Las partes y el conjunto
Un conjunto está compuesto de partes. Cada una de ellas ocupa su puesto, tiene su sentido, beneficia o daña a las demás partes y al conjunto.
Un conjunto está compuesto de partes. Cada una de ellas ocupa su puesto, tiene su sentido, beneficia o daña a las demás partes y al conjunto.
Alguien sabio me enseñó alguna vez que cuando nos hieran en nuestro interior hasta hacernos conmover, sonrojar, indignar, llorar o quizás simplemente enfurecer, debemos detener el mundo a nuestro alrededor y hacer un rápido análisis de qué parte nuestra fue ofendida, motivo de semejante reacción.
Me acuerdo de aquellos calendarios grandes, unos primores, ilustrados con imagenes de los santos, que colgabamos al lado del tocador... pero ya no hay nada de eso, todas las cosas antiguas han ido desapareciendo. Y yo, yo tambien me fui borrando sin que nadie se diera cuenta.
Si es doloroso ver cómo se pierde un chico por una mala compañía, quizá lo sea aún más ver cómo se deteriora –de forma lenta y sutil, pero igualmente destructora– cuando sus padres no pueden servirle de guía por carecer de virtudes, puesto que nadie da lo que no tiene.
«Yo siempre he sido considerado en mi ambiente profesional —me decía no hace mucho un viejo amigo— como una persona muy exigente. Me he exigido siempre mucho a mí mismo y he exigido también siempre mucho a los demás.
En una entrevista a la multimillonaria Barbara Hutton, un periodista se dirigió a ella comenzando con la típica frase hecha: «Aunque sabemos que el dinero no da la felicidad, díganos, por favor...». La entrevistada no le dejó terminar: «Oiga, joven, ¿pero quien le ha dicho a usted esa tontería?».
Es un tema que vale la pena tener presente y que se expresa en la famosa pregunta sobre quién vigila al vigilante .
George piensa que, como otras veces, se trata de problemas para resolver en casa. Con toda normalidad, por la tarde, se dispone a hacerlos. Le parecen más difíciles de lo habitual, pero piensa que se debe a que esta vez se ha perdido casi la mitad de la clase, y no le extraña demasiado.
Una amiga mía cuenta esta historia. Creció con cinco hermanos y un padre alcohólico. El efecto del alcoholismo de su padre fue devastando a su familia. He aquí cómo cuenta la historia.
Decía el filósofo Julián Marías que los alemanes “darían una de las pocas provincias que les han quedado por tener los verbos: ser, estar y haber, tres maravillosos verbos para hacer filosofía”. Nosotros, afortunadamente, los tenemos en español y los usamos en todos los niveles del lenguaje.
Aquiles es uno de los grandes héroes de la mitología griega, el principal héroe de la Guerra de Troya, el más fuerte y rápido guerrero de la Ilíada de Homero.
En primer lugar, mi dios tendría que ser omnipotente-. Y el hombre dedicó una buena parte de su vida acumulando poder para su dios. Juntó los cuatro vientos, recogió fragmentos de rayos esparcidos por la tierra, reunió gritos y alaridos de toda clase y los guardó en un frasco de cristal.
Algunas veces nos cuesta encontrar consuelo en los demás y todo parece tornarse un poco más complicado, estos 10 versículos de la Biblia te ayudarán a sentirte mejor en aquellos momentos en los que tu corazón se sienta abatido.
La libertad puede entenderse como la capacidad de elegir entre el bien y el mal responsablemente. Esta responsabilidad implica conocer lo bueno o malo de las cosas y proceder de acuerdo con nuestra conciencia, de otra manera, se reduce el concepto a una mera expresión de un impulso o del instinto.
Un autor católico decidió crear un listado para ayudar a los fieles en su camino hacia la santidad, identificando aquellas señales de falta de humildad que alejan al hombre de Dios.
En el siglo III antes de Cristo, Cartago dominaba los mares y era la gran potencia del Mediterráneo occidental. Aníbal mandaba el ejército cartaginés y era considerado el más grande estratega militar de la época.
Los castillos, las hadas y las brujas eran el sueño de todo niño, escondidos en la inocencia de la primera edad. En un tiempo no muy remoto, ese imaginario fue muy bien aprovechado por Walt Disney que creó sus personajes teniendo en vista esa apetencia infantil.
