MUY OPORTUNO
Mañana y mañana
Lo que describen Agustín y Efraín con semejante claridad (y no sin cierto golpe de humor) es una de las verdaderas dificultades a las que nos enfrentamos en nuestra lucha por crecer en la fe y en la madurez humana, o sea, la tendencia a ir por la vida diciendo: “¡Sí, necesito ser mejor.