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Ayuda contra reloj para Theresa May


2019-01-11

Por PABLO R. SUANZES, El Mundo

Con apenas cuatro días por delante para la crucial votación en el Parlamento británico sobre el acuerdo de salida del Brexit, el Gobierno británico y las instituciones europeas trabajan a contrarreloj para intentar encontrar algún mecanismo, alguna declaración, que dé a Theresa May algo adicional que ofrecer a los diputados de Westminster y convencerlos de que aprueben el texto cerrado el mes pasado en Bruselas. 

Así lo ha explicado este viernes el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, en una comparecencia desde Bucarest con el presidente rumano, Klaus Iohannis, durante los actos de apertura de la presidencia temporal de la UE que asume su Gobierno desde este mes. 

"Escuchen, todo lo que puedo decir es que no voy a especular y entrar en juegos con condicionales. Lo hemos dicho en el Consejo y la Comisión, de forma armonizada: el acuerdo no se puede negociar. Aclarar sí, pero nada más. El aclarar el mecanismo de backstop (el mecanismo de salvaguarda para garantizar que, pase lo que pase, no habrá fronteras duras entre las dos Irlandas en el caso de un acuerdo) no debería ser confundido con renegociarlo", ha dicho en respuesta a una pregunta sobre qué pasará y qué hará la UE si el próximo martes, como se espera en la mayoría de las capitales, la primera ministra no es capaz de sacar adelante los documentos consensuados. 

Dicho eso, y sin hacer referencia a una posible carta sobre la que se especula desde hace días en Bruselas, Juncker ha admitido que hay contactos diarios, que se están siempre buscando formas de colaborar y "se está discutiendo con Downing Street en qué pueden consistir", pero ha añadido que "no sería inteligente dar detalles en medio de la discusión", y ha bromeado con no "resistir la tentación" de hablar para no ser "impopular en ninguna de las islas". Es decir, tanto en Irlanda como en Irlanda del Norte y el resto de Reino Unido, con el posible contenido de esa misiva con apoyo y garantías adicionales que Londres podría recibir si, de una vez, logra explicar qué pide exactamente. 

Algunas fuentes europeas apuntan a la posibilidad de que en las próximas horas, y más específicamente el lunes, Donald Tusk y Jean-Claude Juncker puedan firmar esa carta imprecisa con algún tipo de garantía o interpretación sobre el backstop irlandés.

Los 27 no pueden cambiar el texto ya pactado ni pueden prometer que Reino Unido no acabará durante un largo tiempo en ese limbo del Brexit que se abre más allá de diciembre de 2020 (cuando acaba el periodo de transición contemplado en el acuerdo de salida). La propia naturaleza del acuerdo hace imposible esa garantía. Pero lo que sí se puede hacer, como vio España con Gibraltar, es recibir garantías políticas de que la intención de la UE no es y nunca será retener a Reino Unido con tretas. Que se hará lo posible y lo imposible por negociar velozmente un acuerdo para la relación futura entre ambos bloques. Y muchos mensajes en esa línea. 

Diplomáticos y funcionarios trabajan estos días para lograrlo. "No me hagan especular, déjenme hacer", pidió Juncker en Bucarest. El tiempo se acaba, pero las alternativas a un no acuerdo son tan malas, que todo o casi todo está sobre la mesa. "Estamos esperando a ver qué pasa, a ver qué deciden con el texto. Espero que haya acuerdo, no me gustan las perspectivas de que no lo haya, sería un desastre para nuestros amigos de la isla y para el continente. Hay que hacer todos los esfuerzos posibles de aquí el martes para asegurar que el asunto puede ser resuelto", ha zanjado el luxemburgués. 

La semana próxima la Comisión seguirá el voto en Londres desde Estrasburgo, durante la semana mensual en que el pleno de la Eurocámara se reúne en Francia.



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