Migración
Algunos migrantes de caravana buscan trabajar en México
Según las autoridades, podrán trabajar hasta por un año y se canalizarán principalmente a la industria de la construcción, manufactura o a ranchos agrícolas del estado.
Según las autoridades, podrán trabajar hasta por un año y se canalizarán principalmente a la industria de la construcción, manufactura o a ranchos agrícolas del estado.
Antes de la visita programada de Donald Trump a esta ciudad texana, con la cual busca obtener apoyo para la construcción propuesta de un muro fronterizo con México, algunos habitantes de diversas posturas políticas en El Paso tenían un mensaje para el presidente estadounidense.
Algunos de los migrantes dicen sentirse agradecidos y tranquilos en ese lugar habilitado como albergue temporal. Otros no tanto, como un migrante que cuando vio que iban a ingresar nuevos compañeros les gritó desde detrás de la reja que no entraran.
Esperando una visa humanitaria en uno de los estados más violentos de México, migrantes centroamericanos dicen que buscarán nuevas rutas en la frontera entre México y Estados Unidos si los cientos de militares enviados el miércoles por el gobierno de Donald Trump les cortan el paso.
El presidente Donald Trump advirtió en su discurso sobre el Estado de la Unión el martes acerca de las caravanas, y acusó a las ciudades mexicanas de llevar a los migrantes en autobuses a la frontera “para traerlos a nuestro país en zonas donde hay escasa protección fronteriza”.
“Acabamos de enterarnos de que en ciudades mexicanas, para deshacerse de los migrantes ilegales en sus comunidades, han conseguido camiones y autobuses para traerlos a nuestro país por medio de áreas donde hay poca protección fronteriza”, aseguró Trump en su discurso.
Una caravana de unos 1,600 migrantes centroamericanos acampó el martes en la ciudad mexicana de Piedras Negras, México, cerca de una sección relativamente abierta en la frontera con Estados Unidos.
Una nueva política del gobierno del presidente Donald Trump, que obliga a algunos solicitantes de asilo a esperar en México mientras sus casos se procesan en Estados Unidos entró en vigor el 29 de enero.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha anunciado este jueves el envío de más tropas a la frontera con México para frenar "la invasión de ilegales", como se ha referido a las caravanas de migrantes centroamericanos que se dirigen hacia el país.
Desde octubre de 2018, miles de migrantes centroamericanos emprendieron una larga travesía desde sus países para solicitar el beneficio migratorio, trámite que podría tardar meses y por lo cual muchos de ellos están varados en la frontera de Tijuana, destino al que han llegado estas caravanas.
Los ya saturados tribunales de inmigración se enfrentaron a más obstáculos el jueves cuando cientos de inmigrantes llegaron con notificaciones emitidas por el gobierno para comparecer en la corte para audiencias que no estaban programadas.
Miles de migrantes centroamericanos que forman parte de multitudinarias caravanas retomaban el jueves su camino rumbo al norte desde la capital mexicana, preguntándose si irán a la ciudad fronteriza de Piedras Negras, donde pedirían asilo a Estados Unidos, o si cruzarán ilegalmente a ese país.
El panorama migratorio en México se complica cada vez más con más de 2,000 extranjeros ya alojados en un albergue en la capital del país y otros 15,500 en el sureste que han solicitado ingresar en forma legal.
La administración de Donald Trump ha puesto en marcha su plan para que solicitantes de asilo en Estados Unidos esperen la conclusión de su trámite en territorio mexicano en lugar de suelo estadounidense.
Los albergues en la ciudad fronteriza mexicana de Tijuana están saturados de migrantes y no estarían en capacidad de recibir la afluencia de centroamericanos que está previsto empiecen a llegar el viernes, cuando Estados Unidos comience a regresar a México a solicitantes de asilo.
El gobierno mexicano anunció el viernes que Estados Unidos planea regresar 20 migrantes al día a territorio mexicano mientras esperan una respuesta del gobierno estadounidense a sus peticiones de asilo.
La generosidad del nuevo presidente mexicano hacia los inmigrantes, de acuerdo con funcionarios del país, es parte de su compromiso generalizado para proteger los derechos humanos, reducir la desigualdad en el país y atender de manera prioritaria a las personas en situación de pobreza.
Tras los impedimentos físicos y las trabas legales que ha desplegado el presidente de Estados Unidos Donald Trump para frenar la entrada de migrantes centroamericanos a su país, muchos de ellos han redirigido sus pasos y sus objetivos hacia un futuro en el país azteca.
Se tiene previsto que los cambios se implementen primero en el cruce fronterizo de San Ysidro, en San Diego, de acuerdo con un funcionario que tiene conocimiento del plan pero que habló a condición de guardar el anonimato debido a que todavía no es definitivo.
Trump, quien lucha por conseguir que el Congreso apruebe su solicitud de dinero para construir un muro en la frontera con México, expresó su frustración con los gobiernos de Honduras, Guatemala y El Salvador porque no están ayudando a Estados Unidos con el problema de la migración.