PAN Y CIRCO
En plena era del insulto
Llamarle “era” puede ser exagerado, pero como andamos embelesados con lo de las etiquetas grandilocuentes pues algo extraordinario se convierte pronto en “histórico” y un comportamiento reiterado muta a “era” sin pudor alguno. Así las cosas, tampoco es para darnos golpes de pecho.