Las ventas de maíz y soja de la nueva campaña de Argentina se multiplicaron este año porque muchos productores y exportadores temen que el presidente electo, el peronista Alberto Fernández, suba los impuestos a los embarques tras asumir en diciembre.
Brasil puso en vigencia una cuota de importación libre de aranceles para 750.00 toneladas anuales de trigo, una medida que está abierta a cualquier país y no tiene fecha de término, anunció el miércoles el Ministerio de Agricultura.
La cosecha de trigo del ciclo 2019/20 de Argentina sería de 18,8 millones de toneladas, bajo los 19,8 millones estimados previamente, debido a una caída en los rendimientos por condiciones climáticas adversas en los últimos meses, dijo el jueves la Bolsa de Cereales de Buenos Aires BCBA.
La región centro-sur de Brasil debería producir 585,7 millones de toneladas de caña en la nueva temporada que comienza en abril, un 0,4% más que el período anterior, dijo el jueves el corredor y analista INTL FCStone.
Argentina podría exportar hasta 2 millones de toneladas de trigo a Vietnam, reemplazando a los cereales procedentes de Rusia que Hanói suspendió tras encontrar la presencia de semilla de cardo en algunos cargamentos, dijo el miércoles la cámara agroexportadora argentina.
Los futuros de la soja en Estados Unidos cayeron luego de que el gobierno de Estados Unidos confirmó nuevas compras de China, pero los volúmenes de venta al principal importador mundial tras la última ronda de conversaciones comerciales entre Washington y Pekín no cumplieron con las expectativas.
En medio de los números rojos de la economía argentina destaca un oasis verde: el campo. Este sector, el más competitivo del país sudamericano, crece un 20% después de un 2018 ruinoso por la sequía y muestra su gran capacidad de salir a flote cada vez que Argentina se hunde en una nueva crisis.
Juan Rossi recorre sus campos de trigo en una de las regiones agrícolas más fértiles de Argentina, preocupado por el futuro del sector agrícola, que es el principal motor de la economía nacional.
Los futuros de la soja en Chicago subieron modestamente el lunes, con el contrato a noviembre cerca de sus máximos de cuatro meses por temores sobre un tiempo invernal en la zona central de Estados Unidos, al tiempo que el trigo avanzó por compras técnicas y cobertura de posiciones cortas.
Todo el proceso que el alimento recorre desde la recogida de la cosecha, la captura o la matanza hasta antes de llegar al minorista forma parte de la llamada pérdida alimentaria, y en el mundo es un 13,8% de los alimentos producidos los que se pierden por ineficacias en la cadena del suministro.
Los futuros de maíz subieron un 4% y el trigo y la soja también cerraron con alzas, por expectativas de una posible distensión en la guerra comercial entre Estados Unidos y China, además de preocupaciones por el clima invernal que amenaza los cultivos en el Medio Oeste, dijeron analistas.
Miles de agricultores de aceitunas marcharon el jueves por la capital española para protestar por los bajos precios y exigir protección ante los aranceles que Estados Unidos planea imponer a productos agrícolas de la Unión Europea.
La producción de soja brasileña en la temporada 2019/2020 sería de 120,4 millones de toneladas, un aumento del 4,7% respecto al ciclo anterior y que, de confirmarse, sería récord en el país, estimó el jueves la Compañía Nacional de Abastecimiento (Conab).
La escasez de lluvias en las principales regiones productoras de soja de Brasil al comienzo de la temporada forzará a agricultores en algunas áreas a replantar por el riesgo de hacerlo con poca humedad, según expertos meteorológicos.
Los futuros de la soja en Estados Unidos subieron el viernes en Chicago a su nivel más alto desde el 22 de julio, por el temor a que la producción local sea menor a la esperada.
Los futuros de la soja en Estados Unidos subieron al nivel más alto en más de dos meses el martes, tras las ganancias de la sesión anterior, cuando los precios fueron impulsados por compras de China y un reporte menor a lo esperado de existencias estadounidenses.
Alrededor del 20% de la principal región agrícola argentina necesita recibir lluvias, pero lo más probable es que estas no se produzcan en el corto plazo, dijo el viernes Eduardo Sierra, meteorólogo de la Universidad de Buenos Aires
La cosecha argentina de soja llegaría a 51 millones de toneladas en el ciclo 2019/20 al absorber hectáreas pensadas para el maíz, un cereal sobre el que los agricultores temen que recaigan más impuestos si en octubre cambia el Gobierno, dijo el miércoles la Bolsa de Cereales de Buenos Aires
Un inusual clima seco esta poniendo nerviosos a los agricultores argentinos mientras esperan las lluvias de octubre para revivir los cultivos de maíz, lo que se suma a la incertidumbre generada por las elecciones presidenciales que podrían hacer que el mandatario Mauricio Macri no sea reelecto.
Los futuros de la soja en Estados Unidos bajaron el miércoles porque el clima templado en la región central de Estados Unidos disminuyó el riesgo de que las heladas dañen los cultivos, y por el temor a que una recientes compras de china hayan terminado.
