El estado de salud de cualquier sociedad se mide por los valores que cotidianamente se respetan en ella, ya que constituyen los principios que le dan sentido a los actos de quienes la forman, le otorgan coherencia y autoestima como grupo.
El refrán mexicano que se expresa como pregunta ¿De qué mueren los ardidos? nos muestra claramente la actitud que asume la mayoría de los perdedores que, en su pequeñez y resentimiento, siempre buscan disculpar su fracaso escondiendo su incompetencia ante los demás.
Durante estos últimos días se ha puesto de moda en los medios impresos, en la arena político-jurídica, y en el espectro radioeléctrico informativo, especular y denostar la verticalidad estricta de la conducta militar, sin analizar seriamente el problema que abordan.
Las noticias recientes sobre las amenazas del terrorismo islámico que en su lucha contra los EU., ahora se dirige a los países que le surten petróleo, como México, nos obligan a revisar las capacidades y estrategias para mantener nuestra seguridad nacional.
Cada vez que oigo a los políticos de oposición al gobierno descalificando a quienes pertenecen al Instituto Federal Electoral, recuerdo el viejo refrán español que dice, ¡Al ladrón!. ¡Al ladrón!. como el grito de quien acabando de robar señala a otra persona distante.
Tal parece que actualmente la palabra democracia se ha convertido en el "comodín" discursivo preferido por los demagogos y santones de la mal llamada izquierda, debido a que el término "democracia" todavía tiene un alto poder de convocatoria.
El enunciado que sirve como titulo a este ensayo ha sido tema de largas reflexiones, dado que el significado de la tradición sirve lo mismo para afirmar la identidad de un grupo social, que para oponerse a cualquier cambio.
Lo único que permanece inamovible en el universo es el cambio, ya que todo evoluciona y nada permanece igual, tal y como sucede con los ríos, que aunque nos parecen ser los mismos siempre son distintos, porque al fluir nunca llevan la misma agua.
Tal parece que en nuestro país el actuar impulsivamente y buscar el beneficio inmediato sin reflexionar sobre las consecuencias que esto tenga, es la doctrina más generalizada ya que no se da la costumbre de planear para el futuro, cosa que vemos tan normal.
A finales del Siglo XIX llegó a la Ciudad de México un emigrado judío polaco de nombre Rafael Meraulyok, era hombre enjuto, de edad indefinida y un hablantín convincente capaz vender cualquier cosa, quien además de ofrecerse para sacarle las muelas o los dientes cariados a los incautos.
La pregunta que sirve de título a esta entrega de fin de año, surgió ante la sorpresa que generó una página publicitaria de "Liverpool", una de las tantas tiendas departamentales que compiten en estas fechas para quedarse con parte de los aguinaldos.
Los finales de año y de períodos sexenales de gobierno, son momentos propicios para hacer un alto en el camino que se ha seguido y reflexionar sobre las situaciones personales y sociales en las que estamos inmersos, haciendo una recapitulación de logros y problemas.
En el mundo de la política podemos encontrar a todo tipo de personajes que buscan alcanzar el poder, desde quienes tienen la vocación de servir a sus semejantes, hasta los ambiciosos que solo ingresan para enriquecerse y satisfacer necesidades personales.
Cada vez que nos asomamos al conflicto oaxaqueño nos asalta el recuerdo de viejas experiencias, de cuando en aquellas pequeñas fiestas de barrio o de grupos familiares se colaban grupos desconocidos de gorrones jacarandosos.
Hay dos viejos adagios que dicen que "nada hay nuevo bajo el Sol" y que "la historia siempre se repite", a los que habría de añadirles que "siempre bajo los signos de los tiempos, porque es el hombre quien no ha cambiado.
El espectáculo grotesco que estamos presenciando bajo el patrocinio de la "Coalición por el bien de todos", formada por los partidos políticos PRD, PT, y Convergencia, recuerda bastante -si no fuera por el cinismo y la solemnidad izquierdosa que asumen para que les crean-, a la "mojiganga alvaradeña" .
En esta época de crisis económica, que afecta a la mayoría de los países, a menudo escuchamos explicaciones y conferencias sobre la economía, dadas por expertos en la materia que manejan y controlan los recursos de las naciones; generalmente salimos de esas conferencias o llegamos al final de las explicaciones cargando un bagaje impresionante de nuevos términos de dudosa definición y sin haber entendido nada y en ocasiones mas confundidos sobre el tema de lo que estábamos antes de escucharlos.
Quienes luchan por las mejores causas para darle contenido a sus vidas..... el sepulcro no es su fin sino el inicio de la inmortalidad..... su nombre no se pierde en una lapida de un cementerio ignorado. Intrigado por conocerme y encontrar el origen de mis tropiezos en la vida trato de salirme de mi, como si me observara en un filme midiendo desde la longitud de mis pasos hasta el alcance de mis palabras, para saber mis limitaciones y conocer mis fuerzas.
La mayor parte de las personas viven conforme a estereotipos que les han sido impuestos por su cultura, o que son el resultado de conocimientos que tienen, o de las modas existentes y por lo mismo varían con ellas.
Las leyes de la naturaleza son las mismas en todo el ámbito del universo y en estas quedan incluidas aquellas que gobiernan y explican la conducta de los hombres y de las sociedades que forman. Con la afirmación anterior quiero decir que las leyes de la física y la mecánica son también aplicables a las conductas sociales, como trataremos de demostrar en los siguientes párrafos.