Cuentan que en la historia del mundo hubo un día terrible en el que el Odio, que es el rey de los malos sentimientos, los defectos y las malas virtudes, convocó a una reunión urgente con todos los sentimientos más oscuros del mundo y los deseos más perversos del corazón humano.
Mientras lees este artículo, trata por un momento de tomar distancia sobre ti mismo. ¿Puedes mirarte a ti mismo como si fueras otra persona? ¿Puedes definir, por ejemplo, el estado de ánimo en que te encuentras, tu carácter, tus principales defectos o cualidades?
A partir de mediados del siglo XVIII, con el empuje de las ideas que eclosionaron en la Revolución Francesa, se ha ido produciendo una diminución de la belleza en el mundo. Uno de los aspectos, que fue marcando épocas, ha sido los cambios en la vestimenta.
El victimista difunde con enorme intensidad algo que podríamos llamar cultura de la queja, una mentalidad que —de modo más o menos directo— intenta convencernos de que somos unos desgraciados que, en nuestra ingenuidad, no tenemos conciencia de hasta qué punto nos están tomando el pelo.
Un corazón pervertido por el resentimiento y el reclamo. Por el odio a Dios, porque no le satisfizo falsas expectativas de una educación deformada por el naturalismo y la ambición del éxito, no podrá nunca ver lo esencial del hombre, de la sociedad humana y de la estética del universo.
"Con ese se puede hablar, no parece una persona mayor". Así se explicaba, refiriéndose a un profesor suyo, un chico de catorce años en un comentario informal con un compañero de colegio.
La costumbre de dirimir las ofensas a través de un duelo tiene raíces bien antiguas. Todos podemos recordar la imagen de la clásica escena de caballeros con armadura montados a caballo y con lanza, en las justas o torneos medievales.
Londres, 22 de mayo de 1787. Después de que los trabajadores han marchado a sus casas, doce hombres se reúnen en una pequeña imprenta del número 2 de la calle George Yard.
La pereza crece cuando se autoalimenta. Basta con remolonear a la hora de levantarse, preferir algo fácil en Internet que la tarea importante, posponer una y otra vez lo que resulta costoso, para que el vicio aumente en el corazón.
Una vez, un reportero preguntó a dos hombres, en el lugar donde se estaba construyendo una iglesia, qué hacía cada uno de ellos por ganarse la vida. El primero respondió: “Soy albañil”.
La esperanza en la meta lleva a no querer tomarse anticipos de otras felicidades que, por ser terrenas, siempre son efímeras.
Otra persona pierde un vuelo. Siente rabia por el tráfico, por los problemas técnicos en el aeropuerto, por la mala atención recibida. Pocas horas después, la noticia: ese avión se ha estrellado y nadie ha sobrevivido.
La inautenticidad causada por el "qué dirán" consiste en adecuar el comportamiento a lo que los demás esperan de uno y no a lo que dictan las convicciones y opciones personales. No cabe duda de que está bien y es un acto de caridad pensar en el efecto que el propio obrar tiene sobre los demás.
En cambio, quien está en el presente y busca cómo orientar sus decisiones de la mejor manera posible, no alcanza una comprensión suficientemente completa de la situación, como la que hipotéticamente consigue el historiador al analizar el pasado.
I. Narra San Mateo en el Evangelio de la Misa (1) que Jesús se retiró con sus discípulos a tierras de gentiles, en la región de Tiro y de Sidón. Allí se le acercó una mujer que, a grandes gritos, imploraba: “¡Señor, Hijo de David, apiádate de mí! Mi hija es cruelmente atormentada por el demonio.”
Desde que el mundo es mundo, la especie humana ha debido luchar por su supervivencia. La necesidad es la condición normal del ser humano, y tratar de satisfacerla, uno de los instintos más fuertemente enraizados. Pero, hoy, algo extraordinario se ha producido en el mundo desarrollado.
Pero tal vez algún lector, motivado por la presencia de un fiel can a su lado, se habrá preguntado si el gato es superior al perro. Y claramente opinamos que no, aunque no sea tan fácil decirlo y tal vez haya que exponer nuestras razones.
Si las organizaciones existentes tardan demasiado en reaccionar esto lleva a que se formen otras instituciones, ha advertido la mandataria en una intervención durante la reunión anual del Foro Económico Mundial que se celebra en la localidad suiza de Davos.