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A Apple le va mal en China y los trabajadores salen perdiendo


2019-02-07

Por Ailin Tang | The New York Times

HUOJIANCUN, China — La fila para renunciar tenía la longitud de un campo de futbol americano.

Una mañana reciente, más de cien trabajadores chinos que solían armar y probar los iPhones de Apple hacían fila fuera de la puerta 7 de la enorme fábrica de artículos electrónicos Changshuo para recoger su finiquito y seguir con su vida. Alguna vez habían esperado que su empleo en la línea de ensamblaje les proporcionara un salario suficiente para poder tener acceso a una vida mejor.

Eso fue antes de que los consumidores de China le dieran la espalda al nuevo iPhone XR de Apple, con un precio de casi 1000 dólares. Eso redujo el ritmo de trabajo. Las horas extra desaparecieron y ahora los trabajadores están renunciando.

“Por lo general teníamos de ochenta a noventa horas extras” al mes, comentó Zhang Zhi, de 25 años, quien había trabajado dos años en la fábrica y ahora estaba haciendo fila para renunciar. Desde finales de octubre, sus supervisores comenzaron a dejarla salir temprano y a darle sus dos días libres del fin de semana, por lo que no recibía horas extra. En diciembre, su sueldo total fue de aproximadamente 370 dólares, casi la mitad de lo que había ganado en los meses de más trabajo.

Zhang encontró un trabajo de medio tiempo en otro lugar en donde gana cerca de 600 dólares al mes. Aun así, señaló, “es mejor que quedarse aquí”.

Las fábricas de China solían elaborar productos para el resto del mundo. Actualmente, cada vez con mayor frecuencia también hacen productos para China. La emergente y extensa clase consumidora china ha abierto un mercado enormemente rentable para las empresas globales como Apple, Nike, General Motors y Volkswagen. A su vez, estas empresas utilizan las fábricas chinas para satisfacer esas necesidades.

Actualmente, los consumidores de China se han vuelto más reacios a gastar y esto ha afectado a muchos de los trabajadores que dependen de ellos. La demanda más baja de bienes de consumo ha provocado que se pierdan empleos y que los sueldos sean más bajos. Eso está agudizando la desaceleración económica de China, la cual ha planteado un desafío importante para Pekín y podría poner a la nación oriental en desventaja en la guerra comercial con el presidente estadounidense, Donald Trump.

China no revela información confiable relacionada con el empleo, pero hay muchas señales de que está bajando el ritmo de trabajo en las fábricas. Las fábricas de automóviles y de productos químicos están trabajando a un ritmo más lento. La celebración del Año Nuevo Lunar chino fue este lunes, pero algunas empresas empezaron a mandar a casa a sus trabajadores desde diciembre.

Huojiancun no es el único lugar donde las escasas ventas de los iPhones están generando repercusiones.

De acuerdo con China Labor Watch, una organización que monitorea las condiciones laborales de China y habla con sus trabajadores, en la ciudad de Zhengzhou, el empleo en una gran fábrica que elabora iPhones ha caído a aproximadamente setenta mil empleados de los más de cien mil, que ya eran pocos, antes del Año Nuevo Lunar el año pasado.

En un comunicado, el dueño de la fábrica de Zhengzhou, el proveedor de artículos electrónicos taiwanés Foxconn, se rehusó a hacer comentarios directamente sobre las cifras de este grupo, pero mencionó que constantemente se analizan sus operaciones y que planeaban crear más de cincuenta mil puestos de empleo en todo el país durante el primer trimestre del año.

Wei Gu, una vocera de Apple, hizo referencia a las declaraciones anteriores de la empresa y no quiso hacer más comentarios.

Huojiancun es una comunidad industrial agreste en las orillas de la reluciente ciudad de Shanghái. Las tiendas de bocadillos, los puestos de tarjetas telefónicas y otros pequeños negocios para abastecer a los trabajadores de las fábricas llenan las estrechas calles y callejones de los alrededores de la planta Changshuo.

Puede que los trabajadores de ahí hagan los iPhones, pero no cuentan con el dinero suficiente para comprar uno. Incluso cuando su sueldo estaba en su nivel más alto, esos trabajadores de la línea de ensamblaje hubieran necesitado más de un mes de salario para comprar un iPhone XR básico. No obstante, los empleos ahí tuvieron durante años una gran demanda porque tendían a estar mejor pagados y se ofrecían mejores condiciones laborales que en otros lugares.

Actualmente, la situación es más compleja. Cada vez es más difícil atraer a los trabajadores chinos debido a que ya no quieren trabajar tantas horas en una línea de ensamblaje. La incursión de las empresas chinas en la automatización va en aumento a medida que suben los costos de la mano de obra.

Según los trabajadores, todos los años, antes del lanzamiento acostumbrado de Apple de sus últimos modelos de iPhone en septiembre, la fábrica de Changshuo contrata trabajadores temporales para sacar el exceso de trabajo. Ofrece bonos que pueden ir desde 400 hasta 1300 dólares, dependiendo de la demanda. Los trabajadores calificados deben tener entre 18 y 45 años de edad, conocer el alfabeto latino y no tener tatuajes a la vista, señalaron.

Entonces, normalmente muchos trabajadores renuncian antes de la celebración del Año Nuevo Lunar, cuando por lo general ya cuentan con los requisitos para recibir sus bonos. Sin embargo, tanto los trabajadores como las personas de los negocios locales mencionaron que este año estaban renunciando más trabajadores de lo acostumbrado.



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