La política china de "cero-COVID", consistente en vigilar, probar y aislar constantemente a sus ciudadanos para evitar la propagación del coronavirus, ha golpeado gran parte de la economía del país, pero ha creado burbujas de crecimiento en los sectores médico, tecnológico y de la construcción.
La queja complementaria describe cómo el retiro de fondos al programa ha dejado a las personas con problemas de salud preexistentes en mayor riesgo ante la covid-19 y agotado los recursos médicos en los vecindarios de bajos ingresos, dejándolos mal equipados para afrontar la pandemia.
En medio de la polémica, según constató Univision, algunos turistas acudieron este lunes hasta la Alcaldía de North Miami Beach, como hizo una pareja de ecuatorianos, con la intención de recibir las vacunas ofrecidas por DeFillipo, pero les dijeron que no podían vacunarlos.
Se estima que en todo el mundo se han contagiado de COVID-19 al menos 90,000 trabajadores de la salud -y es posible que la cifra sea el doble-, con reportes de escasez continua de equipos de protección, dijo el miércoles el Consejo Internacional de Enfermeras (CIE).
Aunque los decesos relacionados con el coronavirus en Gran Bretaña han disminuido en forma constante en las últimas tres o cuatro semanas en la medición efectuada cada siete días, el país está unas dos semanas atrás de Italia en cuanto a la evolución de la pandemia.
Pekín ha respondido más rápido al coronavirus que al SARS, pero aún acalla y castiga a quienes se desvían de la línea oficial. El desastre del síndrome respiratorio agudo grave (SRAG, o SARS en inglés) se suponía que arrastraría a China hacia una nueva era de responsabilidad y transparencia.
