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En los estadios sauditas ahora hay un sonido inédito: la voz de las mujeres


2018-01-17

Ben Hubbard, The New York Times


En este partido de fútbol en Arabia Saudita, cuando se anotó el primer gol, un nuevo sonido se unió al alboroto de las porras en las gradas: el de las mujeres.

En el reino islámico, obsesionado con el fútbol, pero ultraconservador, el partido del 12 de enero entre los equipos locales Al Ahli y Al Batin en Yeda fue la primera vez que se permitió a las mujeres asistir a un juego en un estadio público, un nuevo paso en los esfuerzos gubernamentales por hacer más laxas las restricciones impuestas según el género.

Arabia Saudita ha sido desde hace tiempo uno de los lugares del mundo con más limitantes para las mujeres. Una combinación de religión, costumbres sociales y regulaciones gubernamentales ha dictado qué deben vestir y les ha impedido conducir, ocupar diversos trabajos y viajar sin restricciones.

Sin embargo, estas reglas han comenzado a cambiar durante el gobierno del rey Salmán, quien se convirtió en el monarca saudita en 2015; también han sido impulsadas por su hijo, Mohamed bin Salmán, de 32 años, el príncipe heredero del país.

Bin Salmán le ha retirado algo de autoridad a la policía religiosa, ha puesto a mujeres en cargos prominentes que antes jamás habrían podido ocupar y ha prometido eliminar la prohibición a que las mujeres conduzcan en junio.

Estos esfuerzos son parte de reformas más amplias que ha impulsado con la intención de reestructurar la economía saudita, alejándola de su dependencia del petróleo, atemperando la retórica religiosa del reino y proporcionando nuevas opciones de empleo y capacitación para la cuantiosa población joven del reino, incluyendo a las mujeres.

La decisión de permitir a las mujeres asistir a partidos de fútbol —pese a que es en “secciones familiares” que las mantienen separadas de donde se sientan únicamente hombres— es parte de esos esfuerzos. También busca hacer que las familias sauditas gasten más dinero en formas de entretenimiento domésticas, en lugar de ir al extranjero para divertirse.

Antes del partido de fútbol, hubo otra pequeña señal de cambio: se abrió la primera sala de exhibición de autos dedicada a clientas.

En el juego, un antiguo periodista deportivo saudita compartió una foto de acomodadoras preparándose para recibir a las fanáticas y a sus familias. Las mujeres vitorearon cuando el locutor leyó los nombres de los jugadores y cuando los equipos se pusieron frente a frente.

El fútbol es muy popular en Arabia Saudita. Hay muchos seguidores de ligas locales e internacionales, pero las entusiastas tenían que contentarse con ver a sus equipos favoritos por televisión.

Muchas mujeres emocionadas por la oportunidad de ver los partidos en vivo —y también hombres que se oponen a ello— inundaron las redes sociales el día del partido, utilizando las etiquetas en árabe #FamiliasEntrandoAEstadios y #LaGenteDaLaBienvenidaALasMujeresEnlosEstadios.

“Esto es mucho más que derechos de las mujeres”, escribió Fatimah S. Baeshen, vocera de la embajada saudita en Washington, en un tuit, y añadió: “Yo les voy a las mujeres”.

“No veo que dejar que las mujeres entren a los estadios sea incorrecto o prohibido”, tuiteó la usuaria Manayer al Qahtani. “Por el contrario, no va en contra de la religión ni de las costumbres y tradiciones. Muchas chicas siguen el fútbol y nos reunimos a la hora de los partidos. Es un derecho legal que tenemos”.

Sin embargo, algunas personas usaron las etiquetas para criticar el suceso y escribieron que el lugar de las mujeres está en su casa, enfocadas en criar a sus hijos y en preservar sus creencias, no en un estadio donde las multitudes de hombres pueden maldecir y agitarse.

El estadio del reino no había sido construido con las fanáticas en mente, así que se hicieron modificaciones para que puedan asistir a los partidos. La Autoridad General Deportiva gubernamental señaló antes del 12 de enero que hasta ese momento había tres estadios para recibir a las mujeres, con la adición de secciones privadas para ellas y para sus familiares hombres, así como baños para mujeres e incluso zonas de oración.

Aunque los boletos costaron solo 20 riales (5,33 dólares), en el partido del viernes la sección familiar no se llenó ni a la mitad. Sin embargo, la anticipación al juego fue alta en redes sociales. La gente compartió fotos de fanáticas preparándose para entrar al estadio.

Fue un gran cambio respecto a lo sucedido en 2015, cuando arrestaron a una saudita que trató de asistir a un partido en Yeda después de que los oficiales de seguridad la detectaron; vestía pantalones, una camisa de mangas largas, sombrero y gafas de sol para evitar ser notada, según reportes de los noticiarios locales.

En el partido del 12 de enero, Al Ahli derrotó a Al Batin 5-0 en el partido de la liga premier, según la Gaceta Saudí.

Reema bint Bandar Al Saud, una integrante de la familia real, asistió al juego y escribió en Twitter: “Hoy, brindaron alegría a todas las familias y mujeres sauditas que asistieron al primer juego. Este es un momento histórico para el reino”.



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