Se dice que la libertad de alguien termina donde empieza el derecho de los demás, palabras que encierran una gran verdad y sabiduría, solo que dejan sin explicar en que consisten los derechos de los demás y la naturaleza de los mismos.
Calquier sociedad organizada debe su existencia al hecho de tener reglas de convivencia que mantienen la unidad y protegen los intereses de la comunidad por encima de los individuales; estas reglas son obedecidas por los individuos que la componen.- sean estas sociedades humanas o de animales.- y en ellas siempre hay quien se encarga de que estas reglas sean cumplidas, sancionando de alguna manera al que no las sigue.
El viejo refrán español que dice "Calumnia� Calumnia� que algo queda", recoge la sabiduría de quienes a través de los años han explorado las conductas de los enfermos del alma, y que encierra la estrategia y cobardía de los incapaces y resentidos, como táctica para descalificar y/o anular a quien los supera y que envidian� es la estrategia de los enanos del alma, que incapaces de crecer buscan cortarle las piernas a quienes son mejores que ellos� a veces con abuso descarado de lo que describe este refrán.
En las pláticas y comentarios que escuchamos cotidianamente es muy común oír "como ha cambiado fulano desde que ocupa tal puesto o desde que llego a ser rico", como si la gente cambiara en su naturaleza de acuerdo a la actividad o posición que vaya teniendo.
En el mundo actual en donde se ha llegado a las comunicaciones instantaneas entre cualquier lugar del planeta y en donde los medios masivos de informacion han desarrollado tecnicas muy sofisticadas para seducir a sus auditorios de manera subliminal, esto es, sin que el receptor del mensaje se de cuenta de que esta siendo manipulado y orientado en sus preferencias politicas, religiosas, de entretenimiento o de consumo.
No existe sociedad organizada, sea humana o animal, sin un poder que la dirija�� y este se pierde cuando no se manifiesta y ejerce.
Muy pocas veces reflexionamos sobre el sentido o el significado de las palabras que usamos cotidianamente y sin embargo las empleamos indiscriminadamente en el lenguaje que usamos para comunicarnos con los demas, ya sea tratandose de temas serios o de cosas intrascendentes, el resultado es que siempre queda un tanto difuso el mensaje que tratamos de transmitir debido a que cada quien interpreta de manera personal y de acuerdo al uso que acostumbra a darle a esas mismas palabras.
El delito de "Traición a la Patria" que ha cometido Andrés Manuel López Obrador está tipificado en el Artículo 123, del Código Penal Federal, que a la letra dice (sic.) "Se impondrá la pena de prisión de 5 a 40 años y multas hasta de 50,000 pesos al mexicano que cometa "Traición a la Patria"...
Desde hace siglos los símbolos precursores de la comunicación escrita han sido privilegio de una élite ilustrada que fué capaz de plasmar en materiales resistentes a la corrupción del tiempo, los sucesos, las ideas y los conocimientos de su época con el fin de que pudieran trascender dejando huella de su paso, en un afán de inmortalizar su cultura.
En la sabiduría tradicional se dice que en el correcto planteamiento y enunciado de un problema se encuentra el 50% de su solución, lo anterior viene al caso ahora que los actos de terrorismo se están manifestando de manera globalizada, así como su condena general y estrategias para combatirlo, pues se han convertido en el tema que llena todos los espacios informativos del mundo y es materia de análisis y de artículos de opinión, escritos por analistas políticos y estrategas militares, que han invadido los medios de divulgación en el ámbito internacional.
Cuando se observan los disturbios que buscan desquiciar la gobernabilidad en la Ciudad de México y en Oaxaca, acompañados por los jaloneos políticos y las declaraciones para desacreditar a las instituciones de la República, sumados a la polarización social inducida por el candidato presidencial perdedor en las urnas, en su lucha por alcanzar el poder presidencial a cualquier costo, necesariamente acuden a nuestra memoria sus promesas pre electorales.
La degradación del quehacer político que estamos presenciando en México está afectando profundamente las relaciones en el tejido social, la seguridad personal y los bolsillos de toda la ciudadanía, pues en el caos político no pueden existir vacíos de poder, ya que siempre van a ser ocupados por los ambiciosos y los delincuentes que se mantienen agazapados hasta que el desgobierno les da la oportunidad de actuar con impunidad, en donde el papel de víctima siempre va a recaer en el ciudadano común y corriente.
Tal parece que los conceptos que sirven de paradigmas en las escuelas militares de formación, solamente están hechos para que se conviertan en palabras, que la mente de los futuros oficiales debe memorizar como si fueran dogmas, a los que no se debe tocar con el bisturí de la lógica analítica para conocer su significado intrínseco y desde luego, tampoco cuestionar el campo de aplicación que deben tener en la dinámica del quehacer diario.
En toda época las crisis anuncian tiempos de cambio en el que los viejos paradigmas dejan de ser funcionales, y son sustituidos por nuevas formas y valores que a su vez se convierten en aquellos que, adaptados a las necesidades de la sociedad sustentarán nuevos usos, normas, y costumbres más funcionales.
Sabemos que la seguridad pública y la impartición de justicia son las piedras angulares de la paz social, mismas que sostienen el desarrollo equilibrado de todos los sectores que la componen y que por la misma causa necesitan seguir la dinamica de ese desarrollo, pues la seguridad publica y la imparticion de justicia evolucionan a la par de la sociedad en donde se aplican, aun dentro de los principios universales del derecho, comunes a todas las sociedades modernas.
