como Abuhashem, que insiste en que las expectativas que se han generado entre la población han sido demasiado altas.

"Piensan incluso que cuando la ANP vuelva, Israel aliviará el bloqueo y aunque puede que tengamos más opción de negociar, Gaza no cambiará de la noche a la mañana. Este es un proceso que necesita tiempo, pero si no se empieza a notar, las consecuencias serán peores", advierte.



JMRS


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