¿Qué se halla finalmente en el centro de nuestra atención?
Hay veces en que somos llamados a hacer a Dios el centro consciente de nuestra atención; el amor y la fe exigen esto. Sin embargo, habrá momentos en que, afectiva y conscientemente, Dios ocupará el cuarto lugar en nuestras vidas; y Dios es lo suficientemente maduro y comprensivo para vivir con eso.