El gobierno mexicano y líderes empresariales se reúnen el viernes con sus homólogos estadounidenses por segundo día consecutivo, buscando presionar para la ratificación de un acuerdo comercial, eliminar demoras en la frontera que están dañando a exportadores y discutir aranceles a los metales.
La secretaría emitió un comunicado este lunes en el que anunció la emisión de bonos por 2 mil 500 millones de euros, la cual tuvo una demanda de 9 mil millones de euros, 3.6 veces mayor de lo esperado, y la participación de más de 545 inversionistas internacionales.
En los primeros meses del año se escuchó la palabra “huachicolero”, un término que antes era de uso esporádico para muchísimas personas del país. Los propietarios de automóviles, en especial, la usaban combinada con insultos y groserías. Incluso escuché a niños pequeños pronunciarla.
Mediodía del viernes. El secretario (ministro) de Hacienda de México, Carlos Urzúa (Aguascalientes, 1955), recibe a EL PAÍS en un receso de la convención bancaria de Acapulco (Guerrero, suroeste) en mangas de camisa y con cara cansada.
Los mexicanos de a pie y los especialistas parecen vivir en mundos distintos, con visiones contrastantes sobre el futuro de la economía bajo el gobierno del presidente Andrés López Obrador. El indicador de confianza del consumidor llegó en febrero al umbral de los 50 puntos.
En las últimas semanas Fitch y Standard & Poor’s redujeron el panorama crediticio de la segunda mayor economía de Latinoamérica y de su petrolera Pemex. El presidente, Andrés Manuel López Obrador, dijo que las calificadoras “castigan” a México por la política neoliberal de los gobiernos previos.
“El cambio en políticas públicas dirigido a reducir la participación de la iniciativa privada en el sector energético, aunado a otros eventos que han disminuido la confianza de los inversionistas, podría aumentar los pasivos contingentes del soberano y reducir el crecimiento económico”.
México entró en su primera recesión en los últimos 23 años, según la opinión de algunos expertos, los cuales atribuyen esa circunstancia a la política interna del presidente Andrés López Obrador y a factores externos.
La última radiografía de la finanzas de Pemex muestran a una compañía luchando contra la asfixia. Petróleos Mexicanos perdió unos 7,500 millones de dólares en 2018, un 47% menos que en el año anterior, según los resultados anuales publicados por la firma este miércoles.
La caída se explica por el declive de los megayacimientos de Cantarell y Ku-Maloob-Zaap, además del abandono de campos cuyo costo productivo era superior a 20 dólares por barril, luego de un recorte presupuestal derivado de la crisis de precios que comenzó en 2014.
Los principales acreedores de México, así como las firmas calificadoras, reaccionaron con desconfianza y escepticismo al plan de rescate de la petrolera gubernamental PEMEX anunciado el viernes por el presidente Andrés López Obrador.
El director de Aeroméxico, Andrés Conesa, aseguró que esperarán a conocer los planes para el sector aéreo tras la cancelación del nuevo aeropuerto en Texcoco, y aclaró que su modelo de negocios se enfoca en operar en una sola terminal aérea.
De acuerdo con una presentación a inversionistas de la empresa petrolera, el apoyo comprende tres ejes: capitalización incluida en el presupuesto por 1,300 mdd; monetización de pasivos laborales por 1,800 mdd, y ayuda fiscal adicional 2019-2024 por 600 mdd.
El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, dijo el jueves que Pemex cumplirá con sus compromisos de deuda y aseguró que esta semana presentará un plan para apuntalar sus finanzas luego de que la agencia Fitch redujo en enero la calificación crediticia de la petrolera estatal.
El presidente Andrés Manuel López Obrador adelantó este martes que próximamente anunciará medidas extraordinarias de apoyo a Petróleos Mexicanos, que incluyen una reducción de su carga fiscal.
Menos de 5% de los petrolíferos que se transportan en México van por ferrocarril, pese a ser más barato que otras opciones de transporte y de que permite mover volúmenes mucho mayores que, por ejemplo, las pipas.
México realizó una "exitosa" transacción en los mercados financieros internacionales de capital, a través de la cual colocó 2 mil millones de dólares de Bonos Globales con vencimiento en abril de 2029, informó la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.
La ofensiva del presidente de México contra el robo de combustible, concebida como un audaz plan para acabar con la corrupción, se ha convertido en una batalla para evitar el caos económico después de que gobiernos estatales, empresas y consumidores quedaron atrapados por la decisión.
El primer plan de presupuesto presentado al Congreso por el presidente Andrés López Obrador, que arremetió reiteradamente en su campaña contra el neoliberalismo fue, contra lo que se temía, bien recibido por los mercados y por los analistas económicos.
Nerviosos tenedores de bonos pondrán sus ojos como nunca antes sobre el presupuesto de México para determinar si el presidente izquierdista Andrés Manuel López Obrador es capaz de impulsar mayor gasto social, recortes de impuestos y costosos proyectos petroleros sin aumentar la deuda.
