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La Casa Blanca moviliza a la Administración para incentivar la venta de armas


2018-01-10

 

Washington, 10 ene (EFE).- La Casa Blanca trabaja en un proyecto, que contará con la participación de diversas carteras del Ejecutivo, con el objetivo de promover la venta de armas a otros países, para lo que está evaluando modificar las actuales directrices que regulan este tipo de operaciones.

Esta medida, que podría ser aprobada en las próximas semanas, según confirmaron a Efe fuentes de la Administración, implicaría principalmente a los Departamentos de Estado, Defensa y Comercio y conllevaría la modificación de la política de Venta de Armas Convencionales (CAT, por sus siglas en inglés) con el objetivo de "simplificar y acelerar" este tipo de operaciones.

"Existen maneras de fomentar las exportaciones, sin atentar contra nuestra preocupación por la proliferación (armamentística). Existe una oportunidad para realizar negocios adicionales en el área de Defensa y apoyar a la industria estadounidense y la creación de puestos de trabajo", apuntan desde la Administración.

Por este motivo, el presidente Donald Trump se ha propuesto crear una nueva Iniciativa para la Venta de Armas, que vendría a ser, en realidad, una actualización de la anterior normativa, solo que con "las palabras y las prioridades" de la actual Administración.

Debido a la complejidad de las operaciones armamentísticas, en el que los precios y los plazos de entrega son apenas un pequeño peldaño en la larga escalera que representa toda la operación de compra-venta, este tipo de transacciones puede demorar meses e incluso años.

Estados Unidos, además, dice vender armamento solo en caso de que la operación no entre en conflicto con sus intereses nacionales, que el material no vaya a ser empleado en acciones militares que podrían atentar contra los derechos humanos y que la transferencia no genere un desequilibrio de poderes en una determinada región, lo que implica todo un proceso de control que ralentiza las transferencias.

"Lo que no va a cambiar es nuestra atención a la seguridad nacional, política exterior y respeto a los Derechos Humanos, que seguirán siendo esenciales en nuestro proceso de venta de armas", se afirma en un comunicado oficial al que ha tenido acceso Efe.

No obstante, sí se observaría la introducción de cambios significativos en el CAT con el fin de simplificar este tipo de condicionantes de forma que los funcionarios estadounidenses puedan promover una venta tentativa en los distintos países donde trabajen, si bien no se elaborará ninguna operación específica "hasta que no se haya tomado una decisión de alto nivel en Washington".

"Una vez que se ha tomado la decisión, lo que buscamos es nuevas maneras de hacer las cosas más rápidamente, que el proceso sea menos burocrático y darle el poder al personal de nuestras embajadas, de nuestras Oficinas de Cooperación en Defensa y de todo el Gobierno para que fomenten este negocio", explicaron fuentes de la Admnistración a Efe.

Además de reducir la burocracia, la Administración Trump también estaría considerando incluir en su listado de armamento cuya venta está dispensada de la aprobación del Congreso algunos tipos de municiones y armas ligeras, de manera que su venta pudiera correr por cuenta directamente del Departamento de Comercio.

Esta es una medida que ya empezó a aplicar en su día el expresidente Barack Obama (2009-2017) y que facilitaría la venta de pistolas, armas de caza y fusiles no automáticos a otros países sin tener que someterse al escrutinio del Congreso.

Estados Unidos cerró el último ejercicio fiscal con ventas de armamento por valor de 41.930 millones de dólares, lo que supone un aumento significativo en relación con el ejercicio de 2016, cuando supusieron un ingreso de 33,600 millones de dólares en las arcas del país. 



regina


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