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Las grandes economías del mundo están creciendo de nuevo 


2018-02-06

Peter S. Goodman, The New York Times


LONDRES — Una década después de que el mundo cayera en una devastadora crisis económica, finalmente ha llegado a un punto de inflexión para una reactivación. Las principales economías del planeta se están expandiendo y una ola de crecimiento está creando empleos con lo que la suerte de las personas empieza a mejorar y se atemperaron los temores de descontento popular.

No hay una sola explicación generalizada sobre cómo el mundo por fin escapó de la recesión mundial. El impulso en Estados Unidos se debe en parte a un mayor gasto gubernamental durante el gobierno de Barack Obama y a un reciente recorte de impuestos por 1500 millones de dólares. En Europa parece que por fin se sintieron los efectos de que el banco central emitiera tanto dinero.

En términos generales, la mejora se debe menos a que se haya encontrado una nueva fuente de riqueza que al simple hecho de que muchas de las fuerzas destructivas que derribaron el crecimiento por fin se quedaron sin potencia.

La recuperación mundial dista mucho de tener un paso acelerado y los riesgos geopolíticos amenazan con acabar con ella. Muchos economistas son escépticos de que los beneficios del crecimiento vayan más allá de la clase educada, rica y políticamente conectada que ha captado la mayor parte del botín en muchos países, mientras que buena parte de la clase obrera y otros trabajadores se han quedado atrás con salarios estancados a pesar de que las tasas de desempleo se han desplomado.

Aun así, el hecho de que la economía de las zonas importantes del globo se esté expandiendo es una fuente de optimismo. No hay garantía de que esta fase expansiva vaya a traer una mayor igualdad económica; sin embargo, el ahora se siente similar al inicio de un crecimiento en evolución que podrá reforzar los salarios y aumentar la seguridad de las vidas de clase media.

“Ahora el mundo depende menos de unas cuantas estrellas”, dijo Barret Kupelian, economista sénior de la oficina londinense de la compañía global de contabilidad y consultoría PwC. “Si algo malo sucede en una economía, el hecho de que el crecimiento global se haya extendido otorga seguridad de que esto es más sostenible”.
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Crecimiento global

Por primera vez desde la ?crisis de hace una década las grandes economías del mundo registran aumentos en su producción nacional.

Estados Unidos, la economía más grande del mundo, está en su noveno año de crecimiento; el Fondo Monetario Internacional ha elevado sus expectativas de expansión a 2,7 por ciento para este año, cuando antes había pronosticado 2,3 por ciento, debido a los recortes de impuestos.

China ha apaciguado los temores de que hubiera una interrupción abrupta de su trayectoria de crecimiento, que ya lleva décadas. Europa, hasta hace poco desestimada como anémica y afectada a un punto sin remedio por la disfunción política, está emergiendo como uno de los líderes del crecimiento. Incluso Japón, sinónimo de declive durante mucho tiempo, ahora se está expandiendo.

El alza en los precios del petróleo ha dado aliento a los productores en Rusia y Medio Oriente, mientras que México ha superado hasta ahora los temores de que la retórica comercial del gobierno de Donald Trump afecte negativamente a su economía. Brasil, que aún sufre los efectos de una depresión económica, da señales de que se está recuperando.

El resultado es una recuperación esperanzadora, aunque frágil y vulnerable a las preferencias y decisiones cada vez más impredecibles de los líderes mundiales.

Las amenazas de aniquilación nuclear intercambiadas por el presidente Donald Trump y el líder norcoreano Kim Jong-un han sembrado temores. La salida pendiente del Reino Unido de la Unión Europea posiblemente termine sucediendo sin un acuerdo para todos los temas a discusión, lo que sometería a Europa a una gran incertidumbre sobre las reglas del comercio, especialmente en el terreno de las finanzas. Además, la confusión generada por las promesas intermitentes de Trump de terminar con el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) mientras desencadena una guerra comercial con China alimenta el riesgo de descarrilar el crecimiento.

“Solíamos operar bajo la idea de que los mercados occidentales son políticamente estables y los mercados frontera, riesgosos”, dijo Martin Scheepbouwer, director ejecutivo del Grupo OLX, que opera plataformas de publicidad en línea en 41 países. “Hoy en día, con el brexit en Europa y la presidencia que hay en Estados Unidos, existe un nuevo nivel de inestabilidad que se cierne sobre la economía. Eso es algo que nos preocupa”.

Se espera que la economía mundial crezca un 3,9 por ciento este año y el próximo, según el FMI, en comparación a los 3,7 del año pasado y el 3,2 de 2016. Esto es positivo. Sin embargo, en los años anteriores a la crisis, el crecimiento global generalmente excedía el cuatro por ciento.

El Foro Económico Mundial recientemente publicó una evaluación de los factores de riesgo, a partir de un sondeo a mil expertos, en la que el 93 por ciento de los encuestados observó una mayor amenaza de confrontaciones políticas o económicas. Alrededor del 79 por ciento mostró inquietud ante la probabilidad incrementada de un conflicto militar y el 73 por ciento observó un aumento en el riesgo de erosión de las reglas del comercio mundial.

El informe también advirtió sobre el aumento de la desigualdad económica, las crecientes amenazas a la ciberseguridad y la mayor incidencia de clima extremo potenciado por el cambio climático.

“Muchos de estos riesgos son cada vez más sistémicos”, dijo Margareta Drzeniek Hanouz, una economista del Foro Económico Mundial, y agregó que amenazan con traer “consecuencias catastróficas para la humanidad y para la economía”.

Aunque las empresas globales se muestran cautelosamente optimistas de que los buenos tiempos puedan durar.

En Polonia y Brasil van en aumento los listados de empleo en línea, según OLX, una clara indicación de crecimiento. En toda Europa, la publicidad inmobiliaria de casas en venta ha aumentado a más del doble que la de propiedades de alquiler, otra señal de que la gente opera con más dinero. A medida que la recuperación se ha extendido, las fábricas en Europa del Este se han llenado de pedidos. Las plantas automotrices en República Checa, Eslovaquia, Polonia y Rumania están enviando más automóviles hacia Alemania, Francia y Holanda.

“Estamos invirtiendo fuertemente en Asia y también en África, porque el crecimiento de la población allí es más fuerte”, dijo el director ejecutivo de DMS, Feike Sijbesma, una compañía multinacional holandesa que fabrica productos alimenticios y acaba de abrir una fábrica en Ruanda. “África, que siempre fue el continente olvidado, ya no lo es”.

La situación favorable en Europa y el crecimiento de Estados Unidos también han llevado a que la industria china tenga una actividad aún frenética para satisfacer la demanda de productos, desde autopartes hasta herramientas y ropa. Más producción fabril ha elevado los precios de las materias primas y ha aumentado los ingresos de los productores de cobre en Chile e Indonesia, de las minas de oro en Sudáfrica y de las operaciones de plata en Suecia.

La mayor preocupación proviene de Washington, donde el gobierno de Trump ha prometido frecuentemente castigar a México y China por sus desequilibrados balances comerciales con Estados Unidos.

“Te metes en una guerra comercial, esa es la verdadera preocupación”, dijo Ben May, un economista global del Oxford Economics de Londres. “Los impactos en el crecimiento global serían bastante severos”.



yoselin


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