El crecimiento en la producción industrial de China cayó a un mínimo de 17 años en los primeros dos meses del año, lo que apunta a una mayor debilidad en la segunda mayor economía del mundo que probablemente conlleve más medidas de apoyo desde Pekín.
La OPEP recortó el jueves sus pronósticos para la demanda global por su crudo en 2019 ante una mayor oferta de productores rivales, lo que apoya los argumentos para prolongar más allá del primer semestre el pacto de reducción al bombeo que acordó con Rusia y otros aliados.
La Administración de Información de Energía de Estados Unidos recortó el martes en 40,000 barriles por día su pronóstico para el crecimiento de la demanda mundial por crudo en 2019 a 1,45 millones de bpd.
La revolución del fracking va a cambiar el panorama energético mundial a corto plazo. En realidad, ya lo ha hecho, pero la Agencia Internacional de la Energía anticipa que lo va a hacer más en los próximos años, impulsando a Estados Unidos a la cima de la producción mundial de petróleo.
No hubo alzas de precios en las puertas de las fábricas chinas en febrero respecto del mes anterior, mientras que para los consumidores la inflación fue la más baja en más de un año, lo que apunta a una demanda débil en la segunda economía del mundo.
El ministro de petróleo de Arabia Saudita, Khalid al-Falih, dijo el domingo que sería demasiado pronto cambiar la política de producción de la OPEP+ en la próxima reunión del grupo en abril y que China y Estados Unidos liderarán la saludable demanda mundial de petróleo este año.
Los precios del petróleo cayeron alrededor de un 1 por ciento el viernes después de que un decepcionante crecimiento del empleo en Estados Unidos reavivó el temor a una desaceleración de la economía mundial y a una menor demanda de energía.
La economía de Japón creció más rápido que lo inicialmente estimado en el cuarto trimestre, debido a que el gasto de capital se recuperó rápidamente luego de una serie de desastres naturales en el trimestre previo.
El sector de servicios de Brasil registró en febrero su crecimiento más fuerte en un año, impulsado por el fuerte aumento de los nuevos negocios que favoreció la contratación de funcionarios, mostró el jueves la encuesta Índice de Gerentes de Compras (PMI, por su sigla en inglés).
El aluminio y otros metales industriales bajaron el miércoles, debido a que los inversores esperaron más señales sobre si la demanda del mayor consumidor mundial, China, repuntará tras el Año Nuevo Lunar.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo el miércoles que las negociaciones comerciales con China están avanzando bien y estimó que habría un “buen acuerdo” o no se produciría un pacto entre las dos mayores economía del mundo.
El déficit comercial se disparó en 2018 a niveles de hace una década y el número de personas que tratan de cruzar la frontera desde México alcanzó en febrero la mayor cota en 12 años, pese a las promesas de Trump para reducir el agujero comercial y frenar la entrada de extranjeros.
El dato oficial da cuenta de la gravedad de la crisis económica que enfrenta la nación sudamericana y baja las expectativas de una mejora al corto plazo justo en el inicio de un año en el cual el presidente Mauricio Macri buscará la reelección en los comicios generales de octubre.
Un ambiente “más grave y más complicado”. Un “telón de fondo de presiones a la baja”. Un clima internacional “complejo y que está cambiando rápidamente”. Suena poco halagüeño el panorama que China prevé para este año, en medio de una guerra comercial con Estados Unidos.
El gobierno de China anunció el martes un sólido objetivo de crecimiento económico anual y un aumento del 7,5% en el gasto militar, durante una sesión legislativa eclipsada por la guerra arancelaria con Washington.
La acumulación de mercadería ante la inminencia de la salida de Gran Bretaña de la Unión Europea, evidente desde hace tiempo en un sector manufacturero preocupado por lo que se viene, ha llegado ahora a los hogares.
Los precios del petróleo revirtieron su curso el viernes, cayendo en torno al 2 por ciento tras la publicación de datos bajistas de manufacturas en Estados Unidos que elevaron las dudas sobre el crecimiento de la demanda global de energía.
El fuerte aumento de la producción industrial brasileña en febrero, por un fortalecimiento de la demanda, impulsó la contratación en el sector al ritmo más rápido en casi nueve años, según datos de la encuesta PMI divulgada el viernes.
La economía de Estados Unidos se desaceleró menos de lo previsto en el cuarto trimestre, con cifras sólidas tanto en el gasto del consumidor como de las empresas, y cerró 2018 con un crecimiento levemente inferior al objetivo del 3 por ciento anual del gobierno del presidente Donald Trump.
La actividad fabril en China se contrajo a un mínimo de tres años en febrero, ya que los pedidos para la exportación cayeron a su ritmo más acelerado desde la crisis global financiera, poniendo de relieve la profundización de las grietas en una economía que se enfrenta a una débil demanda.
