Un 38 por ciento de los brasileños considera "mala o terrible" la gestión del presidente, Jair Bolsonaro, cinco puntos más que en un sondeo anterior, lo que evidenciaría un malestar creciente hacia el mandatario en plena crisis política por el aumento de los incendios en la Amazonia.
La canciller alemana, Angela Merkel, ha recibido el jueves en Berlín al presidente palestino, Mahmud Abbas, ante el que ha reivindicado para Oriente Próximo la llamada solución de dos Estados, es decir Israel y Palestina viviendo en paz uno al lado del otro.
Todo le salió bien. Emmanuel Macron emerge como el triunfador de la cumbre del G7, las principales democracias industriales del planeta reunidas entre el sábado y el lunes en Biarritz.
Ambos líderes se han visto envueltos en una guerra de palabras muy personal y pública en los últimos días, con Bolsonaro mofándose de la esposa de Macron a través de Facebook y acusando al presidente francés de no respetar la soberanía brasileña.
La estrategia negociadora que puede desembocar en una insólita cumbre entre Estados Unidos e Irán dentro de un mes en el marco de la Asamblea General de la ONU en Nueva York ya está en marcha.
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, dijo el martes que quiere que el mandatario francés, Emmanuel Macron, se retracte de los “insultos” en su contra antes de aceptar una oferta de al menos 20 millones de dólares del Grupo de los Siete países más industrializados del mundo.
El líder del Partido Laborista británico, Jeremy Corbyn, dijo que haría todo lo necesario para evitar que el Reino Unido abandone la Unión Europea sin un acuerdo de divorcio, mientras se preparaba para reunirse con diputados de alto rango el martes con el fin de debatir la estrategia a seguir.
Irán no hablará con Estados Unidos hasta que se levanten todas las sanciones impuestas a Teherán, dijo el martes el presidente Hassan Rouhani, un día después de que el presidente Donald Trump dijera que se reuniría con su homólogo iraní para intentar poner fin a la disputa entre ambos países.
El presidente de Irán dio marcha atrás el martes sobre un posible diálogo con Donald Trump y dijo que el presidente de Estados Unidos debe levantar primero las sanciones impuestas a Teherán.
Irán ha sido uno de los temas que ha marcado la cumbre, entre otras razones por la inesperada visita del ministro de Exteriores iraní, Mohamad Javad Zarif, en pleno debate político por la continuidad o revisión del acuerdo nuclear suscrito en 2015 y que Trump sigue tachando de "ridículo".
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, ha recriminado a su homólogo de Francia, Emmanuel Macron, que lance "ataques irracionales y gratuitos" contra autoridades de la Amazonia y le ha pedido que no invente ninguna alianza para "salvar" la región con intenciones ocultas.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, pareció dejar la puerta abierta a la diplomacia con Irán después de que el presidente francés Emmanuel Macron invitara a la cumbre del G7 al ministro de Relaciones Exteriores iraní en un esfuerzo por reducir las tensiones entre Estados Unidos e Irán.
Irán y China necesitan unir fuerzas para luchar contra la unilateralidad y el “desacato a la ley internacional”, dijo el lunes el ministro iraní de Relaciones Exteriores a su contraparte chino en una reunión en Beijing que siguió a la sorpresiva visita que hizo a la cumbre del Grupo de los Siete.
El presidente iraní defendió el lunes la visita sorpresa de su ministro de exteriores a la cumbre del G7 en Francia, afirmando que él mismo está dispuesto a ir a donde sea para resolver la crisis sobre el acuerdo nuclear.
Ha estado solo, aislado en casi todas las discusiones y a menudo con la mente en otros lugares: en las peleas con la prensa estadounidense o con sus enemigos políticos, o en los sondeos electorales para las presidenciales de 2020.
Los líderes de los países del Grupo de los Siete acordaron permitirle al presidente francés Emmanuel Macron enviar un mensaje a Irán en su nombre.
El canciller iraní Mohamed Javad Zarif visitó el domingo la cumbre del G-7 sin previo aviso y se dirigió directamente al corazón de Biarritz, donde los líderes de las democracias más prósperas del mundo han estado debatiendo cómo hacer frente a las ambiciones nucleares de Teherán.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, guardó las formas. Todo fueron sonrisas y abrazos durante las dos primeras jornadas de G7 en Biarritz, no hubo tuits insultantes para los otros líderes ni salidas de tono.
Con la escalada de la guerra comercial entre China y Estados Unidos, los esfuerzos de los gobiernos europeos por rebajar las tensiones entre Washington y Teherán y la creciente indignación global por los incendios en la Amazonia, su agenda podría quedar eclipsada.
Las poses de los líderes de las democracias del Grupo de los Siete comenzaron el sábado mucho antes de tomarse la fotografía oficial de la cumbre. El presidente francés y anfitrión, Emmanuel Macron, quien puso como prioridad de la agenda los incendios de la Amazonía, acorraló a Donald Trump.
