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Un divorcio más que complicado


2018-12-11

 

Redacción ANSA
 
La primera ministra británica sostuvo que el llamado "backstop" es una "garantía necesaria" para la gente de Irlanda e Irlanda del Norte, además de ser condición necesaria para el futuro de las relaciones con Europa. Por eso, subrayó a los líderes europeos que Londres necesita la "certeza" de que si se pone en práctica la red de seguridad para la frontera irlandesa, eso se realizará "únicamente" de modo temporal. El acuerdo firmado en Belfast en 1998, y que puso fin a tres décadas de sangriento conflicto en la región, contempla la ausencia de barreras físicas en la isla que comparten la República de Irlanda e Irlanda del Norte, territorio que pertenece al Reino Unido.
    
Desde entonces, los ciudadanos de uno y otro lado pueden cruzar la frontera sin pasar por ningún control. La venta de bienes y servicios se realiza con pocas restricciones, dado que ambos permanecen en el mercado común europeo.
    
Pero tras la decisión de Reino Unido de abandonar la UE, que está previsto entre en vigor en la medianoche del próximo 29 de marzo, todo eso podría cambiar.
    
Irlanda e Irlanda del Norte quedarían en dos regímenes distintos, lo que implicaría que los productos puedan ser inspeccionados en la frontera, algo que el Reino Unido busca evitar.
    
May vislumbró este martes progresos tras los coloquios que mantuvo con su homólogo holandés, Mark Rutte, y la canciller alemana, Angela Merkel, aunque aseveró que se han intensificado los preparativos para un hipotético Brexit sin acuerdo. Al día siguiente de que postergara la votación en la Cámara de los Comunes del acuerdo de divorcio británico de la UE alcanzado con Bruselas, y de que May anunciara buscaría renegociarlo en parte, en especial en torno a la cuestión fronteriza irlandesa, hoy la premier dijo que "es algo sensato para el gobierno discutir sobre cómo asegurar planes de emergencia". Citada por SkyNews, May sostuvo que el Consejo de Ministros seguirá examinando "ulteriores necesidades relativas a la preparación de un no acuerdo".
    
Ante la misma fuente, habló de sus reuniones con Rutte y con Merkel. "Lo que esos encuentros me han mostrado es la determinación compartida de afrontar la cuestión" y de "resolverla". May también se reunió hoy con el presidente del Consejo europeo, Donald Tusk.
    
La misión de Theresa May en busca de concesiones adicionales de la UE sobre el acuerdo Brexit continuará, según anunció Downing Street. La misma fuente reportó que, tras la etapa de hoy en Bruselas y una conversación telefónica con el canciller austriaco Sebastian Kurtz, titular de la presidencia de turno, May estará mañana en Dublín para verse con el primer ministro irlandés, Leo Varadkar.
    
Sobre los coloquios, la premier también resaltó que se encuentran "sólo en los inicios". "Hemos comenzado las discusiones con otros líderes de Europa sobre este tema -dijo- y naturalmente tenemos la fecha del 21 de enero indicada por el Parlamento, por eso tenemos que afrontar esta cuestión antes del vencimiento"- Mientras tanto, en Londres había rumores de un posible desafío al liderazgo de May en el Partido Conservador por parte de los halcones, quienes pueden haber alcanzado o estar cerca de las 48 firmas de diputados necesarias para iniciar el proceso.
    
May dio ayer marcha atrás con la votación en el Parlamento del acuerdo sobre el Brexit, que estaba prevista para hoy.
    
Hizo el anuncio y se aferró a la esperanza de una negociación extrema suplementaria con Bruselas para intentar al menos de dar un ajuste cosmético al capítulo más espinoso y polémico para la sacudida mayoría: el del llamado "backstop" (barrera de protección).
    
Se trata del mecanismo vinculante de salvaguardia de la frontera abierta entre Irlanda e Irlanda del Norte impuesto por la UE que muchos diputados contrarios al acuerdo consideran crucial por el disenso.
    
May admitió sin medias palabras que el estado del texto sería "rechazado con amplio margen", pero precisó que considera al acuerdo logrado por ella, a finales de noviembre pasado, con los 27 líderes de la UE como el "mejor posible".
    
Se trata, a su juicio, de un pacto que garantiza una "salida negociada" de Europa y asegura el respeto de la voluntad popular expresada en 2016. 

 



Karla


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