Cada año, por estas fechas de sequía y altas temperaturas, los habitantes de la capital mexicana deben hacerse responsables de su propia salud el día que —como este martes— el Gobierno anuncia una efeméride: alerta por contingencia ambiental.
El organismo reportó que a las 5:00 horas de hoy se registraron 158 puntos del Índice de Calidad del Aire para PM2.5 en el municipio de Nezahualcóyotl, Estado de México; por ello, se activó la Contingencia Ambiental Extraordinaria por Partículas PM2.5.
Los incendios forestales causan grandes estragos en varias zonas del país, especialmente urbanas, cuyos cielos se han teñido de negro y gris, cuando apenas transcurre la mitad del mes más caluroso del año.
Ciudad de México ha activado este martes el plan de contingencia ambiental para hacer frente a los altos índices de contaminación, cuatro días después de que se dispararan las alarmas. La activación del plan refuerza las medidas de precaución para la ciudadanía.
El fuego arrasa con los bosques mexicanos en 25 estados al influjo del fenómeno denominado El Niño, que causó un aumento importante de las temperaturas, y se teme que se rompa el récord de superficies forestales quemadas.
La cifra de muertos a raíz de una explosión de gasolina en una toma ilegal de un ducto en el centro de México se ha elevado a 134, informaron las autoridades el viernes.
El gobierno del estado de Hidalgo, en el centro de México, dijo que 62 de las 81 personas que resultaron lesionadas en el incendio del 18 de enero han fallecido en los hospitales. Otras 68 murieron en el sitio de la explosión y la mayoría no pudo ser identificada debido a que quedaron calcinadas.
El número de muertos por el incendio y explosión en una tubería de combustible en México donde la gente robaba gasolina aumentó a 128 debido al fallecimiento de otro de los heridos, dijeron el miércoles las autoridades.
La cifra de muertos por un incendio en una toma clandestina en un oleoducto aumentó a 109 luego de que diez personas más murieran en hospitales.
El gobierno de México fue acusado de ser en parte responsable de la tragedia de la perforación de una tubería de la petrolera Pemex que causó una explosión matando a al menos a 89 personas.
Cinco días después de la tragedia de la explosión de un ducto de gasolina en un poblado del céntrico estado de Hidalgo, decenas de personas aún deambulan desesperadas en los campos sembrados de alfalfa donde ocurrió el estallido en busca de los restos de sus familiares desaparecidos.
La cifra de muertos a causa de la descomunal explosión e incendio una toma ilegal de gasolina en México se elevó el martes a 93 debido al fallecimiento de más heridos en hospitales.
El pueblo entero está triste. No hay familia que no tenga un hijo, un amigo o un compañero o vecino que no haya fallecido, esté herido o desaparecido desde que el viernes 18 de enero explotara un ducto de la petrolera paraestatal y cambiara la vida de todos.
La Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) ha enviado al presidente, Andrés Manuel López Obrador, una queja por el papel de los militares en la explosión del pasado viernes en Tlahuelilpan (Hidalgo).
El secretario de la Seguridad, Alfonso Durazo confirmó este domingo que el ejército mexicano tuvo conocimiento de la existencia de una fuga resultado de una toma ilegal a las 14:30, casi cuatro horas y media antes de la explosión en Tlahuelilpan, que ha causado la muerte de al menos 89 personas.
El soldado asegura que, al poco de llegar, comunicaron la situación a Petróleos Mexicanos (Pemex). Esta versión difiere de la oficial, que sitúa la llegada del ejército después de las cinco de la tarde. Poco después de la patrulla comenzó a llegar la gente.
Varios de los fallecidos quedaron boca arriba, con los brazos extendidos, indicio de su agonía. Algunas víctimas al parecer se cubrieron el pecho en un último intento para protegerse de la explosión. Pocos cadáveres estaban juntos como si estuvieran unidos en un abrazo de muerte.
Un testigo describió cómo una atmósfera casi festiva entre cientos de residentes locales que llenaban contenedores con combustible derramado se convirtió en horror cuando la explosión dispersó a la multitud en todas direcciones, ocasionándole quemaduras graves.
Expertos forenses intentaban separar y contar las pilas de cadáveres quemados en el centro de México donde una enorme bola de fuego envolvió a decenas de personas que recolectaban gasolina de un ducto perforado por ladrones y mató al menos a 66.
López Obrador, prometió el sábado redoblar los esfuerzos para combatir una epidemia de robo de combustible en el país después de que hubo un explosión en una toma clandestina de un oleoducto en el estado de Hidalgo que causó la muerte de 66 personas y dejó 76 heridos hasta el momento.
