Siria y Turquía desplegarán fuerzas en el noreste sirio para sacar de la frontera a los combatientes del YPG kurdo, luego de sellar el martes un acuerdo que tanto Moscú como Ankara calificaron como un triunfo.
Las conversaciones planeadas para el 28 y 29 de octubre serán las primeras entre el Talibán y afganos prominentes de Kabul desde una ronda de negociaciones que se realizó en julio en Doha, la capital de Qatar, donde el Talibán mantiene una oficina política.
El anuncio se produjo mientras los combatientes kurdos completaban su retiro de una sección de la frontera entre Siria y Turquía, tal como les fue requerido en un acuerdo de cese al fuego negociado por Estados Unidos que expiraba el martes por la noche.
Cientos de fuerzas kurdas permanecen cerca de la frontera noreste de Siria a pesar de una tregua negociada por Estados Unidos que exige su retirada, por lo que Turquía podría reanudar su ofensiva en la zona cuando expire el alto el fuego, dijo el presidente turco Tayyip Erdogan.
Hasta 1,300 combatientes sirios kurdos deben abandonar todavía la región nororiental de Siria invadida por Ankara, dijo el martes el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, horas antes de que termine el alto el fuego de cinco días entre los dos bandos.
Milicianos talibanes asaltaron el lunes por la noche un control de seguridad en la provincia norteña de Kunduz y mataron al menos a 15 policías, según un funcionario afgano.
Los vecinos de una ciudad siria controlada por kurdos arrojaron patatas el lunes a las tropas estadounidenses a su paso por la localidad, en su aparente retirada de Siria.
Combatientes y civiles kurdos comenzaron a evacuar un asediado pueblo sirio el domingo, la primera retirada bajo el cese de fuego negociado por Estados Unidos y allanando el camino para un mayor retiro de sus fuerzas de partes de la frontera turca.
El secretario de Defensa de Estados Unidos Mark Esper llegó a Kabul el domingo, donde las estancadas negociaciones de paz con el Talibán y los persistentes ataques violentos han dificultado la retirada de más de 5,000 soldados estadounidenses.
Los soldados estadounidenses que se retiran de Siria se dirigirán al oeste de Irak y seguirán realizando operativos contra el grupo Estado Islámico, indicó el secretario de defensa estadounidense.
Los combates en una localidad fronteriza del noreste de Siria en el centro del conflicto entre Turquía y las fuerzas kurdas, continuaban el viernes a pesar del alto el fuego auspiciado por Estados Unidos que entró en vigor a medianoche.
El presidente Donald Trump lo describió como un gran día para la civilización, pero el acuerdo que se logró el jueves en Ankara entre Estados Unidos y los líderes turcos generó más preguntas que respuestas.
Turquía suspenderá su ofensiva en el norte de Siria durante cinco días para que se retiren las fuerzas kurdas, tras lo cual el alto el fuego será permanente, anunció el jueves el vicepresidente estadounidense Mike Pence, tras entrevistarse con el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan.
Turquía acordó el jueves detener su ofensiva en Siria durante cinco días para permitir que las fuerzas kurdas se retiren de una “zona segura” que Ankara había tratado de capturar, un acuerdo que fue aplaudido por Washington y que los líderes turcos presentaron como un triunfo absoluto.
Las fuerzas sirias ingresaron la noche del miércoles a la estratégica localidad fronteriza de Kobani, obstaculizando uno de los caminos para que el ejército de Turquía estableciera una “zona de seguridad” libre de combatientes kurdos en la frontera como parte de su ofensiva.
La mecha no prenderá por ahora en el corazón del polvorín de Oriente Próximo. Estados Unidos ha pactado este jueves con Turquía un alto el fuego de cinco días para detener las hostilidades en el norte de Siria y permitir el repliegue de las milicias kurdas.
Una delegación estadounidense del más alto nivel encabezada por el vicepresidente Mike Pence enfrentaba la ardua misión el jueves de convencer al presidente turco Recep Tayyip Erdogan que declare un cese de fuego en su ofensiva contra las fuerzas kurdas en el norte de Siria.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, no se opuso a un acuerdo al que llegaron las fuerzas sirias de liderazgo kurdo con Rusia y el gobierno sirio para protegerse de una ofensiva turca en el nordeste de Siria, según dijo el jueves un comandante del contingente.
"Las unidades de vanguardia del Ejército gubernamental entraron en Raqqa por primera vez en cinco años", ha resaltado la fuente, que ha precisado que los soldados sirios han instalado algunos puestos de observación.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se ha desmarcado de la ofensiva lanzada por Turquía en el noreste de Siria, aunque ha declarado que los kurdos "no son unos ángeles" y "saben cómo luchar" para responder a estos avances.
