Reportajes
La guerra silenciosa
El tráfico sobre avenida Jerusalén suele ser siempre muy difícil, va a vuelta de rueda, hay miles de apresurados conductores atropellándose por un espacio para avanzar y llegar a tiempo a sus empleos.
El tráfico sobre avenida Jerusalén suele ser siempre muy difícil, va a vuelta de rueda, hay miles de apresurados conductores atropellándose por un espacio para avanzar y llegar a tiempo a sus empleos.
En todo el continente americano, las enfermedades traídas por forasteros acabaron o devastaron muchas naciones nativas, y este legado está marcado en la memoria colectiva. En décadas recientes, enfermedades como el sarampión y la gripe porcina han causado estragos en algunas comunidades.
"Tengo gallinas, y las docenas de huevos que me sobran las doy". En la España interior, vaciada por la emigración, las redes vecinales se han activado rápidamente para ayudar a los ancianos, los más vulnerables y aislados ante el coronavirus.
Empresas farmacéuticas y laboratorios de investigación trabajan contra reloj para encontrar vacunas y tratamientos contra el nuevo coronavirus que se extiende por todo el mundo.
Sus habitantes la denominan "la ciudad olvidada" porque consideran que desde una accidentada visita de Hafez al Asad, el padre del actual presidente, a principios de los años 1970, nadie del poder central ha vuelto a poner los pies en ella.
Es un enigma cuándo el SARS-Cov-2 empezó a circular y cuándo supieron de los primeros casos. La única fecha segura, por ahora, es la del 31 de diciembre. Ese día, el Gobierno chino confirmó los primeros casos de una neumonía de origen desconocido. Todo fue rápido desde entonces.
La responsabilidad, el cansancio, el miedo: todos son enormes. Aunque parezcan ángeles, son personas, y como tales a veces se rompen. Los derrumbamientos emocionales del personal sanitario de los hospitales de Wuhan han sacudido las redes sociales chinas, suscitando tanto pesar como admiración.
La jornada empieza con el mismo ritual: en la puerta del hotel, un termómetro en la frente de todo el que pasa. La recepcionista tranquiliza a un huésped: “Tenemos suministros de sobra, recibimos muchos productos antes del bloqueo, no se preocupe”.
Hace cinco años, logró huir de las garras de los yihadistas el grupo Estado Islámico EI, que la habían convertido en esclava sexual. Hoy, Imán Abas, que acaba de cumplir la mayoría de edad, quiere que sean escuchadas las yazidíes que, como ella, han sufrido el infierno.
Casi la mitad de todas los que sufren de insomnio experimenta este tipo específico llamado insomnio de “mantenimiento del sueño”, que consiste en despertarse a la mitad de la noche, a veces incluso combinado con el insomnio de “conciliación del sueño”, que consiste en dificultades para dormir.
Podemos aplicar esta estrategia de reparación no solo con las parejas románticas, sino con cualquier persona que hayamos ofendido sin querer: amigos, conocidos y también compañeros de trabajo. A continuación, te presento cómo resarcir un desliz verbal y sanar esos sentimientos.
Después de dejar a sus gemelos de 1 año en un auto con una alta temperatura mientras iba a trabajar el viernes 26 de julio, lo que resultó en la muerte de los menores, Juan Rodríguez no sale de su incredulidad mientras batalla por comprender cómo pudo haberse olvidado de dejarlos en la guardería.
Los oficiales luchaban con Colin Cheung en un auto de la policía que parecía particular. Necesitaban registrar su rostro. Lo tomaron por la mandíbula para forzarlo a poner la cabeza de frente a su iPhone. Lo abofetearon. Le gritaron: “¡Despierta!”. Le abrieron los ojos.
Mi mamá me crió sola, en cinco estados y nueve casas diferentes. Éramos solo ella y yo. A veces estábamos en la quiebra, pero siempre nos divertimos. Hacía que cada día fuera hermoso. Comíamos panqueques a la hora de la cena, sembrábamos sandía en el jardín, recogíamos zarzamoras.
A las 9:53 del jueves la policía y los bomberos de la ciudad de Buenos Aires hicieron sonar simultáneamente sus sirenas en memoria de las víctimas del atentado contra un centro judío al cumplirse un cuarto de siglo sin que haya sido esclarecido.
Mis dientes de leche no se cayeron, yo me los arranqué, con raíces y todo, en cuanto se aflojaron. Podría haberme ahorrado un dolor inmenso si hubiese dejado que la naturaleza siguiera su curso, pero soy un “precrastinador” en serie.
“Una mezcla de dolor y conmoción me abrumó porque esto era lo primero que sabía al respecto”, dijo Valencia, de 66 años y quien lidera un sindicato de maestros en El Paso, Texas. “Entre más investigaba, más impactada estaba por cuántos mexicanos fueron linchados en este país”.
Una mujer a la que había conocido apenas media hora antes se me quedó viendo por encima de sus anteojos mientras las cartas estaban repartidas frente a nosotros. Levantó el cinco de oros y dijo: “¿Ya pasaste por el luto tras perder a tu esposo?”.
Hace unos años mi padre hizo los arreglos para enviarme por correo un pan de frutos secos o fruitcake. Yo tenía un trabajo de buena paga y hasta mi propio departamento en Manhattan, pero él temía que mi alacena y refrigerador estuvieran completamente vacíos.
La historia de Colombia es una exasperante repetición de equivocaciones. Así la representó Gabriel García Márquez en Cien años de soledad, la novela que cuenta la historia de Macondo, un lugar ficticio que podría ser cualquier pueblo colombiano.