Si conocieses el don de Dios
Cierta vez, el gran pintor y escultor Miguel Ángel esculpió una estatua que representaba a Moisés. La imagen era de tamaño y espesura natural y la mirada, idéntica a la del modelo. Tan real parecía que, al contemplarla, no se contuvo y gritó: "Parla! Perché non parli?" (¡Habla! ¿Por qué no hablas?)