VOX DEI
«¡Qué difícil es que los que tienen riquezas entren en el Reino de Dios!»
«Maestro bueno, ¿qué he de hacer para tener en herencia la vida eterna?» (...) «Una cosa te falta: anda, cuanto tienes véndelo y dáselo a los pobres y tendrás un tesoro en el cielo; luego, ven y sígueme». Pero él, abatido por estas palabras, se marchó entristecido, porque tenía muchos bienes.