COMO ANILLO AL DEDO
El Parlamento asesta un golpe letal a la estrategia del Brexit de Johnson
El Parlamento británico no se dejó impresionar este martes con la popularidad de Boris Johnson ni se amilanó ante sus bravuconadas.
El Parlamento británico no se dejó impresionar este martes con la popularidad de Boris Johnson ni se amilanó ante sus bravuconadas.
Con su pelo rubio cardado, sus aires sureños y su profunda fe en las ideas conservadoras del Partido Republicano, podría ser un trasunto de una Doris Day o incluso una Betty Ford cualquiera.
El presidente de Brasil es perverso, un tipo de persona que solo mantiene los dientes (temporalmente, al menos) lejos de quienes son de su sangre o de quienes le menean el rabo a sus ideas. Y solo mientras estén meneando el rabo: si paran, también los mastica.
El levantamiento que derrocó a los dirigentes de Puerto Rico podría remontarse a un día del presente mes cuando el gobernador, Ricardo Rosselló, ni siquiera estaba en la isla: estaba de vacaciones en Europa, alimentando su Instagram con fotos de él y su esposa sonriendo y disfrutando de París.
No es una labor sencilla lograr que Boris Johnson se haga responsable de sus actos. Basta preguntarle a John Palmer, quien lo intentó hace treinta años, cuando ambos eran reporteros que cubrían temas sobre Europa para periódicos británicos.
Bolsonaro no es el primer jefe del Estado que acude al culto semanal en la Cámara, pero ninguno de los recientes daba semejante protagonismo a la religión en sus actos.
Trump controla a su gabinete por medio del miedo, en tanto AMLO a su vez tiene también amedrentado al suyo integrado por personajes que niegan a diario las evidencias más palpables.
Donald Trump ya no tendrá que preocuparse por construir y financiar su muro; México se ha erigido en él. Seremos la barrera entre los inmigrantes y un presidente que los presenta como una amenaza de seguridad nacional.
El conflicto migratorio —arancelario— que hoy enfrenta a México y Estados Unidos es consecuencia de muchos factores, pero a la cabeza de esas circunstancias están dos presidentes más interesados en quedar bien con su mercado electoral que con tomar decisiones de Estado.
"Las discusiones de inmigración en la Casa Blanca con representantes de México han terminado por hoy (miércoles). Hubo progreso, pero ni de cerca es lo suficiente!", tuiteó el mandatario estadounidense.
No única, pero sí eterna. Sobre todo cuando le funcionamos al presidente de los Estados Unidos para revertir un ciclo noticioso negativo o para afirmarse ante su base electoral. El reto sigue estando en saber si México alguna vez podrá articular (y activar) una contra narrativa efectiva.
Si no fuera por los muertos y la envergadura del drama social, el intento de golpe de Estado del 30 de abril en Venezuela bien pudiera calificarse como una charlotada. Cuesta trabajo digerir tanta equivocación en los cálculos de la dirección opositora y de los asesores estadounidenses.
Ningún baño de humildad es más efectivo que imaginarse un mundo sin nosotros, una vida en la que ya no estemos. Podemos asumir que tres o cuatro personas la pasarán mal un rato, probablemente la pareja y los hijos si se tienen (o eso quisiéramos pensar).
En Israel no hay tradición de celebrar una jornada de reflexión antes de los comicios. Este lunes, sin embargo, hubieran sido necesarias unas horas de introspección tras intensas semanas de crispación y acusaciones.
Varios periodistas lo han confrontado por la forma como estigmatiza y polariza a los medios, utilizando como peyorativos los calificativos de “fifís” y “conservadores”, y cada vez los medios le exigen respuestas a sus preguntas, no evasivas ni ataques. Las cosas apuntan a que empeorarán.
Cuentan los periódicos de la época que el pueblo cubano salió irritado al Malecón habanero a gritar aquello tan caribeño de "¡Nikita, mariquita!", tras la resolución pacífica de la Crisis de los Misiles.
Dejé atrás el Puente de la Unidad con la misma frustración de los miles de voluntarios que esperaban para cruzarlo. No es que tuviéramos un especial interés en morir acribillados. Yo, por ejemplo, me he vuelto pinkeriana también en lo personal.
El presidente Andrés Manuel López Obrador está educando; su conducta en el ejercicio del poder enseña a todos, para bien o para mal. Su permanente presencia en los medios masivos de comunicación la gozamos, o la padecemos, a toda hora.
La esperanza ha regresado a las calles de Venezuela por primera vez en muchos años. La oposición democrática pacífica se ha reunido en torno al presidente interino Juan Guaidó para poner fin a la opresión, la corrupción y el hambre impuestos al pueblo de Venezuela por el régimen de Maduro.
La refinería de Salamanca sigue cerrada; el desabasto persiste en el centro y el occidente del país; la explosión de Tlahuelilpan aún no tiene responsables, y la guerra del huachicol no va a ningún lado, si a detenidos y procesados nos atenemos.