VALORES MORALES
Cirugías que desfiguran también el alma
La misión: estar unidos a la materia, santificarla dejando a Dios actuar y después morar eternamente en ella ya glorificada. Tal vez eso fue lo que le dio tanta envidia a Luzbel, máxime viéndose obligado a servirla y adorarla en la persona de Nuestro Señor Jesucristo y María Santísima.