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Moody's tendrá en foco nuevo proyecto económico


2018-11-02

Yolanda Morales

(El Economista).- Jaime Reusche, analista soberano en Moody’s, fue tajante: mantendrán como foco de observación para los meses siguientes la estructura y sostenibilidad del proyecto del presupuesto público que está articulando el equipo económico del próximo gobierno, con énfasis en los supuestos en los que sustentarán los ingresos esperados.

En conferencia desde Nueva York, el analista de Moody’s consignó que “fuera de que no se genere un shock negativo mayor, o abrupto”, esperarán para ver en los hechos, cómo va conduciendo el presidente electo a la economía.

Por ello confirmó que la agencia mantuvo la nota para México en “A3”, con perspectiva Estable.

En conversación vía satélite, Reusche planteó que si los integrantes del nuevo equipo encuentran riesgos de ejecución presupuestaria, tendrían que medirlos de manera que puedan anticipar qué tanto se desviarían de la meta.

“Por el momento, la intención de mantener un superávit primario apunta a responsabilidad fiscal (del nuevo gobierno)y es prudente, pues daría un margen de seguir implementando sus políticas públicas”.

Sin embargo, insistió en que hace falta conocer el detalle de estos bosquejos de lo que será el Presupuesto para medir su alcance.

Reconocen solvencia

De esta forma Moody’s, junto con  Standard & Poor’s (S&P), Fitch y HR Ratings, dejaron sin cambio la nota soberana de México.

“El alto nivel de solvencia de las cuentas públicas, y la relativa estabilidad que mantiene la economía” otorgan “un colchón de unos seis meses” que permitirán a la calificadora (Moody’s) seguir evaluando y tomar una decisión sobre la nota soberana que hoy se mantiene con perspectiva Estable, consignó desde Nueva York Reusche.

Por su parte, Fitch Ratings movió a Negativa la perspectiva sobre la nota soberana de México que es “BBB+”, esto es tres escalones arriba del grado de inversión.

Para la analista soberana en Fitch, Shelly Shetty, al cambiar la perspectiva a Negativa en la nota soberana de México, se da un lapso de 12 a 18 meses para dar seguimiento a las acciones que ejecute el presidente electo y su impacto en la estabilidad de las finanzas públicas.

HR Ratings, la calificadora mexicana que fue la primera en pronunciarse sobre el impacto de las acciones que plantea ejecutar el presidente electo Andrés Manuel López Obrador, específicamente sobre el nuevo aeropuerto de México, dijo que “el manejo responsable de la política fiscal en los últimos años” favorece que mantengan la calificación donde se encuentra.

Esto, ante la percepción de riesgo sobre la previsibilidad de las políticas públicas.

Las opiniones de las cuatro agencias concuerdan también en la incertidumbre generada por la intención del gobierno que asumirá el poder, de dirigir las políticas económicas a partir de referendos o consultas públicas. El matiz está en los hechos evidentes y en las señales emitidas.

“Conducir las políticas macroeconómicas mediante plebiscitos no es lo óptimo y como ya lo estamos viendo genera costos importantes”, sostuvo el analista soberano de Moody’s.

Impredecibles, el riesgo

En conversación con este diario, Shelly Shetty resaltó que México se ha caracterizado por mantener políticas macroeconómicas previsibles y reglas claras que transparentan las decisiones a seguir.

“Lo que hemos visto en la decisión que dio a conocer el presidente electo Andrés Manuel López Obrador sobre el proyecto de aeropuerto resta esta característica de previsibilidad y genera incertidumbre sobre los siguientes pasos. Como podría ser el futuro del sector energético y las reformas aprobadas y muchas de ellas en ejecución”, dijo la analista soberana en Fitch.

Consultas populares generan desconfianza

La calificadora mexicana HR Ratings, quien cambió a Negativa su perspectiva, precisó: “derivado de la manera en la que se realizó el proceso de la consulta (sobre el nuevo aeropuerto), estimamos que generará un ambiente de desconfianza sobre la fortaleza de los contratos con el gobierno federal, sobre todo en obras de largo alcance”.

La agencia avisó el martes 30 de octubre por la noche que cambiaba la perspectiva de la nota soberana “HR A-” a Negativa, poniéndola a un paso de un recorte de calificación.

“El manejo de este tipo de consultas podría detonar innumerables escenarios adversos para la calidad del crédito”, refirió.

Por su parte, la agencia Standard & Poor’s mantuvo sin cambios la perspectiva de la nota, en Estable, así como la calificación de “BBB+” y no se  pronunció sobre el próximo gobierno y el tema del aeropuerto y la consulta pública.

Reforma energética, el otro foco

La analista soberana en Fitch aclaró que el otro foco de preocupación para la agencia está en la política que seguirá la próxima administración con Pemex, que tendrá un impacto en las finanzas públicas.

Además destacó que la participación de la inversión privada en el sector energético, es decir, la ejecución de la reforma energética, es otro tema de preocupación que sin duda tendrá impacto en la calificación.

Shetty precisa que una vez que la perspectiva de calificación está en negativo, hay un lapso de 12 meses a dos años, para que la degraden, o la estabilicen.

Deuda, dólar y tasas, el impacto

De acuerdo con el comunicado emitido por HR Ratings, “el deterioro inmediato en la percepción de inversión y riesgo del país ha llevado a una depreciación en el tipo de cambio, lo que pondrá presión al alza en la cifra de la deuda neta”.

En el comunicado, aclaró que “aún y cuando cambiamos nuestra perspectiva, ratificamos la calificación debido al manejo responsable de la política fiscal en los últimos años”.

Desde su perspectiva, este manejo de la deuda posibilitó la inversión de la trayectoria de deuda como porcentaje del Producto Interno Bruto (PIB).

Esto se logró en su mayoría a partir de las medidas de consolidación fiscal que resultaron en la obtención de un superávit primario de 1.4% del PIB al cierre del 2017, el primero en 10 años.

Incertidumbre pasará factura

También desde Nueva York, el jefe de Research para América Latina en Barclays, Marco Oviedo, anticipó que el tipo de cambio se mantendrá más cerca de los 21 pesos por dólar que de los 19 pesos.

“Lo que realmente está preocupando a los inversionistas es que en el Congreso, donde el partido del presidente electo tiene mayoría, quieren quitar candados al Artículo 35 constitucional, de manera que se permita hacer más frecuentes las consultas, darles distintos formatos y excluir de su organización al Instituto Nacional Electoral (INE) porque incluirlo sería más caro. Y someterán a consulta cualquier tema, lo que alimentará de forma constante la incertidumbre sobre sus políticas”.

Dijo que si el equipo económico se acerca a los inversionistas extranjeros para tratar de darles señales de certidumbre, “necesitaríamos mas elementos que prueben que AMLO no será tan insistente en uso de referéndum y que usará canales tradicionales para gobernar”.



Jamileth


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