El máximo tribunal europeo concluyó el jueves que un ex vicepresidente de la región española de Cataluña, en prisión por impulsar un referendo de independencia prohibido, debería tener derecho a la inmunidad parlamentaria.
El presidente en funciones del Gobierno español, Pedro Sánchez, aceptó el martes reunirse con el líder regional de Cataluña si su investidura sale adelante en el Congreso de los Diputados, en una votación en la que los independentistas probablemente tendrán un papel crucial.
No han tardado ni 48 horas en comenzar los enfrentamientos. “No podemos seguir siendo prisioneros del Reino Unido en contra de nuestra voluntad”, ha dicho Nicola Sturgeon, ministra principal de Escocia.
Investigadores latinoamericanos y europeos construyeron un mapa que refleja cómo un entramado de agencias del Gobierno norteamericano, corporaciones privadas, fundaciones, organizaciones no gubernamentales y medios de comunicación fueron 'esenciales' para sacar a Evo Morales del poder.
El nuevo Parlamento español se constituyó este martes tras las elecciones de noviembre, que impulsaron a la ultraderecha de Vox como tercera fuerza en el Congreso y no despejaron el bloqueo político en el que está inmerso el país.
“Es la hora de los jóvenes en Hong Kong”, insiste Lee Chun Wai. Hasta este verano, este fotógrafo enjuto de 25 años y amante de los perros carecía de experiencia política alguna.
Amnistía Internacional pidió el martes la inmediata liberación de dos de los líderes catalanes encarcelados, diciendo que una interpretación que calificó de “vaga” y “demasiado general” de la sedición podría desanimar las protestas en toda España.
El presidente autonómico de Cataluña, partidario de que la región se independice de España, asistía el lunes al inicio de su juicio, acusado de desobedecer a la Junta Electoral española al mantener símbolos independentistas en edificios públicos durante una campaña electoral.
La justicia escocesa dejó el jueves en libertad bajo fianza a la independentista catalana Clara Ponsatí, reclamada por España para juzgarla en relación al intento de secesión de 2017, mientras estudia su extradición, anunció su abogado en Edimburgo.
La pujanza de la extrema derecha de Vox dominó este viernes el final de la campaña electoral española, dos días antes de unos comicios que serán los cuartos en cuatro años y que auguran un bloqueo político persistente.
Paralizada políticamente, España vuelve a las urnas este domingo por cuarta vez en cuatro años, con una crisis abierta en Cataluña que podría favorecer al partido de extrema derecha Vox.
España celebrará el domingo sus cuartas elecciones generales en cuatro años, y las segundas en 2019, en un ambiente marcado por la desconfianza del electorado y una renovada apuesta por el independentismo en Cataluña, que ha impulsado a la ultraderecha.
Solo han pasado seis meses, pero la política española no se parece a la de abril. Ya no hay dos bloques que luchan por ganar las elecciones. El debate decisivo dibujó este lunes un nuevo escenario.
Miles de manifestantes separatistas catalanes perturbaron este lunes una visita a Barcelona del rey Felipe VI, quien apeló a una Cataluña sin "violencia" ni "intolerancia", luego de recientes disturbios por la condena a altas penas de cárcel contra líderes independentistas.
Unos 2,000 manifestantes con símbolos separatistas catalanes y algunas banderas republicanas españolas salieron el lunes a las calles golpeando ollas y bloqueando el acceso a un edificio en Barcelona donde la familia real de España asiste a una ceremonia de premios.
Mientras que los partidos y grupos civiles independentistas han dejado a un lado sus diferencias sobre cuestiones sociales y económicas para hacer frente común, el bando unionista lleva tiempo marcado por las divisiones tradicionales entre izquierda y derecha política.
Los principales partidos políticos iniciaron el jueves por la noche una apretada campaña electoral, sólo 10 días antes de que los españoles acudan a las urnas para repetir las elecciones que probablemente muestren una sociedad cada vez más fragmentada.
“Nos sentimos con esa necesidad de gritar que Cataluña es parte de España”, dijo Francisco Astorga Vasco, un conductor de camión de 52 años. “Están intentando de convencer que Cataluña no es España y eso no es verdad. Ni históricamente, ni en el presente, ni en nuestros proyectos para el futuro”.
La policía y manifestantes en la conflictiva región española de Cataluña chocaron el sábado al término de una multitudinaria protesta en Barcelona contra el encarcelamiento de nueve dirigentes separatistas implicados en la intentona independentista ilegal de 2017.
El secesionismo dio este martes la primera muestra de unidad en el Parlament tras la sentencia del procés y registró una propuesta de resolución que se llevará al Pleno y que desoye las advertencias del Tribunal Constitucional en alguno de sus apartados.
