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Las otras mujeres en la vida de Trump


2018-02-15

Sandro Pozzi, El País


Es muy posible que Donald Trump no hubiera llegado a la Casa Blanca sin el apoyo de su familia. Hasta Hillary Clinton tuvo que reconocer que era el gran activo de su rival. Vanessa Kay Haydon y Lara Yunaska no llevan la sangre del empresario, pero son muy leales a su suegro. Forman parte de la dinastía sobre la que se apoya el hombre más poderoso del mundo.

Rubia, alta y con una sonrisa deslumbrante, es como si Vanessa hubiera nacido para tener un papel en el seno de la primera familia de Estados Unidos. La modelo y actriz creció en una casa en el barrio del Upper West Side. Su madre, Bonnie, dirige la agencia Kay Model y desde pequeña la puso ante las cámaras. Estudió filosofía en el Marymount College. A los 20 años tuvo una relación sentimental con el actor Leonardo DiCaprio. En 2003 actuó en la película Cuando menos te lo esperas, con Jack Nicholson y Diane Keaton. Un año después se convertía en Miss USA y apareció en el programa The Apprentice junto al que iba a ser su suegro. Fue el propio Donald Trump el que se acercó a ella durante un desfile de la Fashion Week para presentarle a su hijo. La situación, como ella misma ha contado, fue extraña.

A las pocas semanas volvieron a coincidir en la celebración del cumpleaños de un amigo común. Tras una hora hablando, algo de repente encajó. La pareja tiene cinco hijos. "Son mi vida", se puede leer en su perfil en Twitter, que encabeza con una foto de la familia Trump con banderas de EE UU al fondo. A mediados de noviembre de 2005 se casó con Donald Trump Jr. en el club de golf de la familia en Mar-a-Lago (Florida). Cumplió 40 años en diciembre.

Lara Yunaska tiene un papel mucho más relevante. Está casada con Eric Trump desde hace tres años, aunque llevan juntos nueve. Dijo el "sí quiero" también en Mar-a-Lago, pero con los brazos en cabestrillo tras fracturarse las dos muñecas en un accidente montando a caballo dos semanas antes de la boda. Aunque optó por mantener un perfil más bajo durante la campaña, es muy leal a su suegro y sus conocimientos de marketing le fueron muy útiles en la contienda.

Lara, de 35 años, estudió comunicación en la Universidad del Estado de Carolina del Norte. Aspiraba a ser comentarista deportiva. Pero su vida cambió cuando se trasladó a Nueva York para estudiar en el French Culinary Institute. Conoció a Eric por casualidad saliendo una noche. Está considerada como una especie de gurú del fitness y creó una empresa de repostería antes de trabajar como productora para el programa Inside Edition de la CBS.

Yunaska está ahora al frente del operativo que prepara toda la campaña de reelección de Trump en 2020. En marzo fue fichada como consultora para Giles Parscale, especializada en la promoción digital, para hacer de enlace con el equipo que define la agenda America First desde la Trump Tower. En verano empezó ya a presentar vídeos bajo el título “Noticias reales” en apoyo a las políticas del presidente.

Eric y Lara tuvieron en septiembre su primer hijo, el noveno nieto del presidente. Yunaska es una defensora muy activa en el ámbito de la protección de la vida animal a través de grupos como North Shore Animal League of America y Beagle Freedom Project, que gestionan centros de adopción de mascotas. Su Instagram, donde acumula más de 300,000 seguidores, está lleno de fotos con los perros de la pareja. Una labor que contrasta con la pasión de su marido por la cacería.

Las dos nueras tratan de llevar una vida normal pese a estar constantemente vigiladas por el Servicio Secreto. Esta semana, Vanessa abrió una carta dirigida a su marido que contenía una sustancia sospechosa. Resultó ser una falsa alarma, pero tuvo que ser hospitalizada por precaución.


 



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