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Nuevo convenio mundial de trabajo marítimo

2006-02-27

La adopción esta semana del Convenio sobre Trabajo Marítimo, que regulará las condiciones laborales de 1.2 millones de marinos en todo el mundo, fue calificada como un “paso histórico” por representantes de gobiernos, armadores y trabajadores del mar, que concluyeron así cinco años de negociaciones.

En la etapa final de las tratativas, celebradas en Ginebra bajo el auspicio de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), participaron delegados de 106 países.

Poco después de la adopción del texto, el director general de ese organismo mundial, Juan Somavia, dijo que este convenio “protegerá a los marinos de todo el mundo, la mayoría de los cuales proceden de países en desarrollo”.

“Estamos ante un acuerdo fundamental ya que los países con intereses en el sector han comprendido que para mejorar la calidad del transporte marítimo es necesario contar con estándares laborales comunes”, explicó.

Para el responsable de la OIT, el instrumento jurídico aprobado esta semana representa una “hoja de ruta” para las relaciones laborales de los trabajadores del mar, al tiempo que aborda “las cambiantes realidades y necesidades de un sector que transporta el 90% del comercio mundial”.

Los trabajadores del sector pesquero industrial y artesanal no están comprendidos en el pacto, pues su situación está regulada por otros acuerdos internacionales.

Banderas de conveniencia

Uno de los objetivos centrales de la nueva normativa es prevenir y eliminar ciertas prácticas que afectan particularmente a los marinos que trabajan en barcos bajo banderas de conveniencia, lo que hasta ahora ha permitido rebajar los requisitos mínimos para operar un barco y contratar a su personal.

Las banderas de conveniencia más utilizadas son las de Panamá, que representa alrededor del 20% de la flota mundial; de Liberia, con un 8.5%, y Grecia, con el 5%.

Tras la votación, un representante de Panamá se felicitó por la aprobación del convenio, destacó la protección que ofrece a los trabajadores del mar y aseguró que su país “iniciará de manera constructiva el proceso de ratificación”.

El convenio establece el derecho a disfrutar de condiciones de trabajo decente en las embarcaciones y cubre diversos temas que afectan la vida de los trabajadores marítimos, como la salud, las condiciones de seguridad, las horas de trabajo, la edad mínima y la protección social, entre otros.

Uno de los aspectos más destacados del pacto es que consolida en un solo texto más 65 normas internacionales de trabajo adoptadas en los últimos 80 años.

Para entrar en vigor, el convenio requiere de 30 ratificaciones que representen a su vez el 33% del tonelaje de la flota mundial.

Al respecto, Somavia explicó que “se ha impuesto un nivel alto de ratificaciones porque queremos que cuando [el convenio] entre en vigor tenga un respaldo enorme, lo cual puede tomar más tiempo, pero será mucho mejor a largo plazo”.

Los negociadores buscaron prevenir la “competencia desleal” al introducir en el texto una cláusula que evitará que los navíos de países que no hayan ratificado el convenio reciban un trato menos exigente con respecto a los de países que si lo hayan hecho, según explicó el vicepresidente de la Comisión Europea, Jacques Barrot.

Asimismo, se plantea la puesta en marcha, con la participación de los Estados de bandera, de un sistema de certificación y de inspecciones periódicas de embarcaciones a fin de evitar demoras relacionadas con revisiones en puertos extranjeros.

Así, un estado entregará el certificado a los navíos que utilicen su bandera luego de que las autoridades competentes hayan verificado que las condiciones de trabajo a bordo respetan las leyes nacionales y las reglamentaciones nacidas del convenio.

Expertos de la OIT han considerado que un instrumento internacional de este alcance resultaba indispensable para un sector que ha registrado un crecimiento colosal en los últimos 50 años y que ha contribuido al gran incremento del volumen del comercio mundial en ese mismo periodo.

La OIT ha ofrecido apoyar, mediante programas de cooperación técnica, a los países que lo deseen para acelerar la ratificación del convenio.