Un fuerte terremoto golpeó una zona montañosa en el noroeste de China, según dijeron las autoridades el martes. El sismo destruyó viviendas, dejó a los habitantes al raso en una noche invernal con temperaturas bajo cero y mató a 126 personas, el temblor más letal en el país en nueve años.
Pekín se despidió este viernes de las nevadas que han azotado la ciudad en los últimos días, pero el pronóstico de fuertes vientos y descensos de la temperatura provocaron la emisión de advertencias de hielo en carreteras y esfuerzos de gestión urbana para evitar contratiempos.
Las escuelas y carreteras cerraron y algunos servicios de tren fueron suspendidos el miércoles debido a la tormenta de nieve que azotó partes del norte y el centro de China por segunda vez esta semana.
La nieve caída durante la noche en buena parte del norte de China obligó a cortar carreteras y a suspender clases y trenes el lunes.
Al final del 2023, China tendrá 300 millones de personas mayores de 60 años, enfrentando una inmensa demanda de cuidadores para sus ancianos, agravada por la falta de atractivos laborales en la industria del sector.
La Isla Grande de Hawai se remeció el lunes a causa de un sismo de magnitud 5,1, pero no se informó de daños personales o materiales, según las autoridades.
"Según la base de datos local de escenarios de tsunamis, se esperan olas con alturas de más de un metro por encima de las mareas normales y que pueden ser más altas en bahías y estrechos cerrados. Se espera un tsunami destructivo, con olas de una altura que supone un peligro para la vida".
Un incendio declarado el jueves por la mañana en un edificio de una compañía de carbón en una ciudad del norte de China mató a 26 personas e hirió a docenas.
La especie humana ha superado los 8,000 millones de personas y el aumento de la esperanza de vida ha compensado el descenso de los nacimientos, pero el crecimiento de la población global continua la tendencia de desaceleración a largo plazo, dijo la Oficina del Censo de Estados Unidos el jueves.
Algunos pasajeros temieron por sus vidas el pasado domingo por la noche, cuando aterrizaron en el principal aeropuerto de Daguestán, una república rusa de mayoría musulmana, y se encontraron con que su avión había sido rápidamente rodeado por una multitud.
Una intensa nevada cubrió el lunes zonas del nordeste de China, cerró escuelas y paralizó el transporte en la primera ventisca importante de la temporada.
La ayuda llegaba poco a poco el lunes a las aldeas en las montañas en el noroeste de Nepal golpeadas por un fuerte sismo el fin de semana, mientras los vecinos buscaban entre los escombros de sus casas derruidas para salvar lo que quedaba de sus pertenencias.
Helicópteros y soldados se apresuraron a ayudar a las personas lesionadas tras un fuerte terremoto que sacudió el noroeste de Nepal poco antes de la medianoche del viernes, dejando al menos 128 muertos y decenas de heridos, dijeron funcionarios el sábado.
Un sismo de magnitud 6.6 se registró el martes en el mar frente a las costas de Huasco, provocando derrumbes en algunas carreteras, en el norte de Chile, sin que se informen de momento daños o heridos.
Las autoridades talibanas estimaron que los sismos previos mataron a más de 2,000 personas en la provincia. El epicentro estaba en el distrito de Zenda Jan, donde murieron 1.294 personas, 1.688 resultaron heridas y todas las casas quedaron destruidas, según cifras de Naciones Unidas.
Otro fuerte terremoto azotó parte del oeste de Afganistán el miércoles por la mañana, después de un sismo anterior que mató a más de 2,000 personas y arrasó pueblos enteros en la provincia de Herat, uno de los terremotos más destructivos en la historia reciente del país.
Aferrándose a la esperanza de que aún es posible encontrar a sobrevivientes, rescatistas y residentes seguían excavando el martes entre los escombros en la provincia de Herat, a el oeste de Afganistán, tres días después de que uno de los terremotos más letales en la región dejó más de 2,000 muertos
Helicópteros de la fuerza aérea rescataron el lunes a decenas de turistas varados en el nordeste del Himalaya indio, después de que una represa hidroeléctrica construida hace seis años se rompiera la semana pasada bajo unas intensas lluvias e inundara un valle con agua de un lago glacial.
“La mayoría de la gente estaba en shock... algunos no podían ni hablar, pero otros no podían parar de llorar y gritar”, declaró Omid Haqjoo, un fotógrafo que visitó cuatro aldeas el domingo, a The Associated Press por teléfono desde la cuarta ciudad más grande de Afganistán, Herat.
Se esperaba que Koinu pasara a unos 70 kilómetros (43 millas) de Hong Kong el domingo y dejara fuertes precipitaciones, según el Observatorio de Hong Kong. La tormenta pasaría sobre las aguas costeras en la vecina provincia de Guangdong el domingo y el lunes, según las previsiones.
