El Gobierno del presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, intentaba el miércoles resolver pacíficamente una tensa situación en la embajada de Venezuela después que partidarios del líder opositor venezolano Juan Guaidó ingresaran a la misión.
La mandataria interina de Bolivia, Jeanine Añez, inició el miércoles su transición asegurando que llamará a elecciones en el corto plazo, un día después de proclamarse presidenta para poner fin al vacío de poder que generó la salida de Evo Morales.
Un funcionario del gobierno de Nicolás Maduro dijo que alrededor de 20 personas ingresaron por la fuerza a la sede diplomática durante la madrugada. El oficial pidió anonimato debido a que no estaba autorizado a hablar con la prensa.
Brasil acoge la primera gran cumbre internacional de la era Bolsonaro. El presidente brasileño ha sustituido su frecuente retórica anticomunista por alabanzas y la promesa “de ampliar y diversificar la relación” bilateral con Pekín al recibir, este miércoles en Brasilia, a su homólogo Xi Jinping.
Cómo cambian las cosas en un año. En los meses previos a las elecciones presidenciales del año pasado en Brasil, Jair Bolsonaro calificó a China de depredadora y molestó a las autoridades chinas al visitar Taiwán, archirrival de Beijing.
En la polarizada sesión, un bloque de 15 países firmaron una carta en la que evitaron calificar como golpe de Estado lo sucedido e hicieron un llamamiento para que se forme urgentemente “la presidencia provisional” conforme a la Constitución boliviana y se convoquen una nuevas elecciones.
Hace apenas un mes, Evo Morales bromeaba a bordo del Falcon 900 presidencial boliviano de que se trataba del “avión secuestrado”. Así definía a la aeronave que tuvo que hacer un aterrizaje de emergencia en Austria en 2013 después de que, volviendo de un viaje a Rusia, le negaran sobrevolar...
La salida del poder de Evo Morales ha sacudido a una región en estallido permanente en el último año. Las formas, asfixiado por las protestas populares y tras la presión de policías y militares, han hecho aflorar los peores fantasmas de América Latina.
El Gobierno de Tabaré Vázquez en Uruguay ha denunciado lo que considera un "golpe de Estado" en Bolivia por la dimisión de Evo Morales después de que la Policía y las Fuerzas Armadas lo sugirieran, al tiempo que ha urgido a restaurar "de inmediato" el Estado de Derecho en la nación andina.
Al permitir que Luiz Inácio Lula da Silva salga de la cárcel la semana pasada, el Supremo Tribunal Federal de Brasil abrió un laberinto legal que podría hacer que el expresidente regrese a prisión con la misma facilidad que una posible vuelta del político de izquierda a una papeleta electoral.
Más allá de los aliados incondicionales del gobierno de Morales --como Venezuela y Cuba--, México y Uruguay no dudaron en calificar lo sucedido como un golpe de Estado, postura a la que también se unió el presidente electo de Argentina, Alberto Fernández.
“Voy a asumir el reto solamente para estar lo necesario para llamar a elecciones transparentes, para que los bolivianos tengan la certidumbre de que su voto va a ser respetado”, dijo Añez en una entrevista con el canal de televisión Red Uno, en la que no aclaró cuando podría producirse su asunción.
Alberto Fernández tuvo su baño de izquierdas. Como anfitrión en Buenos Aires de la segunda reunión del Grupo de Puebla, el presidente electo de Argentina recibió la “antorcha del progresismo latinoamericano”, como le dijo el expresidente de Colombia, Ernesto Samper.
En su regreso a las calles tras estar 580 días encarcelado ,acusó a Jair Bolsonaro de gobernar directamente "para la milicia", en referencia a los grupos paramilitares de expolicías que controlan el territorio y el crimen en grandes áreas de Río de Janeiro.
Vestido con saco y camiseta de color negro, Lula pronunció un discurso desde lo alto de un escenario afuera del sindicato, cerca de Sao Paulo, al que llegó a encabezar y que le sirvió alguna vez de plataforma para su carrera política. Una muchedumbre de simpatizantes lo ovacionó y agitó banderas.
El expresidente brasileño Luiz Inàcio Lula da Silva atacó el sábado al actual mandatario del país, el derechista Jair Bolsonaro, por empobrecer a los trabajadores y se comprometió a unir a la izquierda para ganar las elecciones de 2022 en un discurso realizado un día después de salir de la cárcel.
El expresidente Lula da Silva salió de una prisión en Curitiba menos de un día después de que el Tribunal Supremo determinara que una persona sólo puede ser encarcelada después de agotar todas las apelaciones. El fallo de la corte también aplica para otros reclusos que apelan sus condenas.
El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva salió libre este viernes de la cárcel de Curitiba (sur) donde purgaba una pena de más de ocho años de reclusión, tras beneficiarse de una decisión de la Corte Suprema.
El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva salió el viernes de prisión, menos de un día después de que el Tribunal Supremo falló que una persona sólo puede ser encarcelada después de que se hayan resuelto todas sus apelaciones.
Lula da Silva ha abandonado este viernes la prisión en la que ha pasado más de un año después de que un juez ordenase horas antes su liberación.
