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Francia y Alemania piden al G-20 estudiar y regular la inversión con criptodivisas


2018-02-09

Cristina Delgado, Marc Bassets, El País

Los ministros de finanzas y los responsables de los bancos centrales de Francia y Alemania quieren que el G20 que se celebra en marzo sirva para poner luz y normas sobre las criptomonedas. En una carta enviada al presidente de la reunión, han pedido que se analicen las implicaciones de las divisas virtuales para avanzar en una regulación transfronteriza. El objetivo, dicen, debe ser proteger la estabilidad financiera, a los inversores y evitar el lavado de dinero y la financiación de actividades terroristas. Todas las grandes instituciones, desde el FMI al BIS, han alertado de los elevados riesgos del fenómeno bitcoin.

Alemania y Francia meten presión para que el G20, que se celebrará entre el 19 y el 20 de marzo, empiece a ponerle puertas al campo de las criptodivisas. Han enviado una carta, fechada el 7 de febrero, al ministro de Economía de Argentina, Nicolas Dujovne, el actual titular de la presidencia del G20. La firman el ministro de Finanzas galo, Bruno Le Maire; su homólogo alemán, Peter Altmaier; el gobernador del banco central francés, François Villeroy de Galhau; y su colega alemán, Jens Weidmann.

Los responsables de las carteras económicas y sus banqueros centrales piden elaborar un análisis y que para empezar que se "aclare la naturaleza de los nuevos instrumentos que en la actualidad están mal etiquetados como monedas". Solicitan, eso sí, diferenciar los productos de la tecnología sobre la que se asientan, el llamado blockchain, "que sí proporciona prometedoras vías para la innovación sostenible que Francia y Alemania desean seguir". Sobre las criptodivisas y sus operaciones, sin embargo, ven riesgos y piden "monitorizar las implicaciones en la estabilidad financiera". En este apecto, consideran que sería interesante que el FMI hiciera un informe en profundidad.
Terrorismo y blanqueo

Aunque el fenómeno más conocido de las criptodivisas es el bitcoin, lo que más preocupación levanta ahora entre los supervisores los ICOs o Initial Coin Offerings, son emisiones que se presentan como una nueva vía para que las empresas o proyectos capten fondos utilizando criptomonedas o tokens (vales o cupones). En una ICO, una compañía emite monedas o tokens y las pone a la venta a cambio de moneda tradicional (por ejemplo euros) o criptomonedas (como el bitcoin).

Alemania y Francia también reclaman al G-20 medidas para "proteger a los inversores no profesionales", cuyos ahorros pueden estar en riesgo si no comprenden cómo funcionan y qué peligros esconden. Y adoptar "un enfoque común en el campo de la lucha contra el lavado de dinero y la lucha contra el terrorismo". Recuerda que en este campo Francia y la propia Unión Europea ya trabajan en sus propias iniciativas, pero piden "un esfuerzo internacional coordinado" para evitar que la innovación financiera "se deje en manos de los que peor uso hacen de ella". El FMI lleva tiempo advirtiendo de que este, precisamente, el principal riesgo del fenómeno de las criptodivisas.

Las autoridades de París y Berlin se suman a una opinión ya expresada por EE UU. A mediados de enero, en el Economic Club of Washington, el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Steven Mnuchin, avanzó que esperaba que en el G-20 se trabajara para evitar que las criptomonedas como el bitcoin se conviertan en el equivalente digital "de una cuenta bancaria suiza opaca".

La lista de advertencias sobre el riesgo de invertir en bitcoins o de acudir a ICOs es apabullante. A mediados de enero el supervisor bursátil europeo (Esma) avisó de que el precio del token puede ser "muy volátil" y los inversores pueden no tener la posibilidad de recuperar su inversión "en un periodo muy prolongado".

El lunes, fue el presidente del BCE, Mario Draghi, quien los calificó de activos de alta volatilidad que operan en un mercado no regulado. Y el martes se publicó un durísimo informe del Banco Internacional de Pagos (BIS, por sus siglas en inglés) contra el bitcoin. "Por mucho que se ideara como un sistema de pagos alternativo sin intervención gubernamental, en la práctica se ha convertido en una mezcla de burbuja, fraude de esquema Ponzi y desastre medioambiental", aseguró Agustín Carstens, director general del BIS, el coordinador de los bancos centrales.

En España, el Banco de España y el regulador bursátil, la CNMV, emitieron un comunicado conjunto muy directo el jueves en el que alertaban del riesgo. Ahí, además, recordaban que en España, por el momento, ninguna emisión de divisas digitales ni ninguna ICO ha sido "registrada, autorizada o verificada por ningún organismo supervisor de España".



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