El grupo integrista Estado Islámico reivindicó el domingo la autoría de un atentado suicida en un banquete de bodas en Afganistán en el que murieron 63 personas, volviendo a poner de manifiesto los peligros que enfrenta el país, incluso aunque los talibanes lleguen a un acuerdo con Estados Unidos.
Una fuerte lluvia cayó el domingo sobre decenas de miles de manifestantes protegidos con paraguas que comenzaron a marchar desde un parque en el centro de Hong Kong, donde las manifestaciones masivas pro-democracia se han tornado una actividad regular de fin de semana.
“Devastados por la noticia de un ataque suicida al interior del salón de bodas en Kabul. Un crimen atroz contra nuestro pueblo; ¿cómo es posible entrenar a un humano y pedirle que se haga estallar al interior de una boda?”, publicó Sediq Seddiqui, vocero del presidente Ashraf Ghani, a través de Twitter.
Birmania y Bangladesh harán un nuevo intento la próxima semana de repatriar a los cientos de miles de refugiados rohingyas que se encuentra en este segundo país desde hace dos años tras huir de la represión en el estado birmano de Rajine, según han informado este jueves las autoridades.
Tropas sirias recuperaron terreno el jueves en su lucha con rebeldes en el noroeste del país, acercándose a un importante bastión insurgente un día después de que combatientes derribaron un avión de guerra del gobierno en la zona.
Varios miembros de la familia al-Ali caminaban hacia su casa luego de hacer algunas compras cuando cayeron unos proyectiles en una transitada calle de la parte occidental de Alepo. La explosión mató a Salam, de dos años, y a uno de sus primos, e incineró un automóvil con una mujer y su pequeña hija
Musulmanes de todas partes del mundo lanzaron rocas el domingo como parte del ritual de apedreamiento del diablo, al comienzo de la fase más riesgosa del peregrinaje anual del haj en Arabia Saudita, donde cientos de personas murieron asfixiadas por una multitud en estado de pánico hace cuatro años.
Más de dos millones de peregrinos se congregaban el viernes en la ciudad santa de La Meca, en Arabia Saudí, para cumplir con los ritos iniciales del haj, una peregrinación islámica que lleva a los fieles a repetir el recorrido que hizo el profeta Mahoma hace unos 1,400 años.
Estados Unidos emitió una advertencia de viaje a Hong Kong e instó a los visitantes al territorio chino a aumentar la cautela ante lo que describió como disturbios civiles tras meses de protestas callejeras a veces violentas.
Dos personas murieron y otras seis resultaron heridas el jueves por la explosión del motor de un cohete en una prueba, dijo el Ministerio de Defensa de Rusia.
Las fuerzas militares de Siria informaron el lunes que reanudarán su ofensiva en la provincia de Idlib, en el noroeste del país y último bastión de la oposición, y acusó a los insurgentes de haber quebrantado una tregua pactada recientemente.
Cuatrocientos años después de que el primer barco que llevaba africanos esclavizados llegó a la costa de Virginia, los descendientes de una de las primeras familias afroamericanas dicen que las relaciones raciales en Estados Unidos todavía tienen “un largo camino por recorrer”.
OVD-Info, plataforma de medios global independiente, dijo el domingo que la policía había detenido a 1.001 personas el sábado, por encima de su estimación anterior de poco más de 800. Muchos, pero no todos, fueron liberados pero la organización aseveró que 19 fueron arrestados durante la noche.
Según los datos preliminares, más de 1,500 civiles murieron o resultaron heridos, principalmente por el aumento de las víctimas de atasques insurgentes. La ONU no ofreció el desglose de fallecidos y heridos, pero apuntó que la cifra general era la más alta en un solo mes desde mayo de 2017.
El cese al fuego condicional comenzó el jueves a medianoche, según la prensa estatal siria, que citó a un oficial militar no identificado.
El movimiento hutí de Yemen, respaldado por Irán, dijo el jueves que lanzó ataques con misiles y drones en un desfile militar del puerto de Adén, la sede del Gobierno apoyado por Arabia Saudita, en un incidente que ocasionó la muerte de unas 30 personas según fuentes de seguridad.
Al menos 36 personas murieron ayer y varias decenas resultaron heridas en un ataque con un misil contra un desfile militar en Adén, en el sur de Yemen y capital de facto del Gobierno de Abdrabbo Mansur Hadi, respaldado por la coalición que lidera Arabia Saudí.
Al menos 51 personas murieron y decenas más resultaron heridas el jueves en un ataque con misil y atentados suicidas coordinados en la ciudad portuaria de Adén, en el sur de Yemen, dijeron funcionarios.
Al menos 32 personas, incluyendo varios niños, fallecieron el miércoles por la explosión de una bomba caminera al paso un autobús en el oeste de Afganistán, dijo un funcionario provincial.
Aldeas y pueblos en el bastión rebelde de Siria fueron bombardeados el jueves, dejando 10 civiles muertos, algunos de los cuales quedaron sepultados bajo los escombros de edificios destruidos, dijeron activistas y socorristas.
