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Reynosa, un motor económico entre balaceras en el norte de México


2018-02-17

Martí Quintana

Reynosa (México), 17 feb (EFE).- Más allá de los tiroteos en plena calle que acaparan titulares, la ciudad mexicana de Reynosa es un potente motor económico gracias a sus maquilas, y una muestra de la imparable relación comercial entre México y Estados Unidos.

"Reynosa es una ciudad de contrastes. Tiene problemas de violencia y delincuencia, (pero) todo el mundo prefiere venir a Reynosa por su situación geográfica", dice a Efe la alcaldesa Maki Ortiz, del conservador Partido Acción Nacional (PAN).

Según explica la gobernante municipal, esta ciudad representa alrededor del 60 % de la industria del nororiental estado de Tamaulipas, que a su vez aporta cerca del 3,1 % del PIB de México, y crece a un ritmo cercano al 2 % anual.

Con cerca de 700,000 personas, unos 210,000 reynosenses son trabajadores.

Se emplean en sectores como el transporte, la construcción o la agricultura, las principales generadoras de empleo en la región son las maquilas, que importa de países como China y elabora productos como autopartes o electrodomésticos, que exporta en su mayor parte a Estados Unidos.

Grandes empresas como LG, Black & Decker o Corning Cable tienen importantes fábricas en esta fronteriza ciudad.

En 2017, el conjunto de importaciones y exportaciones sumaron 762,000 millones de pesos mexicanos (unos 41,000 millones de dólares) y las maquilas emplearon a unas 125,000 personas en Reynosa, el 60 % de su fuerza laboral.

Además, su ritmo de crecimiento parece imparable, y hay actualmente un déficit de 10,000 empleos.

"No hay personal suficiente, y tenemos la necesidad de ir a otros estados de México para atraer personal", cuenta a Efe Martha Ramos, directora general de Index, una asociación que agrupa empresas extranjeras de maquiladoras y manufactureras de Reynosa.

Con estas cifras, parece imposible que este municipio sea también unos de los más violentos de México.

Y que se conozca, más que por su pujante industria, por los habituales choques en plena calle entre grupos del crimen organizado o con las fuerzas federales, que habitualmente terminan con miles de casquillos de bala inundando sus calles, heridos y muertos.

Una realidad trágica -el 95,6 % de los reynosenses se sienten inseguros en la localidad- que, de acuerdo con los expertos consultados, no afecta especialmente el quehacer de las maquilas.

"Trabajamos en la prevención del riesgos, con acciones que realizan las autoridades y también un trabajo interno", con los empleados, afirma Ramos, confiada con la labor de los tres órdenes de gobierno.

Ramos niega tener conocimiento de secuestros y extorsiones, y apenas se reportaron algunos robos el pasado año, como el de 500 pantallas de televisión, que finalmente fueron recuperadas.

Thelma Moyeda, directora de recursos humanos y operaciones de la empresa de autopartes Cequent, coincide en que la prevención es esencial.

La empresa, que produce enganches para tráileres y remolques, emplea 850 personas y el pasado enero produjeron unas 30,000 piezas, exportando el 100 % a Estados Unidos.

Una visita a la planta da fe del efervescente sector de autopartes en esta parte del país, con decenas de empleados moviéndose por las naves, soldando, transportando o evaluando la calidad del producto.

La máxima de Moyeda es "dar seguridad a los empleados y salvaguardar los valores de la empresa". Tras diez años en la firma, asegura, no ha vivido ninguna situación de riesgo.

"No es suerte, es trabajo, de poner a trabajar a tus consultores de seguridad e ir viendo las áreas a mejorar. Hay que trabajar sobre el peor escenario, y adelantarse", añadió. Ahora, para "minimizar riesgos", buscan cercar todo el parque industrial donde se encuentran.

No obstante, por momentos se percibe un aparente doble discurso. Oficialmente, la problemática parece menor, pero tras apagar la cámara, el riesgo parece multiplicarse. Por ejemplo, distintas fuentes reconocen que guardar el anonimato, y no exhibir lujos, es esencial.

Uno de los mayores problemas es el de los narcobloqueos, cuando el crimen organizado atraviesa e incendia vehículos pesados en avenidas, generando caos en la ciudad. Ello afecta la producción, y sobre todo, a los empleados.

Cuando ocurren las balaceras o narcobloqueos "no sabes si vas a trabajar sano y salvo, o si vas a regresar a casa", explica a Efe Jonathan Ferretis, un joven operador de montacargas que a veces va a trabajar con "ansia" y agradece a la empresa la tolerancia que muestra ante estas situaciones.

José Ignacio Contreras, especializado en el área de láser, desea que la situación en Reynosa "mejore", pues por momentos parece "incontrolable".

"Siempre he dicho que no es sensato vivir aquí, por la complicada situación en la que está Reynosa", dice este joven de 23 años, que no descarta emigrar.

Pese a esta realidad, a la que se le suman otras problemáticas como la difícil renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), el espíritu de trabajadores y empresas parece no decaer.

"Sí se ha visto la vida modificada, pero al final del día seguimos trabajando porque tenemos que producir, y tenemos que vivir", concluye Moyeda.



JMRS


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